Yolanda Díaz tenía claro desde su primera intervención en el debate los dos mensajes que quería hacer calar entre el electorado: que Santiago Abascal estaba en el plató de RTVE «en representación» de Alberto Núñez Feijóo –«son lo mismo», apostilló– y que su paso ... por el evento era una oportunidad «clave» para presentar las propuestas electorales de Sumar centradas en vivienda, trabajo o cambio climático.
La líder gallega, situada a la derecha de Pedro Sánchez, en el centro de la pantalla, evitó hacer fuego amigo contra el candidato socialista y se centró, en cambio, en tratar de desarbolar el argumentario del presidente de Vox a base de la que ya se ha convertido en su coletilla de cabecera:«Le voy a dar un dato».
Ni en el PSOE ni en Sumar ocultan que el objetivo es reeditar el Ejecutivo de coalición, y así entendió el debate la líder gallega, como un duelo entre dos bloques. A Abascal le afeó, dirigiéndose a él como si estuviera junto a Feijóo, no haber «votado a favor de los ERTE, ni de la reforma laboral, de las pensiones o del SMI». Una idea en la que también insistió el propio Sánchez que se dirigió en varias ocasiones a su vicepresidenta segunda como «Yolanda», a secas.
Con las encuestas pronosticando una transferencia de votos de Sumar hacia el PSOE, había dudas sobre si Díaz trataría de diferenciarse de las políticas del candidato de Ferraz, pero acabó formando tándem con el presidente del Gobierno a excepción de una crítica a la ley de vivienda, de la que dijo que «ha llegado muy recortada», y una línea roja, la de elevar la edad de jubilación. La líder gallega endureció el tono cuando el candidato de Vox criticó las leyes feministas de la legislatura:«Le pido que deje de reírse de las mujeres. No le vamos a permitir que derogue derechos».
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