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Miembros de una mesa electoral del Colegio San Manuel tratan de aliviar el calor con ventiladores, abanicos y mucha agua.

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Miembros de una mesa electoral del Colegio San Manuel tratan de aliviar el calor con ventiladores, abanicos y mucha agua. Donoso

Elecciones generales 23J

Una jornada electoral marcada por el calor y las colas para votar

La mayoría de los colegios carecían de aire acondicionado, que los miembros de algunas mesas han suplido con ventiladores de sus casas, abanicos y agua fresca

Domingo, 23 de julio 2023, 15:25

23 de julio de 2023. Una fecha que pasará ya a la historia por la celebración de unas elecciones generales en pleno verano y que no ha pasado inadvertida para todos los presidentes y vocales de las mesas electorales que, con resignación, han encarado una jornada calurosa y sin aire acondicionado en la mayoría de centros escolares. Ni siquiera ventiladores en muchos de ellos, que han tenido que suplir con recursos propios, abanicos y agua.

Pese a todo, en el colegio Fuente Alegre, en el Puerto de la Torre, las altas temperaturas registradas desde primera hora de la mañana han pasado factura a María Cuenca (53 años), que por primera vez había sido convocada para una mesa electoral como primera vocal. "Desde que accedimos al colegio ya notamos todos el calor que hacía. Pedimos los ventiladores, pero nunca llegaron". Como consecuencia, esta vecina se empezó a encontrar mal a mediodía, "con mareos, temblores en todo el cuerpo y falta de aire", lo que obligó a los agentes de Policía Nacional allí presentes a llamar a una ambulancia. Los sanitarios concluyeron que había sido un ataque de ansiedad provocado por el golpe de calor y le aconsejaron marcharse a su domicilio.

Con media Málaga de vacaciones y otros tratando de disfrutar del descanso dominical, a muchos la convocatoria de unas elecciones generales en pleno verano (sigue aquí la jornada en directo) les ha aguado la fiesta al haber sido llamados para estar en una mesa electoral. Ha sido el caso de Rocío Subiris, que no entraba en sus planes presidir una. Se presentó a primera hora de este domingo en el colegio de educación infantil y primaria Ramón del Valle-Inclán, en la barriada de El Palo, porque estaba convocada como segunda suplente de presidente de mesa. Sin embargo, al no acudir ni el titular, ni el primer suplente, se encontró con la sorpresa de tener que quedarse. «Mi idea era venir, como es mi obligación, y después irme a tomar churros tempranito, pero al final todo se ha chafado. ¿Quién me iba a decir a mí que iban a faltar las dos personas que estaban por delante», se lamentó.

La previsión meteorológica no era mala: no más de 30 grados. Una buena noticia después de los dos días de terral infernal que ha sufrido la capital esta pasada semana. Pero a medida que avanzaba la mañana, el calor empezaba a ser también insoportable en otros colegios al carecer de aire acondicionado y ventiladores, como ha sido el caso del colegio Salvador Rueda, en Ciudad Jardín. «Es lamentable la situación. Los votantes se van, pero los miembros de las mesas de este colegio tienen que estar 12 horas soportando unas temperaturas que ya se sabía que iban a registrarse y nadie ha hecho nada para remediarlo», denuncia Miguel Pacheco, votante en este colegio y miembro del sindicato CGT.

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Peor ha sido aún la mañana vivida en el colegio las Adoratrices, en la calle Cristo de la Epidemia, donde a las temperaturas «insufribles» se ha unido al «caos» para votar. Esperas de más de media hora sobre el mediodía, cuando la cola para dirigirse a votar se mezclaba con la de quienes querían coger la papeleta previamente en el casillero, «pero que luego aprovechaban para colarse», denunció Olga Torres. «Eso, unido a quienes dejaban momentáneamente al abuelo en silla de ruedas en mitad del pasillo o quienes esperaban dentro del recinto para protegerse del sol y obstaculizaban los accesos ha puesto a prueba a los policías, que intentaban poner orden con poco éxito. También ha llevado al límite la paciencia de muchas personas, que han optado finalmente por irse con sus padres mayores y regresar en otro momento para no ponerlos en riesgo», relató Torres.

Momentos de la jornada electoral en el colegio Ramón del Valle-Inclán (El Palo), una votante acompañada de su nieta antes de ir a la playa y largas colas y «caos» en el colegio las Adoratrices (Cristo de la Epidemia). Donoso
Imagen principal - Momentos de la jornada electoral en el colegio Ramón del Valle-Inclán (El Palo), una votante acompañada de su nieta antes de ir a la playa y largas colas y «caos» en el colegio las Adoratrices (Cristo de la Epidemia).
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El calor ha sido una constante, aunque en el colegio San Manuel, en la calle Ingeniero José María Garnica (junto al Vialia), lo llevaban con resignación y un par de ventiladores que les habían dispuesto. Aún así, se registraban, al menos, cinco grados más de temperatura en el aula habilitada para las mesas electorales. «Intentamos aliviarnos con lo que nos han puesto, unos abanicos y mucha agua. Es lo que hay», declararon resignados los miembros de una mesa, que sobre las 13.00 horas respiraban más tranquilos después de una mañana «con mucha afluencia de votantes».

Esa sensación de haber acudido más ciudadanos que nunca a las urnas (los datos de participación lo confirmarán o no) se sucedía en muchos colegios electorales de la capital, donde las largas colas se prolongaban hasta fuera del recinto. «En 13 años que llevo votando en las Adoratrices, jamás he visto algo como lo de este domingo. Está bien que la gente venga a votar, pero debería estar mejor organizado», denuncia Ignacio Moreno.

Ha sido el caso del colegio Ramón del Valle-Inclán donde la policía ha tenido que intervenir cuando empezaba a aglomerarse la gente en el interior, controlando el flujo de personas en el interior: «No más de 40 dentro», zanjó el agente. Concretamente, había una mesa que registraba un volumen extraordinario de votantes, mientras que en el resto goteaba la afluencia. ¿La razón? Pese a tener esa mesa menos calles asignadas, el número de residentes en sus bloques es mayor. Aún así los ciudadanos lo llevaban con paciencia.

Ha sido el caso de María Lucía Pareja: «Si no hay ventiladores en el colegio electoral, se trae uno el suyo de casa o usa un abanico y problema solucionado. En este país nos quejamos por todo», expresó esta residente de El Palo, que a media mañana había ido a votar acompañada de su nieta. Y es que a su hija le había tocado estar en una mesa electoral y se había quedado al cuidado de la menor. Tras ejercer su derecho, se dirigió a la playa con la pequeña. «A mí la jornada electoral no me trastoca los planes».

Y en previsión de lo que estaba por llegar, calor y colas, Elena G. (77 años) y su marido Manuel Cerezo (79) fueron los primeros en estrenar las urnas esta mañana a primera hora en el Colegio Gloria Fuertes, en calle Hilera. Diez minutos antes de que abriera el centro escolar ya esperaban en la puerta. «Así tempranito aprovechamos para ir al supermercado para hacer la compra, que hoy domingo está abierto y además no se nos echa la calor encima».

Anécdota del día en Churriana

Este colegio es de los pocos que ha contado con aire acondicionado en el aula donde estaban las mesas electorales. También han tenido esa suerte en el colegio Manuel Fernández, en Churriana, donde además uno de sus vecinos, Jorge, ha protagonizado la anécdota del día. A las 8:00 se presentaba en el centro escolar para advertir y pedir permiso a la policía sobre lo que unas horas más tarde pretendía hacer. Quería ir disfrazado de payaso y dudaba de si lo dejarían votar de esa guisa. La condición era que se le viera la cara y no llevara nada que lo identificara con un partido político.

Y así fue como a las 10:05 aparecía por la puerta ataviado con un bañador, una camisa hawaiana y unas gafas y unas aletas de buzo dando zancadas hasta llegar a la mesa que le correspondía para votar ante la sorpresa, incredulidad y risas generalizadas de todos los ciudadanos que en ese momento se encontraba en el colegio. «El hombre ha sido muy correcto. Ha entrado en silencio, ha cogido su papeleta y tras votar se ha marchado sin más», declaran algunos de los interventores allí presentes, que le pidieron poder grabarlo y ahora el vídeo se ha hecho viral.

Sobre las razones que lo han llevado a disfrazarse, según los presentes, ha sido porque quería animar a la participación.

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