Andalucía, la elegida por todos por ser clave para la Moncloa

La coincidencia de los principales candidatos a la Moncloa en elegir Andalucía para el arranque de la campaña no es casual: esta comunidad siempre ha sido clave en las generales, pero estas puede que más. Andalucía aporta 61 de los 350 diputados al Congreso, una cifra que puede ser crucial para formar gobierno dados los ajustados resultados que las encuestas vaticinan.

Pedro Sánchez, Pablo Casado e Íñigo Errejón abrieron campaña en Sevilla, provincia en la que los socialistas siempre han ganado. Al candidato socialista le trajo suerte en abril, aunque ahora ha cambiado Dos Hermanas por Pino Montano, un barrio de larga tradición socialista. Flanqueado por Susana Díaz y María Jesús Montero, las dos rivalizando con el rojo de sus blusas, el presidente en funciones apeló a la movilización contra la abstención de la izquierda que, según advirtió tanto él como Susana Díaz, está fomentando la derecha con falsas campañas. Habló de votar «con fuerza, rotundidad y en masa». Díaz garantizó a Sánchez que Andalucía responderá a su llamada. «Vamos a ganar bien para que Pedro (Sánchez) pueda ser presidente por derecho propio», afirmó.

Pablo Casado abrió la campaña en el hotel Renacimiento, donde tantas veces los socialistas celebraron cónclaves cuando gobernaban en Andalucía. Como si el nombre fuera símbolo de que no solo las tornas han cambiado con un presidente del PP en la Junta, sino también de la remontada que espera este 10-N para sumar con Cs y Vox. La fórmula andaluza que llevó a Juanma Moreno a San Telmo le da alas a Casado a esperar lo mismo, hasta el punto de citar al líder andaluz como «ejemplo, una referencia y un orgullo» para todo el partido.

Las mismas alas andaluzas a las que se agarró Albert Rivera en su primer acto de campaña para rememorar «aquella noche» en la que «ganamos a los cenizos y demostramos que hay un motor imparable». Rivera, acompañado por Juan Marín, vicepresidente de la Junta, eligió Cádiz, la capital de provincia de la que procede la familia de su novia Malú e Inés Arrimadas, quizás para buscar la baraka que le haga remontar las encuestas. En abril superó al PP en votos en Andalucía, aunque empataron en escaños, once cada uno.

A la fórmula de las tres derechas para conquistar San Telmo también se refirió Íñigo Errejón en su primer mitin como candidato a la Moncloa, para el que eligió Sevilla. Acompañado de Esperanza Gómez, senadora de Adelante Andalucía, agitó el miedo a que a la segunda, la alianza de PP, Cs y Vox logre lo que no pudo en abril; pero sobre todo pide el voto para que no se repita la «derrota» de la «pasada victoria progesista», en un claro aguijón a sus excompañeros de Unidas Podemos.

En nombre de esta coalición de Podemos e IU abrió campaña en Andalucía Teresa Rodríguez, quien apeló a lo mismo, pero culpando al PSOE de haberle dado una segunda oportunidad a las derechas. «Eso nunca se lo va a perdonar la historia», sentenció. Vox también fija Andalucía como territorio prioritario. Abascal vendrá, pero ayer fue su número dos, Ortega Smith, quien espoleó a sus seguidores en Málaga.