Málaga testa su termómetro electoral

Un total de 1.226.655 malagueños están llamados este domingo a las urnas en las elecciones en Andalucía y con su voto dibujarán el nuevo escenario político de Málaga. Los comicios andaluces de este 19 de junio son los primeros de un ciclo electoral que continuará en mayo de 2023 con las municipales, a finales del próximo año –si no hay adelanto– con las generales y ya en 2024 con las europeas. Hace cuatro años, los socialistas vencieron en la provincia en las autonómicas en número de votos pero hubo un triple empate a cuatro escaños con el PP y Ciudadanos, el Adelante Andalucía original (con Podemos e IU en la coalición) logró tres parlamentarios y Vox consiguió dos. Desde entonces, el panorama ha cambiado y de ahí la relevancia de las elecciones de este domingo ya que medirán la temperatura política en Málaga.

El PP parte como favorito para ganar las elecciones en la provincia, según coinciden todos los sondeos, de empresas demoscópicas privadas y públicas. Los populares llegan a estos comicios con el aval de la gestión realizada en la Junta y así lo han puesto de manifiesto en la campaña y con el viento a favor de su candidato a la reelección en la presidencia del gobierno autonómico, Juanma Moreno, que encabeza la candidatura por la provincia. En el partido presidido por Elías Bendodo son cautos y contienen la euforia, pero aspiran a intentar doblar el número de parlamentarios de hace cuatro años y llegar a los ocho, con lo que igualarían sus mejores resultados en la provincia en unas autonómicas, logrados en 2008 y 2012. Moreno se ha volcado en la campaña en Málaga consciente de que es una provincia clave y de ahí la presencia en dos ocasiones del líder nacional de los populares, Alberto Núñez Feijóo.

Las elecciones de este domingo son las primeras desde que Daniel Pérez llegó, el pasado diciembre, a la secretaría general del PSOE de Málaga, por lo que son la primera gran prueba de fuego a la que se enfrenta. Los socialistas ganaron los comicios en la provincia en 2018 y ahora aspiran a vencer de nuevo y aumentar su número de escaños. José Aurelio Aguilar, que debuta como cabeza de lista, mostró su optimismo al respecto y vaticinó que podrían llegar a lograr hasta seis parlamentarios; aunque en el partido se fijan el objetivo de consolidar el quinto.

Al igual que en el resto de Andalucía, el éxito de los socialistas va a depender de la movilización de su electorado que hace cuatro años se quedó en su casa y de evitar la fuga de votos hacia los populares. El PSOE de Málaga ha puesto toda la carne en el asador durante la campaña, donde organizaron el acto más multitudinario con 3.500 personas en Cártama y la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A ello se ha unido un destacado desembarco de ministros: Isabel Rodríguez (portavoz), María Jesús Montero (Hacienda), Félix Bolaños (Presidencia), Diana Morant (Ciencia), Luis Planas (Agricultura), Reyes Maroto (Industria y Turismo) y Nadia Calviño (vicepresidenta primera). Y la presencia de miembros de la dirección federal como Adriana Lastra, Santos Cerdán, Felipe Sicilia, Javier Izquierdo y Andrea Fernández, y los portavoces en el Congreso y el Senado, Héctor Gómez y Eva Granados.

Reto naranja

Hace cuatro años, Ciudadanos dio el aldabonazo en Málaga situándose como tercera fuerza política y con los mismos escaños que socialistas y populares. Eran los tiempos, donde los liberales estaban en la cresta de la ola. Ahora, la formación naranja llega a esta cita con las urnas en una situación diametralmente opuesta al estar en una situación de debilidad y descomposición como atestiguan los últimos resultados electorales en otras comunidades y vaticinan los sondeos.

El reto de la candidatura naranja, que encabeza como debutante Nuria Rodríguez, exdelegada de Turismo de la Junta, es mantener algún escaño en la provincia. Para ello, Ciudadanos se aferra a la gestión realizada en el gobierno autonómico en estos últimos tres años y medio y que Málaga ha sido una provincia donde Ciudadanos, desde sus orígenes, ha contado con un destacado apoyo electoral. En las autonómicas de 2018 llegaron a cosechar el 19,80% de los votos.

En aquellos comicios, Vox fue la gran sorpresa con su fuerte irrupción en el Parlamento regional y la consecución de dos escaños por la provincia.La formación de Santiago Abascal, con el viento a favor y capitalizando gran parte del voto del descontento ciudadano, aspira a consolidar su crecimiento e incrementar el número de escaños por Málaga. Para ello presentan una candidatura profundamente renovada, encabezada por Antonio Sevilla. Durante la campaña, Abascal y su aspirante a la Junta, Macarena Olona, han dado protagonismo a la provincia con la celebración de varios actos.

Inmaculada Nieto encabeza como paracaidista –es gaditana– la lista de Por Andalucía en Málaga como aspirante a presidir la Junta. Una candidatura que se disputa el voto del espacio ideológico situado a la izquierda del PSOE con Adelante Andalucía, que lidera como número uno de la lista Carmen Máximo. En 2018, este espacio ideológico logró tres escaños en la provincia, ahora tiene el reto de mantenerlo aunque le puede perjudicar la fragmentación.

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