Hasta el pasado domingo, el récord de parlamentarios conseguidos por un partido en unas elecciones andaluzas en Málaga estaba en los nueve logrados por el ... PSOE en 1982 (los primeros comicios autonómicos) y 1990 (el año en que Manuel Chaves optó por primera vez a presidir la Junta). Una barrera que el PP rompió el pasado domingo al obtener una decena de escaños por la provincia. Un hito donde fue clave el voto de los municipios del interior, una zona que hasta no hace muchos años era un terreno donde a los populares les costaba entrar y que sus siglas, mensajes y candidatos calaran entre los electores.
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En las elecciones del pasado 19 de junio, el PP ganó los comicios en Málaga al obtener 304.548 votos (el 46,98% del total). Una cifra que representó un incremento en 161.802 papeletas respecto a los comicios autonómicos del 2 de diciembre de 2018. De esa subida, la mayor parte, 142.255 votos, se produjo en los municipios de más de 20.000 habitantes (Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Antequera, Benalmádena, Cártama, Coín, Fuengirola, Estepona, Málaga, Marbella, Mijas, Nerja, Rincón de la Victoria, Ronda, Torremolinos y Vélez-Málaga) del interior y el litoral, estos últimos tradicionales graneros de votos de los populares. En los 87 municipios restantes, el incremento de los populares se cifró en 19.547 votos más respecto a las últimas andaluzas.
Fue precisamente esta subida en la Málaga del interior lo que permitió a los populares lograr el décimo parlamentario, el último que se adjudicó en la provincia y que el PP obtuvo quedándose Vox a 3.754 papeletas de conseguirlo, lo que hubiera permitido al partido de Santiago Abascal conseguir su tercer escaño por la provincia.
¿Y por qué fue fue clave el aumento del voto popular en el interior para lograr la cifra histórica de los diez parlamentarios? Si el incremento de apoyos se hubiera producido sólo en las grandes ciudades y se hubiera mantenido en las zonas rurales en los mismos niveles de 2018, el PP se habría quedado en los 285.001 votos, lo que, tras aplicar la ley D'Hont hubiera dejado un reparto de escaños con los populares con 9, el PSOE se mantendría con cuatro, Vox hubiera aumentado uno hasta alcanzar los tres y Por Andalucía se hubiera quedado con el parlamentario obtenido.
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El hecho de que en la Málaga del interior hubiera 19.547 malagueños más que hace cuatro años que se decantaron por la papeleta encabezada por Juanma Moreno permitió que la presidenta de Nuevas Generaciones en la provincia, Dolores Caetano, lograra un asiento en el Parlamento de Andalucía para los cuatro años. Al mismo tiempo, certificó a Málaga como gran bastión del PP en la comunidad al ser la provincia que aporta más escaños al grupo de los 58 parlamentarios.
Si se echa la vista atrás a la estadística desde 1982, el PP, que en las dos primeras citas electorales andaluzas se presentó con su antigua sigla y en coalición bajo la marca AP-PDL-UL, ha pasado de los tres parlamentarios conseguidos hace cuarenta años a los diez de este 2022. Hasta ahora, sus mayores éxitos en la provincia estaba en los ocho escaños logrados en las elecciones andaluzas de 2008 y 2012.
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