A partir de 2014, el tradicional tablero político español sufrió un zarandeo con la irrupción de nuevos partidos por la fundación de Podemos, previamente de Vox, y la expansión a nivel nacional desde Cataluña de Ciudadanos. Una eclosión producida cuando el país aún sufría los efectos de la crisis de 2018 y las consecuencias del movimiento de indignación ciudadana surgido al calor del 15-M. Una conjunción de factores que puso en jaque al bipartidismo encarnado por el PP y el PSOE, que empezaron a perder fuerza en las urnas ya que un electorado desencantado empezó a darles la espalda y a decantarse por las nuevas siglas. Con ello también se evaporaron, en líneas generales, las mayorías absolutas, que llevó a la política de pactos.
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Málaga no fue ajena a esta situación general. Sin embargo, los resultados de las elecciones autonómicas de este domingo evidenciaron que el bipartidismo da síntomas de recuperación tras una década de desapego ciudadanos. El PP y el PSOE sumaron este domingo el 67,69% de los votos, el mejor resultado en la provincia desde 2012 en unos comicios andaluces, generales y europeos (del análisis se han excluido las municipales porque en ellas concurren elementos diferenciadores respecto a las otras citas electorales como son concurren partidos de carácter local y que no todas las formaciones presentan candidaturas en el conjunto de las 103 localidades).
Las elecciones andaluzas del 25 de marzo de 2012 fueron las últimas que se celebraron con el bipartidismo en una situación de fortaleza y preeminencia. En esa cita con las urnas, los socialistas y los populares malagueños sumaron el 78,90% de los votos. A partir de entonces, en los comicios autonómicos, ambos partidos sufrieron en Málaga una constante pérdida de apoyos: en 2015, cuando en el Parlamento regional irrumpen Ciudadanos y Podemos, ambos partidos bajaron en la provincia al 58,40% de los respaldos; una caída que volvió a ser acusada en los comicios del 2 de diciembre de 2018 cuando se quedaron en el 46,80% de los votos y sentían en el cogote el aliento de Ciudadanos, que se quedó a 2,8 puntos del PP y a 4,4 puntos del PSOE.
Ahora, tres años y medio después, el PP en solitario ha conseguido el 46,98% de los votos -ligeramente por encima de la suma del bipartidismo en 2018-, que sumado al 20,71% logrado por el PSOE hace un total del 67,69%. En conclusión, algo más de dos tercios de los malagueños se decantaron el 19-J por el bipartidismo.
Si se analizan los datos de los comicios generales, en los de diciembre de 2015, el bipartidismo en Málaga se quedó en el 55,84% de los votos, una cifra que subió en 5,57 puntos porcentuales hasta el 61,41% en la repetición de junio de 2016. Tres años después, en abril de 2019, el PP y el PSOE en Málaga no llegaron ni al 50% de los votos y lo superaron ligeramente -un 51,54%- en la repetición de las elecciones de noviembre de ese año.
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En lo que respecta a las europeas, en las de mayo de 2014 -las primeras a las que se presentaron partidos como Ciuadanos y Podemos-, el PP y el PSOE en Málaga sumaron el 55,68% de los votos, una cifra que subió al 61,88% cinco años después, en los comicios de mayor de 2019 y que coincidieron con las municipales.
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