
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-Empecemos por el principio, ¿dónde nace Macarena Olona?
–Yo nazco en Alicante hace 43 años.
–Ya es cuarentona...
–Jejeje. Esto... con una de estas feminazis igual te cuesta una denuncia por delito.
–Esperemos que no. Alicantina entonces.
–Yo soy española y mi sueño siempre fue dedicarme a los demás como servidora pública.
–Vayamos paso a paso. ¿Tiene hermanos?
–Una hermana.
–¿Mayor o menor?
–Menor.
–¿Sus padres a qué se dedicaban?
–Mi madre actualmente es autónoma, tiene una agencia inmobiliaria y mi padre, que en paz descanse, también se dedicaba a este sector.
–¿Fue a un colegio público en Alicante?
–Pasé mi infancia en Alicante a donde llegó mi familia. Mi madre es de Jaén como mi abuelita y fueron allí buscándose la vida. Estudié en los jesuitas, en un colegio concertado.
–¿Era sólo de chicas o mixto?
–Estábamos mezclados, después hice Derecho en la universidad pública, también en Alicante.
–¿Cuando terminó se puso a opositar inmediatamente?
–Sí, me marché de Alicante, a donde no he vuelto ya, y estudié cinco años la oposición. Tuve que marcharme a Madrid, porque en Alicante no había nadie que me preparara para la Abogacía del Estado.
–¿Cuántos años tardó en aprobar?
–Cinco años.
–¿Suspendió alguna vez?
–Sí, suspendí la primera vez. Después de nueve meses en los que se celebran cinco exámenes. Éramos creo recordar 23 opositores y yo estaba sobre el número 15, el 16 o el 14.
–En la mitad de la tabla…
–Efectivamente. Opté por La Coruña, pero una compañera a la que no conocía de promoción me llamó y me comentó que tenía unas circunstancias familiares complicadas. Es gallega, una compañera extraordinaria, y me pidió que le permutase la plaza. Estaba por detrás en el escalafón y le pregunté qué plaza había escogido. Me dijo Burgos. Fue en diciembre de 2009. Lloraba a lágrima viva, porque veía en el telediario que Burgos estaba a menos 15 grados. Yo, mediterránea… Se la permuté. Y ojo que ya había encontrado una casa extraordinaria en La Coruña. Yo viví en una casa de poco más de 40 metros durante cinco años en Madrid en una habitación sin ventanas donde pasaba una media de diez o doce horas cada día.
–¿En qué barrio de Madrid?
–Perdone, pero no lo sé, sólo sé que era céntrico. Recalé en Burgos y empecé a lágrima viva, porque decía voy a morir.
–De frío.
–Sí. De hecho iba a trabajar a la Delegación de Hacienda como abogada del Estado con calzoncillos de caballero por dentro, el traje de ejecutiva, las katiuskas y después me cambiaba mis taconcitos para entrar en el juzgado para dar la mejor imagen institucional que se requiere y que merecen los españoles y la defensa del erario público.
–¿De ahí a dónde fue?
–Pasé a Bilbao como abogado del Estado adjunto. Estuve allí durante un año. En aquel momento teníamos al PP con mayoría absoluta, algo extraordinario porque no se dependía de los chantajes de los separatistas para llegar a acuerdos de gobernabilidad. Al año de llegar me nombraron Abogado del Estado jefe en el País Vasco. Me ofrecieron antes coordinar a nivel nacional los procedimientos concursales, que es una de mis pasiones. Le dije que no, porque me exigía desplazarme a Madrid y me casaba en un mes.
–De eso quería preguntarle, ¿cuándo le llega el amor? ¿recuerda su primer novio?
–Eso está prescrito Javier…. jeje.
–Por eso que ya está prescrito…
–Con mi primer novio estuve diez años. Soy una mujer de relaciones estables.
–¿Con ese primer novio es con el que se casa?
–No, no.
–Vinieron más…
–Tampoco muchos más, jeje. Cuando aprobé estaba soltera. Dediqué esos años a cumplir mi sueño, porque creía que esa era la manera de conseguir el ascensor social.
–Su familia era de clase media.
–Piensa Javier que he tenido la fortuna de tener una madre que es una leona, que nos sacó adelante ella cuando mi padre se fue de casa. Yo tenía 13 años y mi hermana, 6 años.
–¿Se divorciaron sus padres?
–Se fue de casa. Mi madre quería dedicarse a su familia, no tiene estudios superiores, tiene la universidad de la vida, nunca había trabajado y de repente se vio con dos niñas a su cargo y con deudas. Es importante conocer algunos detalles para conocer a la Macarena de hoy. Entré en la adolescencia, que suele ser un tsunami hormonal, con una situación complicada y repetí un curso, 2.º de BUP.
–Le afectó mucho lo de sus padres.
–Estaba completamente perdida. Y fue el ejemplo de mi madre que se fue a trabajar como agente de la propiedad inmobiliaria, que era el oficio de mi abuelito, y de lo que pudo aprender además de dar unos cursos, lo que me hizo encauzarme. Veía cómo se iba todo el día a trabajar hasta la noche. A partir de ese momento retomé los estudios y obtuve las máximas calificaciones, una persona que venía de repetir curso. No sé lo que aprobé, desde luego gimnasia no, era bastante vaguilla. Ahora que estamos con la enésima discusión artificial y alejada de la realidad que nos trae el Gobierno con Podemos a la cabeza con el permiso por la menstruación, yo era de las que utilizaba esta excusa para no ir a clase de gimnasia, lo confieso abiertamente. Recuerdo perfectamente al profesor, don Joaquín, que me decía: «Olona, ¿cuántas veces suele tener usted la regla al mes?». A partir de ahí saqué muy buenas notas en BUP y COU y obtuve un premio extraordinario en la carrera. Y ahora pasamos al tema amoroso, aunque ojo eh, que yo soy una señora hasta donde se puede leer…
–Bueno, no le voy a decir quién le da alegría a tu cuerpo Macarena…
–Jajaja. Estamos con el divorcio.
–No, no hemos llegado todavía a la boda.
–Sí, es verdad. Me marché llorando, porque es verdad que al castellano cuesta entrar, pero después es para toda la vida. Yo tenía 30 años, soltera, y con la oposición recién aprobada me tuve que comprar un perro para relacionarme. Mi primer caso fue un juicio de insolvencia y me pegaron un revolcón con la contabilidad que no las vi venir. Con mi primera productividad, que creo que fue de unos 5.000 euros, más lo que tenía ahorrado, me fui a un curso del IE en Madrid y ahí conocí al que fue mi marido. Estuve con él cinco años.
–¿Tuvieron hijos?
–No.
–¿No tiene hijos?
–Tengo un hijo maravilloso que es lo mejor que he hecho en mi vida. Soy madre desde hace dos años y seis meses. Esa siempre ha sido mi mayor prioridad, aunque nunca he hablado de mi vida personal, hoy estamos rayando el límite, Javier.
–Pero es bueno que la gente conozca a nivel personal a los políticos.
–El problema, y esto es bueno que se sepa, es que desde hace 23 meses voy con escolta permanente, algo que no he llevado en el País Vasco, por las amenazas de muerte de la extrema izquierda. Me siento muy cómoda ahora, aunque debo mantener una reserva porque cualquier información puede suponer una vulnerabilidad en mi seguridad.
–Es un niño.
–Un leoncito.
–¿Se volvió a casar?
–No, pero estoy divorciada.
–Usted es una mujer muy devota, muy católica…
–Voy a decir una cosa, y espero no ofender a nadie, soy una mujer de profundas contradicciones.
–Por eso le decía lo del divorcio o es que pidió la nulidad.
–No, me casé por lo civil, porque mi exmarido estaba casado en primeras nupcias. Le contaba que tengo muchas contradicciones porque tengo mucha suerte, tengo una enorme fe. Cada día pido perdón a Dios por esas profundas contradicciones, a mi Virgen Esperanza Macarena que es la que me cubre con su manto, no como política. He ido a llorarle muchas veces cuando he tenido que afrontar decisiones de mi vida y necesitaba mirarla, llorar las dos y siempre le pido fuerzas para seguir adelante. No veo contradicción con mi fe en ese sentido ser una mujer divorciada, porque Dios es bondad, es amor y seguro que me perdona todas mis contradicciones.
–Vayamos con un tema más polémico. Se les acusa de estar atacando a los colectivos LGTBI. Si su hijo le dijera en el futuro mamá soy homosexual, ¿intentaría que fuera a un psicólogo?
–Por favor, Javier. Te agradezco que me hagas esa pregunta porque es una de las profundas manipulaciones que hay contra Vox. Es una salvajada para mí, y para mi partido, que alguien diga que la homosexualidad es una enfermedad. Si mi hijo me dijera que es gay haría lo mismo que si me dijese mamá tengo novia. Ser inteligente. Yo quiero que mi pollito esté conmigo, que por supuesto viva su vida, pero que sea feliz y que esté lo máximo posible con su madre. Yo sólo le pido a Dios que la persona que esté a su lado sea buena, que lo complemente, que saque la mejor versión de sí mismo, yo no le pido a Dios por el sexo, y que no le haga daño, que yo soy muy mamá leona, ojito con eso.
–Macarena 'Oleona'…
–No voy con la escopeta, pero ojito con mi cachorro. Yo sólo pierdo los papeles cuando me insultan delante de mi bebé. Por mi cachorro, mato.
–¿Cómo entró en política?
–Contactó conmigo Iván Espinosa de los Monteros a través de Linkedin y les pedí tiempo, porque ya tuve ofertas de otros partidos políticos con anterioridad a los que les dije no de inmediato.
–¿Qué otros partidos le tentaron?
–Javier, espero que me estés escuchando…¡No te he dicho que soy una señora! Una señora no tiene memoria.
–Pero eso es una cuestión pública.
–Te digo una cosa, a derecha y a izquierda. He estado con gobiernos del PSOE y del PP como abogado del Estado y han podido comprobar que para mí la ética profesional es algo esencial. Por lo que más valgo es por lo que callo… a derecha y a izquierda.
–Para aclararlo, ¿le han tentado partidos de izquierdas?
–Políticamente, no, sólo me han tentado por la derecha.
–¿Le gusta viajar?
–Fui mamá hace dos años y medio y no recuerdo eso de pasar una tarde tranquilamente, ir de compras, leer un libro, que es una de mis pasiones. Siempre me ha gustado escaparme a un país donde no llegase la cobertura, pero ahora no y lo digo con una amplia sonrisa. Todo minuto disponible de mi vida es para mi hijo, que está sufriendo un gran sacrificio. Mi familia me hace una cobertura muy importante.
–¿Tiene ayuda en casa?
–Sí, de otra manera sería imposible. Yo en mi economía doméstica tengo un excel donde controlo ingresos y gastos y esa ayuda es la primera que va a gastos, que lo quito de otras cosas.
–¿Tiene una persona interna?
–No, me ayuda unas horas.
–¿Es española o inmigrante?
–Aquí, como le dije anteriormente, tengo que pararme, porque cualquier dato que yo revele puede ser un fallo de seguridad.
–¿Tiene usted muchos amigos inmigrantes?
–Por supuesto. ¿Se refiere a personas extranjeras que están residiendo en España?
–Sí y también a los que hayan entrado de manera irregular.
–Sí, y en algún caso forma incluso parte del ámbito familiar.
–¿Qué siente cuando le llaman facha?
–No me siento aludida. Maca, por ir de lo personal a lo general, no se da por aludida. Cuando me dicen franquista… es que nací en el 79. Yo he nacido en democracia, lo cual no significa que tenga absoluto respeto hacia mis mayores que con sangre, en algunos casos en las manos, tuvieran altura de miras y una generosidad para mirar al frente, cerrar heridas que todavía sangraban y darnos una Constitución.
–Aquí, donde usted está sentada, hubo un candidato de Vox que no consideraba que Franco fuera un dictador. ¿Usted no pensará lo mismo?
–Franco fue un dictador, aunque eso no obsta para diferenciar distintas etapas. No fue la misma la etapa inicial que la posterior. Eso no obsta para que tengamos que decir alto y claro que la izquierda quiera instigar el odio entre españoles. Yo he tenido familiares en uno y otro bando y hay que preguntarse por qué la política actual me quiere obligar a mí a condenar a uno de mis abuelos o a uno de mis tíos si ellos desde su generación se dieron un abrazo. A mí me parece bien que los familiares quieran localizar los restos de sus familiares, cuidado, de uno y otro bando, para darles cristiana sepultura.
–¿Se lleva bien con algún diputado de izquierdas o independentista? ¿Toma café con ellos?
–Soy una persona que intenta ser educada, no verá una falta de respeto. Le dio los buenos días o las buenas tardes a todo el mundo… Te estoy mintiendo, van a decir que soy política.
–Pues no me mienta, dígame la verdad.
–A Bildu no le saludo. Si en un grupo está Aizpurua, Mertxe Aizpurua, la cara de ETA, porque esta señora está condenada por señalar las dianas en el diario Egin, entonces no saludo.
–Vayamos terminando, ¿por qué le pide tanta gente que le felicite sus cumpleaños?
–Estoy alucinando, ¿de dónde ha sacado tanta información?
–Basta con ver su Twitter. ¿Cuántos seguidores tiene?
–Soy un dinosaurio tecnológico. Es un instrumento necesario para que conozcan tu mensaje. Macarena es lo de menos, lo importante es el programa de Vox. Te tengo que decir que hiciste una entrevista que me encantó a Paco, a Paco de la Torre, al que no tengo el gusto de conocer, pero al que admiro mucho, y creo que le preguntaste si era el mejor alcalde de Andalucía, de España o del mundo (sonrisas), y estuvo tan grande en la respuesta, que te dijo, creo que sinceramente, «que te olvides, que Paco es lo de menos, que Málaga es lo importante». Paco es un grande. Ahora tengo unos 350.000 seguidores y Twitter lo llevo yo y eso se nota para lo bueno y para lo malo. No filtro. De repente, seguidores me empezaron a pedir que los felicitara por el día de su cumpleaños. Y lo hice, porque hago un seguimiento diario que me permite conocer la calle, además de patearla, porque eso es Vox. Macarena es la voz de la calle y esa es la próxima presidenta de Andalucía, la voz de la calle en San Telmo. Yo contesto las felicitaciones, aunque ahora se nos ha ido de las manos. Soy una privilegiada cuando pienso que una persona es feliz porque yo haga algo tan simple como felicitarla. A veces se me pasa alguna, pocas, aunque les pido que lo sigan haciendo y me lo reclamen. A mí me hacen inmensamente feliz.
–¿Tiene tatuajes?
–Dos, de mi época complicada.
–¿Se puede decir dónde?
–No, jeje... Te iba a decir una burrada. Dos tatuajes. Tenía tres, aunque uno lo borré porque lo tenía en un lugar visible y los otros los conservo porque son un recuerdo permanente de que hay que trabajar constantemente el equilibrio, que puedes caer y que lo importante es levantarse.
–¿Su comida favorita?
–Pasta en sus múltiples variantes.
–¿Bebe alcohol?
–Hay cosas que están prescritas, yo era de tequila. Ahora me gusta la cervecita y el vino tinto los fines de semana.
–¿Músico favorito?
–Pablo Alborán. Me he levantado muchos días con Pablo Alborán, ya me entiende, jeje.
–¿Si Juanma Moreno se hace un Ayuso usted se hará un Monasterio?
–La pregunta que Moreno se tiene que hacer es si está dispuesto a ser mi vicepresidente. El único riesgo es el abrazo entre el candidato del PP con Juan Espadas, que es el mismo abrazo que se han estado dando en los últimos meses de legislatura, o no recordamos cuando el PP evitó hacer una crítica política en Andalucía después del escándalo de la mujer de Juan Espadas en la Faffe.
–Usted que cambia tanto y es tan viajera, ¿estará mucho tiempo en Andalucía?
–Estoy muy feliz. En estos tres años en que Andalucía decidió que estuviera en el Congreso de los Diputados, porque ya me han elegido dos veces, me he entregado a Granada y a Andalucía. No he hecho como otros políticos que siendo oriundos una vez que han pasado Despeñaperros se han olvidado de las necesidades andaluzas. Me entrego por completo a Andalucía, he renunciado a mi acta de diputada y vengo a ganar para que Andalucía gane. Mi compromiso es total, absoluto.
–Como le decimos a todos los candidatos, muchas gracias y mucha suerte.
-Muchas gracias.
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