Los candidatos tiran de intensidad en un debate más vivo a seis días de la cita con la urnas

En un debate a seis no suele haber ganadores y perdedores claros, pero el candidato a la reelección, Juanma Moreno, consiguió situarse durante las dos horas de intervenciones cruzadas justo en el lugar que quería: en el centro de los ataques desde las formaciones situadas a su izquierda y desde Vox. Al igual que en el primer debate los diferentes diagnósticos sobre la realidad de Andalucía sobrevolaron sobre las intervenciones de los candidatos, pero a diferencia de en aquella ocasión, los seis aspirantes asumieron riesgos y contrastaron acusaciones pero también propuestas.

Fue el protagonismo que intentó adquirir la candidata de Vox, Macarena Olona, lo que permitió a Juanma Moreno situarse en el lugar central que perseguía, aunque Olona fue cambiando de registro a medida que avanzaba el debate, que inició lanzándole acusaciones de traicionar el pacto de investidura hasta acabar tendiéndole la mano para un posible acuerdo postelectoral.

El balance de los tres años y medio del gobierno del cambio abrió la confrontación. Juan Marín defendió la gestión del gobierno frente a quienes decían que se iba a desmantelar el estado de bienestar y lanzó una batería de propuestas: invertir en políticas sociales el 2 por ciento del PIB, aumentar las becas un 33 por ciento y considerar como numerosas a las familias con dos hijos y monoparentales.

Macarena Olona reprochó al presidente que haya libros en la educación pública que expliquen la masturbación a los alumnos, En su turno, Teresa Rodríguez defendió el derecho de los niños a acceder a educación sexual. «Si no tenemos la educación sexual que daban los curas, que decían a los niños que la masturbación los dejaba ciegos», dijo la candidata de Adelante Andalucía, que dejó una de las perlas del debate con una cita de Woody Allen, que defendía la masturbación porque «es hacer el amor con quien más te quiere».

Juanma Moreno no eludió la acusación. «No sé si creerle –le dijo–; la semana pasada me trajo mercancía caducada», replicó en referencia a otro libro esgrimido en el primer debate, que había sido retirado hace ocho años, «antes de que usted se dedicara a la política», criticó. Moreno reprochó a Espadas y Olona que unieran sus votos para atacar la gestión de la Junta y destacó que el gobierno andaluz ha hecho «un encomiable esfuerzo para garantizar los servicios públicos». Olona le recordó que es presidente de gracias a Vox y el candidato socialista, Juan Espadas, aplaudió que así lo hiciera.

Espadas aseguró que la Junta ha recibido en estos tres años y medio más fondos que nunca del Gobierno central y pese a ello ha cerrado aulas. «Su modelo es el de Ayuso, que se carga la gratuidad de la educación de cero a tres años», dijo el candidato del PSOE-A, que acusó a Moreno de haber intentado quitar la matrícula gratuita de las universidades. «No es verdad», le respondió el candidato Popular. «Sí, me lo han dicho los rectores», aseguró Espadas.

La candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, recordó que la media española de inversión en Sanidad es de 1.700 euros mientras que en Andalucía es de 1300. «Encontrar un pediatra es encontrar el santo grial –dijo señalando al presidente–. ¿Si ha puesto tanto dinero, cómo puede ser que haya un solo neurocirujano en Jaén o en la mitad de la provincia de Cádiz no haya matronas?».

La sanidad fue uno de los temas en los que los candidatos chocaron con más fuerza. Espadas citó el caso de una persona con dolor de espalda a quien le dieron cita para dentro de un año y reclamó a Moreno que reconozca que la inversión realizada en sanidad provino de fondos enviados por el Gobierno central. «Es lo que le correspondía a los andaluces», respondió el candidato del Partido Popular, que recordó a su par socialista que la población de la comunidad autónoma supone el 18 por ciento del total de España.

La situación económica fue otra de las cuestiones en las que se evidenciaron las diferencias. Espadas rechazó lo que consideró «triunfalismo» en el diagnóstico del Gobierno andaluz y llamó la atención sobre la situación de los jóvenes. También afeó a Moreno que se apunte el mérito del crecimiento de las exportaciones y del empleo, que en su opinión corresponde a las empresas.

El candidato a la reelección, por su parte, llamó la atención sobre las cifras actuales de paro y también de desempleo juvenil, mejores que las de 2018, y recordó que eso se ha conseguido a pesar de la pandemia. Destacó que se ha rebajado en nueve puntos el desempleo juvenil y que uno de cada cuatro empleos creados en España está en Andalucía. Anunció entre sus propuestas que se va a bonificar a los nuevos emprendedores el 100 por cien de sus cotizaciones a la Seguridad Social durante los dos primero años. Respondió a la acusación de Espadas de hacer un diagnóstico triunfalista: «Usted niega siempre la mayor», le dijo tras acusarle de ser el «delegado» en Andalucía de Pedro Sánchez. Teresa Rodríguez, por su parte, también desmintió los datos citados por Moreno y aseguró que la brecha de empleo entre Andalucía y el resto de España es actualmente la más alta del siglo. También Nieto discrepó en el diagnóstico. «Se le está poniendo toda la cara de la señora Susana Díaz, negando la evidencia. Y ya sabe dónde está Susana Díaz», señaló.

El capítulo de la economía marcó el punto de mayor discrepancia entre Vox y el PP. «Ustedes se han alineado con los poderosos, dicen lo mismo que Ana Patricia Botín», dijo Olona señalando al resto de candidatos, a los que acusó de ser sucursales andaluzas de los partidos que han aprobado una ley de cambio climático que condena a la industria española. Nieto la retó a que explicara que Vox votó en contra de que se prohíba despedir a trabajadores enfermos o que se venda productos del campo a pérdida. «Todo lo que puede presumir de empleo lo ha hecho el despliegue de las políticas del Gobierno central», afirmó.

Uno de los momentos más vivos fue en el último capítulo, en el que se abordaron los posibles pactos de gobierno. Juanma Moreno insistió en lo que viene siendo una de sus principales ideas fuerza durante la campaña: su voluntad de gobernar en solitario, un objetivo, dijo, que es alcanzable, posible y viable. El candidato a la reelección acusó a Espadas de tener como único argumento de campaña una posible alianza entre el PP y Vox.

Lo hizo después de que Espadas lo acusara de estar toda la campaña «mareando la perdiz»y le reclamara que diga si va a volver a pactar con Vox para seguir como presidente de la Junta. «Diga que no volvería a apoyarse en Vox para gobernar», le exigió.

El bloque lo había abierto Macarena Olona tendiéndole la mano para un pacto de gobierno. «No le voy a tener en cuenta las cositas que me está diciendo en la campaña, va a tener mi mano tendida», aseguró, aunque a renglón seguido le anunció que si tan solo necesita una abstención de Vox para ser presidente, «no lo va a ser si Vox no forma parte del Gobierno». La candidata también le ofreció a Moreno la vicepresidencia en caso de que ella fuera la más votada. «Eso es un delirio», le respondió el presidente.

El candidato socialista consideró esta intervención «una declaración de amor» y dio por hecho que, si los números dan, habrá pacto entre el PP y Vox. Por ese motivo, cerró su intervención apelando a los progresistas que se quedaron en casa en 2018 para frenar el pacto que, a su juicio, se puso en evidencia en el debate. Nieto advirtió que «esto va de bloques» y que los votos tienen que contribuir a un gobierno de progreso. No se refirió a la idea del inicio de la campaña sobre abstenerse en la investidura si con ello impide la entrada de Vox en el gobierno.