Málaga tiene la tercera hipoteca más cara del país: 230.000 euros

El importe medio de las hipotecas en la provincia ha subido un 10% de julio a julio. Hay que tener en cuenta que estas cifras pueden estar condicionadas por el tipo de viviendas que se hayan hipotecado en cada mes: puede dar la casualidad que en un mes haya varias casas de muy alto importe que distorsionen la media. Para evitar este efecto se puede acudir a la suma acumulada de todas las hipotecas firmadas en los siete primeros meses del año en la provincia. En este caso, el importe medio es de 195.652 euros y el aumento interanual (respecto al mismo periodo de 2023) es del 15%.

Así pues, las cifras concretas varían en función del periodo que se elija, pero la tendencia es la misma, y es que la hipoteca media no deja de subir, en consonancia con el precio de la vivienda.

El mes de julio supuso una recuperación en el mercado hipotecario después de varios meses de caída en la concesión de préstamos. En Málaga se inscribieron 1.556 operaciones, un 8,5% más que en el mismo mes de 2023. A nivel nacional el aumento fue más intenso, del 23,5%, siendo el mes de julio más potente en este sentido desde 2010. Los expertos interpretan que el inicio de las bajadas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) empieza a animar el mercado, a pesar de que los precios de los pisos mantienen imparable su escalada.

Precisamente ayer se supo que el euríbor apunta a caer en septiembre por debajo del 3% por primera vez desde noviembre de 2022. Hasta ayer, el euríbor a 12 meses en tasa diaria registraba una media del 2,946% y con una clara tendencia a la baja, con los últimos días del mes rondando el 2,77%. Esto se traducirá en una rebaja considerable en la cuota hipotecaria que pagarán la mayoría de españoles.

No obstante, la mitad (o incluso más, algunos meses) de las viviendas se compran al contado en Málaga, un porcentaje muy superior al que era habitual en la provincia. En julio, sin ir más lejos, se vendieron 3.171 casas y se firmaron 1.556 hipotecas, lo que indica que sólo el 49% de las operaciones se financiaron. Esto apunta a que muchos compradores son inversores o bien personas que han vendido una vivienda para comprarse otra.