El teletrabajo se afianza en las empresas malagueñas, que no volverán a la oficina a corto plazo

Las razones que explican esta marcada prudencia de la mayoría de las empresas respecto a la vuelta al trabajo presencial son varias. Una es, por supuesto, el miedo a los contagios. Otra es que no han percibido una merma de la productividad durante estos dos meses. Y también hay otro factor de índole económica: los costes de implantación de las medidas de seguridad e higiene son altos y las compañías que se están viendo afectadas económicamente por la pandemia han visto en el teletrabajo una forma de reducir gastos.

¿Hasta cuándo permanecerán entonces las oficinas vacías? El Gobierno quiere que el teletrabajo sea la norma siempre que sea posible al menos hasta la fase 3 de la desescalada, que no empezará en Málaga hasta el 15 de junio si se mantiene el calendario previsto. Las empresas no tienen prisa por volver. «Prudencia», «seguridad» y «retorno gradual» son las palabras más escuchadas cuando se pregunta a compañías como Opplus, que probablemente sea la que más oficinistas tiene de toda Málaga: 3.000 personas acudían cada día a sus instalaciones del PTA hasta el 14 de marzo.

En esta filial de BBVA dedicada a labores de 'backoffice' el teletrabajo se impuso de un día para otro a raíz de la declaración del estado de alarma. Ahora hay un «grupo de trabajo» para el denominado «Plan de Retorno» que está «estudiando todo con detenimiento» y sin fechas. «Sabemos que el entorno y la situación son muy inciertas y debemos estar siempre pendientes de las recomendaciones de las autoridades sanitarias y normas que se establezcan en la desescalada», apuntan desde la compañía. «Se han definido cinco principios que guiarán ese retorno: «retorno prudente, anteponiendo ante todo la seguridad y salud de las personas; retorno gradual, siempre bajo las normas que establezca el Gobierno y en función de los datos que dispongamos en cada momento; por turnos organizados para evitar aglomeraciones en la entrada y la salida; con estrictos protocolos de seguridad e higiene y brindando apoyo e información a la plantilla en todo momento».

En Unicaja Banco la «práctica totalidad» de los trabajadores de servicios centrales está funcionando en teletrabajo y así seguirá siendo por el momento. La compañía está «trabajando» en un plan de retorno, pero sin fecha. Por el momento sus esfuerzos están volcados en garantizar la seguridad de los empleados de oficinas, que tienen que trabajar cara al público. Precisamente por ellos se ha comenzado la realización de test de inmunidad frente a la coronavirus, que se irá ampliando a toda la plantilla. Similar situación se vive en otras entidades financieras.

En el sector tecnológico van más allá: compañías como Google o Facebook ya han anunciado que el teletrabajo se mantendrá hasta final de año y Twitter va a permir a sus empleados que lo mantengan si así lo desean cuando termine la pandemia. En Málaga, los 35 trabajadores de Virustotal fueron de los primeros en irse a trabajar a casa y seguirán así todo 2020. Freepik también impuso el teletrabajo la semana antes del estado de alarma y así seguirán sus 233 trabajadores hasta el 31 de diciembre. Para contribuir a que el trabajo desde casa sea lo más cómodo posible, la empresa va a dar a cada trabajador una tarjeta por valor de 100 euros para adquirir material de oficina.

Similar situación se vive en las grandes compañías del PTA: Accenture, Ericsson, Oracle... «Sólo las empresas con producción industrial mantienen actividad presencial», explica el director de la tecnópolis, Felipe Romera. Antonio Gómez-Guillamón, CEO de Aertec Solutions, cree que seguirán en teletrabajo «al menos hasta final de junio». «La adaptación es muy buena y no se pierde eficiencia. Lo que sí haremos es volver a viajar en cuanto se pueda para hacer desarrollo de negocio», afirma.

Los sindicatos se muestran de acuerdo con prolongar el teletrabajo «de manera temporal en cumplimiento con los protocolos sanitarios». Pero advierten de que una vez finalizado el estado de alarma, tocará sentarse a negociar la situación concreta de cada sector o empresa. «Los derechos de conciliación no pueden sustituirse por teletrabajo. Y habrá que tener en cuenta los gastos que les supone el trabajo desde casa a las familias», afirma el secretario provincial de CC OO Málaga, Fernando Muñoz.