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Soledad Ruiz (Ceuta, 1962) fue elegida ayer secretaria general de UGT Málaga en el 15º Congreso Provincial de la organización. La mujer que hasta ahora lideraba la Secretaría de Políticas Sociales y Seguridad Social de UGT Andalucía advierte a las empresas de que será «combativa» ... a la vez que «responsable» para contribuir a la recuperación económica.
-¿Cómo fueron sus inicios en el sindicalismo?
-Yo me afilié en el 85, el día que firmé mi primer contrato. Empecé siendo delegada de mi empresa. En 1988 aprobé las oposiciones para entrar en el Inem, lo que ahora es el SEPE. En 1994 me eligieron secretaria general en Ceuta, mi ciudad natal, y un año después me fui a Madrid para asumir el reto de meter las políticas de igualdad en la negociación colectiva. Tuve la fortuna de que en ese momento se empezó a negociar a nivel europeo un acuerdo entre sindicatos y patronales para los permisos parentales y yo fui designada la representante de los sindicatos españoles. Aquel acuerdo fue histórico porque el texto pactado entre ambas partes fue el que se llevó a directiva. Fueron experiencias realmente enriquecedoras.
-Y de ahí dio el salto a la política, convirtiéndose en la primera directora del Instituto Andaluz de la Mujer. ¿Cómo ha sido ese camino de ida y vuelta?
-Yo soy una feminista convencida; de corazón, de cerebro y de sangre. En 2004 me ofrecieron lo que era entonces el honor más grande que te podían dar: Micaela Navarro me llamó para llevar el Instituto Andaluz de la Mujer, y con el enfado de Cándido Méndez, que no quería que me fuese, acepté. Me parecía que era un enorme privilegio y creo que hicimos un gran trabajo, incluida la reforma del Estatuto de Andalucía. Cuando llegó Susana Díaz me cesó y entraron otras personas, así que me incorporé a mi trabajo. Después Carmen Castilla [secretaria general de UGT Andalucía] quiso rescatarme para llevar las políticas sociales y de Seguridad Social.
-¿Cuáles son los retos pendientes en materia de igualdad?
-Que haya una secretaria regional y dos secretarias provinciales significa que hemos avanzado. Pero no lo hemos conseguido todo, eso está clarísimo. Seguimos trabajando desde el punto de vista interno para que se entienda que las mujeres seguimos llevando la carga de las responsabilidades. Eso significa que no podemos poner reuniones a las tantas de la tarde. Adaptar el sindicato poco a poco, que yo creo que queda bastante, es importante. Yo diría que un salto cualitativo importante ha sido la entrada en vigor de la Ley de Igualdad y los planes de igualdad porque obliga a los compañeros y compañeras a repensar sus propias empresas desde el punto de vista de la igualdad. Es un cambio de paradigma. Y el tema de la maternidad es muy importante: cómo tratan la maternidad el mercado de trabajo y las propias empresas sigue siendo del Pleistoceno.
-¿Confía en que el permiso de paternidad igualitario marque un punto de inflexión?
-El hecho de que el permiso sea obligatorio para el hombre, al menos una parte, es importante para que por un lado, en lo privado, ellos sean corresponsables y, por otro, en el trabajo, el permiso no sea visto como una carga negativa para las mujeres. Es el futuro de la sociedad y todos, tengamos hijos o no, tenemos que apoyar que las personas jóvenes cuando lo deciden libremente tengan hijos. Este es un déficit de los gobiernos y del conjunto del empresariado, que lo ve como algo negativo en vez de algo positivo.
-Asume el liderazgo de UGT Málaga en el momento más difícil que ha atravesado el mercado laboral en la historia reciente. ¿Con qué estrategia asume el reto?
-La pandemia ha provocado un 'shock' económico y social. Y yo quiero avisar de que nosotros vamos a ser muy combativos con los derechos laborales. No se puede aprovechar la pandemia para hacer despidos y reformular las empresas con el fin de hacer caja. Hay muchos empresarios responsables y yo apelo a todos ellos. La UGT se ha distinguido a lo largo de su historia como un sindicato útil y por tanto responsable. Nosotros queremos ser muy combativos, para eso somos un sindicato de clase, pero también apoyar a las empresas y generar confianza para que vuelvan las inversiones. Y estamos pidiendo a los gobiernos a todos los niveles, desde el central hasta el local, que fomenten la inversión pública. Uno de los retos principales es tratar de diversificar la economía de Málaga. Realmente creo que tenemos muchas potencialidades. El turismo de sol y playa tiene que complementarse con el turismo medioambiental, monumental, gastronómico... Y hay que hacerlo con calidad, con formación, combatiendo la precariedad laboral. Y, además del turismo, hay otros sectores que en los próximos años van a crear mucho empleo, como la logística y la industria agroalimentaria.
-Si algo ha evidenciado esta pandemia es lo crucial que es tener una buena sanidad pública. ¿Confía en que quede blindada o se les olvidará a los políticos cuando toque hacer recortes de nuevo?
-Hay una evidencia clara: los recortes de los últimos años hicieron que no pudiéramos hacer frente en el primer momento a la pandemia. Málaga sigue siendo de las últimas provincias en ratio de camas y personal sanitario. Es inadmisible la alta precariedad de ese personal, porque nada es más importante que la salud. Y no me olvido de la dependencia. Ayer constituimos una mesa de diálogo social con la Consejería de Igualdad, la patronal y CC OO para hablar de la modificación de la Renta Mínima de Inserción en Andalucía, que debe complementar al Ingreso Mínimo Vital, así como abordar los retos de la dependencia.
-¿Cuáles son sus exigencias en el ámbito de la dependencia?
-Lo que ha hecho la pandemia es romper las costuras de la dependencia. Cuando se habla de dependencia unos miran a las residencias, otros a los centros de día... pero la dependencia es también la discapacidad, la atención temprana a menores de 6 años y, por supuesto, el cuidado de los mayores. Hay una serie de servicios muy importantes de los que lo público se ocupa muy poco y están en manos de entidades sociales, que los asumen en condiciones precarias y sin apenas ayuda.
-¿Confía en que el Gobierno derogue pronto la reforma laboral?
-En ello estamos y saldremos otra vez a la calle el 1 de mayo contra la reforma laboral. El gobierno del PP le dio con la reforma laboral a los empresarios todas las herramientas; por tanto, ellos están cómodos. Así que nosotros no vamos a conseguir nunca un acuerdo si la negociación es bipartita. El Gobierno tiene que mover ficha, si puede ser con acuerdo bien, pero si no, también, porque ahora mismo somos la parte débil.
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