Confesiones de un exreclutador
Lo que nunca te han contado sobre cómo afrontar la búsqueda de empleo
Luis González Quero
Domingo, 19 de marzo 2023, 00:34
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Luis González Quero
Domingo, 19 de marzo 2023, 00:34
¿Te imaginas lanzarte a hacer el Camino de Santiago sin ninguna preparación previa? Algo similar sucede con la búsqueda de empleo. Los reclutadores estamos entrenados para identificar la falta de preparación de los candidatos con indicios muy visibles (un currículum con numerosos errores) o ... casi imperceptibles (entrevistas donde no sabemos cómo comportarnos). Pero te traigo buenas noticias: al igual que casi todas las capacidades, la empleabilidad también se entrena. No te traigo la solución universal a todos tus problemas de empleo, pero sí unos consejos que, bien aplicados y con perseverancia, te ayudarán a llegar a la meta sin morir en el intento.
Olvida las cartas de recomendación y las parrafadas que te definen como «alguien proactivo, con mucha motivación y pasión por el trabajo en equipo». ¿Sabes la cantidad de veces que leemos este mismo texto a lo largo del día? Para entrar por los ojos al reclutador, diseña un elevator pitch que puedes plasmar en tu currículum en un máximo de 5-6 líneas y que refleje qué te hace diferencial como profesional y sobre todo para la empresa a la que estás postulando. ¿Lo vemos en un ejemplo?
Ejemplo mejorable:
«Busco una empresa en la que crecer y desarrollarme profesionalmente, donde aportar mi valía y mis capacidades»
Ejemplo mejorado:
«Obtener un puesto en el área de marketing que me permita contribuir con mis habilidades y experiencia en la recaudación de fondos para organizaciones sin ánimo de lucro».
¿Ves alguna diferencia? Exacto. En el primer ejemplo no nos están diciendo nada. Es un texto que se adapta tanto a una vacante de operario de almacén como de dirección de ventas. La preparación y la dedicación quedan evidenciadas en el segundo ejemplo; ¡no olvides que buscar trabajo es un trabajo y hay que dedicar tiempo y cariño!
Me sorprende la cantidad de consejos que veo en reels de Instragram o blogs sobre la extensión recomendada de una página, sobre que el currículum debe ser genérico para incrementar las oportunidades de empleo, o que los logros deben ir en una sección aparte. Vamos a ser prácticos: una cosa es el currículum «base» sobre el que trabajarás y que te recomiendo que recoja absolutamente toda tu experiencia, formación, logros y capacidades; y otra muy diferente el documento que recibe el reclutador.
Imagina que tienes un currículum con toda tu información (una nevera llena de comida) y vas a aplicar a una vacante concreta (quieres preparar un salmorejo). Para preparar este maravilloso plato no vas a requerir todos los ingredientes de tu nevera, ¿verdad? Te quedarás con los necesarios y harás lo posible porque sean ingredientes de buena calidad para potenciar el sabor. Algo así pasa con tu currículum. No hay problema en que el formato final que envíes a una compañía tenga una extensión de 2-3 páginas, siempre y cuando esté justificado y haya encaje entre lo que incluyes y lo que nos están pidiendo.
Al igual que no empezamos la casa por el tejado, no encajamos el contenido de nuestro currículum en un diseño que nos encanta. Esto no funciona. Te recomiendo que tomes una hoja en blanca para hacer el primer borrador (ya te preocuparás del diseño posteriormente). Lo que no debe faltar en tu perfil es lo siguiente:
• Datos personales: Nombre completo, datos de contacto, enlace a perfiles profesionales online -LinkedIn – y ubicación.
• Perfil profesional: Incorpora unas líneas presentándote, adaptando tu perfil a lo que nos requieren en la vacante a la que estamos aplicando.
• Experiencia profesional: La estructura más sencilla debe incluir, para cada experiencia, los siguientes puntos (siempre ordenado de más a menos reciente):
- Nombre del rol y empresa
- Fechas de ocupación
- Un par de líneas indicando cuál era mi propósito u objetivo en la empresa (por ejemplo, como reclutador, mi misión es incorporar los perfiles más adecuados para asignarlos a los proyectos en tiempo y forma, dentro del área de selección y gestionando 2 personas).
- Las funciones más recurrentes con guiones o «bullet points».
- Proyectos o logros más relevantes (veremos un ejemplo más abajo).
• Formación: Podemos diferenciarla entre «formación formal» y «otras formaciones» (por ejemplo, cursos online). Por favor, recuerda que el curso sobre identificación de setas venenosas que realizaste en 1.999 ya no es relevante. Deberías indicar el centro de formación y la fecha.
• Habilidades digitales: Identifica las herramientas que manejan y una descripción breve. Si has trabajado con Excel, por ejemplo, indica qué eres capaz de hacer. Si indicas que tienes «5 estrellas» en Excel, el reclutador no sabrá a qué te refieres porque queda dentro de tu subjetividad (algo similar pasa con «dominio de Excel»).
• Idiomas: Aquí sí podemos señalar el nivel que tenemos de un idioma, al haber distintos marcos de referencia con los que comparar (por ejemplo, el Marco Común Europeo). ¿Qué pasa si no tienes el título? Puedes poner «nivel equivalente a B1», pero asegúrate de indicar que tienes el nivel que dices tener (siempre puedes hacer tests gratuitos online que te ubican en un nivel u otro).
• Otros datos de interés: Aquí podemos incluir información relevante como disponibilidad de incorporación, de viajar, de cambiar de residencia, permisos de conducción o voluntariados.
• Hobbies: ¿Aporta algo? Inclúyelo. En caso contrario, no te lo recomiendo. Evita siempre incluir referencias políticas o religiosas (nunca sabes quién va a revisar tu perfil).
Nos contratan para lograr unos objetivos, y eso está claro. Si bien es cierto que no todo puede cuantificarse, no es difícil dar información relevante sobre acciones que hemos hecho anteriormente. ¿Lo vemos?
Ejemplo mejorable:
«Atención telefónica a clientes y proveedores».
Ejemplo mejorado:
«Manejo de centralita con 10 líneas disponibles atendiendo una media de 250 llamadas semanales a proveedores y clientes».
En un mercado tan atomizado y superficial las corporaciones tienen a pensar que un candidato con más seniority tendrá más dificultades de adaptación (o no tolerará pasar por los abusos a los que son sometidas algunas personas más jóvenes). Lamentablemente no podemos controlar la percepción de las empresas, pero sí podemos poner el acento en las últimas actualizaciones (muy recomendable centrarnos en habilidades digitales y/o idiomas).
Mi mejor recomendación, una vez tengas tu perfil definido, es llevarlo al plano digital. Es prácticamente imprescindible trabajar tu huella personal en LinkedIn (publicar, interactuar, sumarte a grupos de interés). No te centres solo en portales de empleo; lleva tu perfil profesional a agencias de colocación, consultoras de empleo y Empresas de Trabajo Temporal
Como indicábamos al principio, estos consejos no son la solución a todos los problemas, pero es importante que puedas controlar lo que depende de ti. Mucha suerte, ¡y hasta pronto!
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