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Los empresarios empezaron apoyando sin fisuras y de la mano de los sindicatos las medidas tomadas por el Gobierno para hacer frente al coronavirus, pero el último fin de semana han marcado un antes y un después, empezando por la prohibición de los ... despidos durante el estado de alarma, siguiendo por la restricción de los ERTE y culminando con la paralización de actividades no esenciales. Para el presidente de la patronal malagueña, Javier González de Lara, hay un «cambio de rumbo» en el que han pesado «razones de tipo ideológico que nada tienen que ver con las sanitarias».
En referencia a esta última medida, González de Lara afirma: «Este decreto ha creado una incertidumbre y una confusión tremenda. Si el endurecimiento de la restricción de actividades económicas se venía mascando desde hacía días, no se entiende la forma de anunciarlo ni de aprobarlo, con un borrador que incluía 40 actividades esenciales y que no tiene nada que ver con la norma que finalmente se publica en el BOE en la madrugada del domingo al lunes, con sólo 25», critica el presidente de la CEM, Javier González de Lara.
La patronal no comparte las formas -«El Gobierno empezó con buen pie pero este fin de semana ha cambiado todo: ya no hay consenso ni diálogo social; sólo improvisación», afirma-, ni tampoco el fondo del decreto aprobado al filo de la medianoche del domingo. «No era necesario. Todos los datos indican que el país ya está paralizado al 85% y los centros de trabajo no son un foco de contagio», afirma González de Lara, que advierte de que el motor de la economía «puede gripar» y será «muy difícil volverlo a arrancar». «Se está frenando a las empresas sin darles oxígeno para sobrevivir», añade.
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