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El Gobierno me permite abrir, pero con fuertes restricciones que harán que mi negocio funcione a medio gas. «¿Me merece la pena sacar a todos mis trabajadores del ERTE?» Esta duda es la que se plantean muchos empresarios a la vista del plan ... de desescalada presentado por el Gobierno. Por ejemplo, esta es la situación a la que se enfrentan los bares y restaurantes, que durante la llamada 'fase 1' -previsiblemente a partir del 11 de mayo- podrán empezar a atender clientes, pero sólo en la terraza y al 30% de su capacidad. O los hoteles, que no podrán abrir las zonas comunes al menos hasta el 25 de mayo ni recibir a viajeros de otras provincias hasta finales de junio.
Cada negocio tendrá que hacer sus números, pero lo cierto es que los expedientes de regulación temporal de empleo dan la suficiente flexibilidad como para rescatar a los trabajadores que el empresario considere necesarios para reanudar su actividad de manera parcial mientras el resto de la plantilla continúa suspendida. Así lo confirman quienes más saben de ERTE: los abogados laboralistas y los sindicatos.
El socio del área laboral de Garrigues en Málaga, Cristóbal García, explica: «En el ERTE por causas productivas, por definición, es factible sacar del mismo a un determinado número de trabajadores mientras el expediente sigue activo para los demás pues su finalidad es, precisamente, ir adaptando la fuerza de trabajo a la actividad real en cada momento». En el nuevo contexto normativo derivado del RDLey 8/2020 se está permitiendo dicha posibilidad, también, en los ERTE por fuerza mayor, «a pesar de lo contradictorio que jurídicamente resulta el tener actividad y que concurra una causa de fuerza mayor, contradicción que se salva con la interpretación extensiva que la Administración Laboral está haciendo de la denominada fuerza mayor impropia o indirecta», explica.
El mecanismo para rescatar a parte de la plantilla de un ERTE sin que éste deje de estar en vigor es diferente según el expediente sea por causas productivas o de fuerza mayor. En el caso del primero, García explica que su principal característica es «la total flexibilidad a la hora de implementarlo». «Una vez está en vigor, y atendiendo a lo negociado, cada mes la empresa puede hacer una previsión de los trabajadores que va a necesitar y los va incorporando o retirando en función del nivel de actividad», afirma.
El secretario general de Comisiones Obreras Málaga, Fernando Cubillos, confirma que los ERTE por naturaleza son «flexibles» y «se pueden modificar». «Y si es para mejor, los representantes sindicales vamos a poner alfombra roja», afirma. Cubillos explica que en los expedientes por causas productivas «lo normal es que se deje escrito que los trabajadores se vayan reincorporando al trabajo de forma proporcional a la actividad». Se suele explicitar incluso el criterio para determinar qué trabajadores se incorporan primero; por ejemplo, la antigüedad.
Los ERTE por causa de fuerza mayor son, a priori, más rígidos, pero en la práctica también hay una fórmula que permite que algunos trabajadores vuelvan al trabajo mientras el expediente sigue en vigor. «En los ERTE por fuerza mayor derivados del Covid-19 se está permitiendo rescatar a los trabajadores, sin entender desnaturalizada la fuerza mayor, y basta con comunicar al Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) y a la autoridad laboral que se va a proceder a reincorporar a un número limitado de trabajadores ya que se ha reanudado parcialmente la actividad que se frenó por la causa de fuerza mayor», explica el socio de Garrigues.
Aunque exista esta posibilidad, los empresarios han pedido al Gobierno que extienda la vigencia de los ERTE por fuerza mayor más allá del estado de alarma. «Necesitamos tener una base legal segura para retomar la actividad de forma gradual y flexible», afirma el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara. La propuesta se está negociando entre Gobierno, sindicatos y patronal.
El secretario provincial de CC OO, Fernando Cubillos, prevé un «aumento de la conflictividad laboral» cuando termine el estado de alarma y, por tanto, la restricción para realizar despidos que implantó el Gobierno. Por eso exige a la Junta que refuerce el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla) antes de que se colapse. «El Gobierno andaluz debe adoptar un papel activo para forzar el mantenimiento del empleo en las empresas», añade.
¿Qué pasará el día después del estado de alarma si no se extiende la duración de estos ERTE? Hay negocios, como los hoteles, que van a tardar en recuperar un nivel aceptable de actividad. «Lo que pueden hacer, y de hecho hay empresas que ya lo están preparando, es presentar un ERTE por causas productivas cuando acabe el de fuerza mayor», explica el secretario provincial de CC OO. Así, los concesionarios Safamotor, que tienen a sus 500 trabajadores en un ERTE por causa de fuerza mayor, están ya negociando un nuevo expediente por causas productivas.
No obstante, hay dos razones por la que los empresarios prefieren que se alarguen los ERTE de fuerza mayor, una es que con éstos quedan exonerados de las cotizaciones sociales de los empleados, no así en los de causas productivas. La otra es que los ERTE convencionales exigen un periodo de consultas con la plantilla que «retrasa y complica» su aplicación, según González de Lara.
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