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José Vicente Astorga
Viernes, 23 de septiembre 2016, 00:38
La fábrica de Fujitsu en Málaga se empieza a resentir ya por los problemas de suministro de componentes desde Japón y del sudeste asiático y que llegan a España por Algeciras. El problema no son los proveedores, sino la logística a gran escala para abastecer a la planta. La reciente quiebra de la primera naviera coreana, Hanjin Shipping, que sacude el comercial mundial desde principios de septiembre, ha llevado la incertidumbre a la factoría, donde dirección y comité han pactado un ERE temporal, como informó ayer Málaga Hoy. Después de que cuatro buques de Hanjin con material para Fujitsu vieran alterada su ruta por el recelo de los puertos a la insolvencia de la naviera incluso uno de ellos fue devuelto al puerto de origen, Fujitsu está salvando los envíos más prioritarios por avión, aseguró ayer a SURel presidente del comité de empresa, José Lozano. La previsión es que la naviera alternativa con la que se ha cerrado un acuerdo permita normalizar la cadena logística en algo más de un mes. De hecho, el ERTE expira el 7 de noviembre. La fábrica, con 380 trabajadores de los que 310 son fijos, está dedicada en un 85% a la producción de unidades electrónica para diversos fabricantes de coches, y tiene en Toyota que es, además, primer accionista de Fujitsu a su principal cliente. La fabricación de cajeros la otra gran línea de producción también se ve afectada. De hecho, entre los envíos prioritarios están las unidades de la nueva generación de cajeros que debe comenzar a montarse este año. La presentación del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo)ha sido la medida «preventiva» y de común acuerdo entre la dirección y el comité de empresa, formalizada el lunes ante la Delegación de Empleo de la Junta. El delegado territorial de Empleo, Mariano Ruiz, aseguró ayer que no le constan otros posibles casos de efectos laborales en empresas en Málaga a raíz de la quiebra de Hanjin.
Incertidumbre
Por su parte, Lozano aseguró ayer que la situación actual es de «incertidumbre ante un problema complejo que en principio se considera pasajero». Con procesos de producción muy ajustado a la demanda de los clientes, la fábrica trabaja habitualmente con stocks de componentes muy tasados, por lo que la regularidad en el suministro de pedidos resulta crucial. En situación normal, los contenedores con destino a Málaga tardan entre un mes y cuarenta días, pues son varios los fabricantes y los puertos desde los que se realiza la carga compartida con otras mercancías en los megabuques. Lozano aseguró que el ERTE acordado permite flexibilidad en cuanto a su aplicación a las diferentes líneas de producción, en las que se trabaja desde hace tiempo en tres turnos. De hecho, la fábrica prevé para el actual ejercicio repetir las cifras de negocio del año pasado, que fue récord en sus 43 años de presencia en Málaga con casi 160 millones de euros.
La suspensión temporal de contratos del ERTE presentado para la plantilla el compromiso de la empresa de completar el cien por cien de su retribución en activo, excluidos aquellos conceptos ligados a la presencia en el trabajo. Sin esa mejora, el ERTE conlleva que el salario durante la suspensión de contrato sea del 70 %.
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