El sector del automóvil y el «marketing político»

Recientemente se ha reunido con responsables de la industrial del automóvil en España, que le han trasladado su preocupación por el impacto que han tenido en el mercado los anuncios sobre la fiscalidad del diésel o el final de los motores de combustión. «La política -opina- no debería entrar de forma tan brusca en cuestiones que son tan delicadas. El 'marketing' político debe quedar en un segundo lugar ante determinadas situaciones».

Tiene claro, además, que el Gobierno ha errado en el orden de prioridades. «Todos estamos a favor de tomar medidas en torno al cambio climático -apunta-, pero deben ser lógicas y progresivas. Ningún país de la Unión Europea puede marginar una tecnología que está homologada en el resto de Europa y menos aún hacer daño a la industria. Todos deberíamos tener como primer objetivo crear empleo y además hacerlo en la industria, que es la que puede garantizar salarios más elevados. Pero determinados anuncios pueden hacer que, incluso, algunos fabricantes trasladen fuera sus centros de producción».