El Salvador se prepara para adoptar el bitcoin como moneda de curso legal

La nación centroamericana, que a principios de siglo abandonó el colón para adoptar el dólar estadounidense, sentará un precedente que se mirará con lupa en el resto del mundo. Los fanáticos de esta tecnología, a la que ven como liberadora del sector bancario global, aplauden la medida impulsada por el presidente Nayib Bukele, que considera al bitcoin la solución perfecta para la población que no tiene cuentas corrientes -casi el 70%-, así como un elemento que dará un espaldarazo al desarrollo económico y la innovación. «También facilitará los envíos de dinero del extranjero», dijo, tocando el asunto clave de las remesas que envían los emigrantes salvadoreños a lo largo y ancho del planeta.

Pero el Fondo Monetario Internacional ya ha advertido de que el bitcoin puede desestabilizar los precios y ser dañino para el sistema financiero, mientras que Moody's ha decidido rebajar el 'rating' de la deuda del país. Además, diferentes encuestas también revelan que la mayoría de la población está en contra de este reconocimiento -casi el 70% según el Instituto Universitario de Opinión Pública-, muchos se preguntan cuál es el beneficio de destinar 203,5 millones de dólares para poner en marcha el sistema -incluyendo un fondo de 150 millones para los riesgos de cambio-, y no son pocos los negocios que se negarán a aceptar bitcoins como pago, aunque el artículo 7 de la nueva ley obliga a ello.

En cualquier caso, ya se ha establecido una red de cajeros que acepta la criptodivisa, y será el Estado quien corra con los gastos de gestión y de conversión del bitcoin. No en vano, el propio Gobierno ha desarrollado una cartera digital llamada Chivo que incluye 30 dólares en bitcoin gratis para cada ciudadano y a la que se han destinado 30 millones de dólares.

Conscientes de que cuanta más demanda haya más crecerá su valor, hoy muchos han comenzado a organizarse en las redes sociales para abrir cuentas de Chivo y elevar así la cotización del bitcoin, cuya gran fluctuación lo convierte en un producto de inversión que la mayoría considera de alto riesgo. Buena muestra es el valor que ha tenido en lo que llevamos de mes: de los 46.700 dólares con los que arrancó septiembre ya ha pasado a rozar hoy los 52.000. Y puede que esa cotización haya cambiado sustancialmente desde el momento en el que se ha publicado esta noticia.

De todas formas, es evidente que cada vez más negocios aceptan criptomonedas como medio de pago, aunque en la mayoría de casos el precio se determina haciendo el cambio con la divisa de referencia. América Central es un buen reflejo de las posturas que toman admiradores y detractores de estas divisas: mientras países como Panamá también están en camino de regular su uso, Honduras y Guatemala lo han descartado por completo. En el extremo opuesto se encuentra China, que no solo prohíbe comerciar con criptomonedas sino que ha desarrollado y puesto en marcha su propia divisa digital, un modelo que muchos en Occidente ven con buenos ojos.