Secciones
Servicios
Destacamos
Susana Zamora
Sábado, 9 de octubre 2021
Ser ama de casa no cotiza en la Seguridad Social, lo que se traduce en no tener derecho a paro, ni a bajas remuneradas ni tampoco a una pensión de jubilación contributiva. Sin embargo, hay otras ayudas y subvenciones que sí se pueden solicitar siempre ... y cuando se reúnan una serie de requisitos. Es el caso de una ayuda económica llamada Renta Activa de Inserción (RAI), dirigida a personas mayores de 45 años que no tengan ingresos ni cobren una prestación del SEPE o un subsidio de desempleo. Además de la aportación económica, esta ayuda cuenta con un programa específico de inserción o formación con el fin de facilitar la inserción al mercado laboral.
Esta prestación es el 80% del IPREM (indicador público de renta de efectos múltiples), lo que se traduce en una cuantía que ha pasado de los 430,27 euros en 2020 a los 451,78 euros en 2021. Pero es una ayuda extraordinaria para trabajadores desempleados con necesidades económicas y dificultades para encontrar un empleo a partir de los 45 años; que también se concede a víctimas de violencia de género y doméstica, emigrantes retornados mayores de 45 y desempleados con una discapacidad igual o superior al 33%.
Para poder recibir la RAI se deben cumplir todos estos requisitos en el momento de solicitar la ayuda y hay que mantenerlos durante todo el tiempo que se reciba. Además, es necesario estar inscrito como demandante de empleo y llevar apuntado al paro al menos 12 meses, así como no tener ingresos propios y que la unidad familiar no supere el tope de ingresos.
Además de esta ayuda, existe el subsidio de mayores de 45 años, que lo pueden solicitar las mujeres desempleadas que han terminado de cobrar el paro (la prestación contributiva por tener 360 o más días cotizados) y tienen 45 años o más, sin cargas familiares. Si han agotado la prestación y tienen responsabilidades familiares (cónyuge o hijos menores de 26 a su cargo), entonces pueden solicitar un subsidio por desempleo con responsabilidades familiares.
También existe la posibilidad de solicitar el Ingreso Mínimo Vitalque es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas.
O solicitar información sobre la Rentas Autonómicas de Inserción en los servicios sociales de cada Comunidad Autónoma o Ayuntamiento, aunque los requisitos generales de estas ayudas suelen ser muy estrictos.
En estos casos, la cuantía depende de la región y de la situación familiar de la persona que lo solicita. Según las últimas comparativas oficiales del Ministerio de Derechos Sociales (año 2018), la comunidad que ofrece una prestación máxima más alta por unidad familiar es Navarra con 1.221,60 euros, seguida de Cataluña con 1.122 euros. Mientras que las comunidades que ofrecen una menor cuantía por unidad familiar son Ceuta (420 euros) y Canarias (667,75 euros).
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.