El SEPE prevé el abono de tres mensualidades en un pago único de cualquier subsidio en parados mayores de 52 años

La compatibilidad de subsidio y trabajo no siempre es posible. La norma general dice que si un desempleado está cobrando una ayuda asistencial del Estado y empieza a trabajar por cuenta ajena a tiempo completo dejará de percibirla. Pero hay excepciones a la norma y cuando se dan las circunstancias para hacerlo, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) recoge la posibilidad, incluso, de que el perceptor pueda cobrar tres mensualidades de la ayuda de una vez. En este caso, la razón que lo justificaría sería que ese contrato le obligara a cambiar de residencia habitual.

En principio, cuando un parado encuentra trabajo a tiempo completo mientras cobra un subsidio, al finalizar el contrato tendrá que elegir entre dos escenarios: si el contrato ha durado menos de un año, puede solicitar la reanudación del subsidio, pero si ha tenido varios contratos desde que inició el subsidio y entre dichos contratos y el que acaba de terminar reúne un mínimo de 360 días (o si el contrato dura 360 día o más) entonces debe solicitar el paro, en lugar de la reanudación del subsidio, «porque la prestación por desempleo contributiva es prioritaria», subrayan desde el SEPE.

Pero hay una excepción a esa norma. El organismo gestor aclara cuándo se pueden compatibilizar los subsidios por desempleo con el trabajo por cuenta ajena, quiénes pueden hacerlo y en qué circunstancias. Así pues, serán los desempleados que ya hayan cumplido los 52 años, cuando estén inscritos en las oficinas de empleo y sean beneficiarios de cualquier subsidio, «siempre que sean contratados a tiempo completo (de forma indefinida o temporal), en cuyo caso la duración del contrato debe ser superior a tres meses».

En este supuesto y durante el tiempo que se prolongue el contrato, la empresa debe completar la cuantía del subsidio recibido por el trabajador hasta el importe del salario que le corresponda y, a su vez, cotizará a la Seguridad Social por todas las contingencias y por el total del salario incluyendo el importe del subsidio.

También es obligatorio que la empresa o el trabajador comuniquen a la oficina de empleo este contrato. Una vez cotejados estos requisitos, el SEPE enviará a ambos (si procede) una resolución en la que se le autoriza a seguir cobrando el subsidio desde el día de la colocación, pero reduciendo el importe a cobrar del subsidio a la mitad. «En este caso, si el trabajo que origina la compatibilidad obligase al desempleado recién contratado a cambiar de lugar habitual de residencia, entonces podría solicitar al SEPE el abono de tres mensualidades de subsidio en un solo pago», subraya este organismo.

En cualquier caso, hay situaciones en las que no es posible la compatibilidad, tal y como recoge el SEPE: cuando el contrato es de inserción, con el contrato subvencionado por el Servicio Público de Empleo Estatal al amparo del Programa de Fomento del Empleo Agrario ni con los contratos a los cargos directivos de una empresa o a los miembros de los órganos de administración de las entidades o empresas que revistan la forma jurídica de sociedad.

Además, la empresa contratante no debe tener autorizado un Expediente de Regulación de Empleo de extinción, suspensión o reducción de jornada, ni haber mantenido contratado al trabajador en los últimos doce meses. Por último, el empresario y las personas que ocupen cargos directivos o sean miembros de los órganos de administración de la empresa no pueden ser ni cónyuge ni parientes del perceptor del subsidio hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.

En cuanto al trabajo a tiempo parcial, el perceptor del subsidio puede suspender su cobro mientras trabaja y una vez que termine su contrato, reanudarlo en las mismas condiciones.

Cabe también la posibilidad de trabajar a media jornada y continuar cobrando el subsidio, aunque en este caso se reduciría proporcional a las horas de trabajo. En este mismo supuesto, a la hora de compatibilizar el trabajo parcial con el subsidio, desde el SEPE llaman la atención sobre el control de ingresos, ya que con el nuevo trabajo no se puede superar el tope de rentas individuales, que es de 850,50 euros mensuales (es el equivalente al 75% del Salario Mínimo Interprofesional vigente en 2024). Si rebasase ese límite, el desempleado tendría que suspender obligatoriamente el cobro de la ayuda.

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