El SEPE revela los 15 oficios con más contratos registrados en 2023

Los datos se han conocido esta semana a través del informe que elabora anualmente el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). En el mismo, analiza el comportamiento del mercado laboral durante el pasado año y revela cuáles fueron las 15 ocupaciones con más contratos registrados.

La primera de ellas no es una novedad. La acuciante demanda de camareros se refleja en el estudio. Fueron los trabajadores más buscados el pasado año. El problema es generalizado en toda España y Málaga no es ajena a él. El atractivo y popularidad cada vez mayor de este destino turístico le obliga a tener profesionales, aunque no siempre hay disponibles.

En este sentido, desde el SEPE advierten que «para comprender los datos», hay que tener en cuenta que una persona puede ser contratada varias veces durante un período de tiempo, y es posible que sus empleos se encuadren en distintos grupos de ocupaciones. Por tanto, los datos hacen referencia al volumen de contratos, no a las personas contratadas. El promedio de contratos por persona en 2023 fue de 2,26.

A los camareros asalariados, con 1.579.822 contratos (el 10,23% de los contratos totales y con una tasa de estabilidad de algo más del 50%), le seguirían en el ranking de oficios los peones agrícolas (excepto en huertas e invernaderos), de industrias manufactureras, personal de limpieza de hoteles y oficinas, vendedores en tiendas y almacenes, peones agrícolas que sí trabajan en invernaderos, peones del transporte de mercancías, ayudantes de cocina, monitores de actividades recreativas y entretenimiento, cocineros asalariados, administrativos con tareas de atención al público, albañiles, auxiliares de enfermería hospitalaria, conductores asalariados de camiones y peones de las construcción de edificios.

En su informe, el SEPE llama la atención sobre el fenómeno de la transformación digital y de cómo está modificando las competencias necesarias para mantenerse en el mercado laboral, «circunstancia que se aceleró como consecuencia de la crisis sanitaria». Alertan de que en entornos laborales cada vez más tecnológicos, los trabajadores se enfrentan al riesgo de que sus puestos de trabajo se transformen como consecuencia de la automatización y la digitalización, «razón por la cual es necesario establecer los mecanismos para una adaptación en estas habilidades digitales».

Advierten de que otra de las transiciones que está afectando al mercado de trabajo es la ecológica. Dos son los ámbitos fundamentales en este reto, según el SEPE: la adaptación al cambio climático y la conservación y la gestión de la biodiversidad. De ahí que apunte algunas de las salidas laborales con más proyección, entre ellas, las energías renovables, rehabilitación energética de edificios, bioeconomía, explotación agropecuaria y forestal sostenibles, economía circular, renaturalización urbana y restauración ecológica. «Todos ellos son algunos de los sectores prioritarios con potencial transformador, de reconversión y de generación de empleo», precisan. Asimismo, exponen que es necesario apostar por mejorar los conocimientos y las capacidades en los sectores vinculados a esta transición. «El mercado laboral deberá responder con la creación de nuevos empleos y la reconversión o adaptación de los ya existentes», avisan.

Un tercer desafío en el mercado laboral está relacionado con el envejecimiento de la población. Y es que el número de personas mayores aumenta más rápido que el de la población joven y esta transformación demográfica está influyendo de manera directa en el tejido productivo «generando, por un lado, nuevas actividades y puestos de trabajo en función del cambio de necesidades de la población y por otro, problemas para el necesario relevo generacional, en determinadas ocupaciones y sectores». De ahí que en el informe hagan hicapié en la necesidad de trabajar en una mejora de la capacitación profesional «con más formación y educación».

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