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La campaña de la Renta de este año arranca el próximo 11 de abril. A partir del martes, ya se puede rendir cuentas a Hacienda, ya que se abre el plazo para la liquidación del IRPF correspondiente al pasado año fiscal. Pero no todos los ... contribuyentes están obligados a presentar la declaración a la Agencia Tributaria. En una situación normal, con un solo pagador, si el trabajador tiene unas retribuciones que no alcanzan los 22.000 euros, no tendría que hacerla.
Si hay más de un pagador, la situación cambia. El trabajador tendría que presentar, o no, declaración de la renta atendiendo a dos supuestos: Si el conjunto de lo que el trabajador gana en el año es de 22.000 euros y el segundo pagador le ha pagado menos de 1.500, no tendría que presentarla.
Otro caso sería que el segundo pagador haya abonado al trabajador más de 1.500 euros. En esa circunstancia, sería necesario que entre todos los pagadores le hubieran pagado menos de 14.000 euros. Si así fuera, no tendría que hacer declaración. Ejemplo: el pagador A ha pagado 10.000 euros y el pagador B ha abonado 2.000 euros. En total, 12.000 euros. Estaría por debajo de los 14.000 euros y, por tanto, no tendría que presentar declaración de la renta. Esta situación se mantiene para esta campaña, tal y como aclara la Agencia Tributaria, de forma que el nuevo mínimo exento para las personas con dos o más pagadores aprobado por el Gobierno no entrará en vigor este año.
El Ejecutivo acordó el pasado mes de diciembre aumentar de los 14.000 a los 15.000 euros anuales el límite para hacer la declaración de la Renta cuando hay dos pagadores, pero la medida no entrará en vigor hasta la campaña de 2024 cuando tenga que declararse de acuerdo al ejercicio 2023.
Aunque no hay obligación cuando no se supera el límite, los expertos aconsejan conocer cuál sería el resultado. Y es que si sale a devolver y no se presenta la declaración, Hacienda se quedará con el dinero. Para acceder a ese dato y saber si merece la pena presentarla, la Agencia Tributaria ha habilitado Renta Web Open, un simulador que permite probar distintas deducciones con objeto de conocer (y mejorar) el resultado final antes de presentar la declaración definitiva. Para facilitar el acceso a este servicio, el sistema no requiere ni identificación personal ni datos fiscales.
Asimismo, la administración advierte en su web que los cálculos que se efectúen desde esta aplicación no son vinculantes: no sirven para rendirle cuentas oficialmente al fisco.
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