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Que llenar el carro de la compra cuesta ahora más que hace unos años, es algo evidente. A pesar de la medida adoptada por el Gobierno el 1 de enero de 2023 y prorrogada hasta el 30 de junio de 2024, de eliminar o rebajar ... el IVA de algunos alimentos básicos, su efectividad en la práctica ha sido más bien escasa porque los precios han seguido aumentando y la rebaja fiscal apenas se ha dejado notar en harinas, pasta, arroz y algunos lácteos.
Así lo pone de manifiesto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha observado los precios de 122 productos muy habituales en las cestas de la compra (alimentos frescos, marcas blancas y marcas de fabricante) durante los últimos tres años (entre diciembre de 2020 y diciembre de 2023) en siete grandes cadenas de supermercados: Alcampo, Carrefour, Condis, Dia, El Corte Inglés, Eroski y Mercadona.
Todos los productos han subido excepto cuatro, que registran bajadas aunque insignificantes. La OCU ha estimado que, de media, los incrementos han sido de un 38%, una cifra cercana a la calculada por el INE que fija el IPC de los alimentos en un 30% para ese periodo. Esto se traduce en que si hace tres años se pagaba 100 euros por una compra, ahora, por lo mismo, se desembolsa 140 euros.
Todas las cadenas supermercados incluidas en el análisis han experimentado un incremento en los precios de los alimentos entre un 32% y un 45%, aunque las mayores subidas se han producido en Alcampo y Carrefour. En dinero contante, como apunta la OCU, lo que hace tres años costaba 248 euros en Alcampo sale ahora apor 355 euros, 100 euros más. En Carrefour, el aumento se va hasta los 122 euros más.
No obstante, la organización de consumidores puntualiza que los supermercados baratos siguen siendo baratos y los caros siguen siendo caros, con una excepción. Según la OCU, Carrefour ha pasado de ser uno de los establecimientos más baratos a ser el segundo más caro, solo por debajo de El Corte Inglés.
La Organización de Consumidores y Usuarios no tiene claro el origen de estas subidas. Lo que sí evidencia es que los precios en los puntos de venta pueden multiplicar hasta por seis a los precios que perciben los agricultores y ganaderos.
El aumento empieza en los precios que cobran los productores, según la OCU, aunque también deja claro que esto no implica que estén sacando mayores beneficios, pues existen factores que justifican en cierta medida este incremento como la subida del coste de los fertilizantes o el combustible.
Para intentar aclarar este punto, la OCU ha comparado los precios de 13 productos frescos en origen con los de venta al público en los supermercados. El estudio certifica que cinco productos han subido mucho más en porcentaje en origen que en el supermercado: tomates, patatas, cebollas, pollo y huevos; seis alimentos, lo han hecho en el mismo porcentaje en origen y destino: lechugas, ternera, panceta de cerdo, naranjas, zanahorias y conejo; y dos que han subido bastante más en la tienda que en origen: las manzanas y los plátanos.
En este sentido, la OCU pone el foco en las subidas porcentuales que efectúan los supermercados y que pueden llegar a beneficiarlos. Para argumentarlo, pone como ejemplo que si el agricultor sube a 1,10 euros/kg un alimento que antes vendía por 1 €/kg, el distribuidor podría subir una cifra idéntica en dinero para ganar lo mismo que antes. En cambio, si aplica a su precio de venta al público de 3 €/kg una subida porcentual del 10 %, el consumidor lo pagará a 3,30 euros/kg, con lo que el margen del distribuidor aumenta en 20 céntimos, «que puede responder (o no) a un aumento real de sus otros costes», advierte la OCU.
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