Un tribunal ha declarado improcedente el despido disciplinario de un trabajador que faltó tres días a su puesto como cocinero en un restaurante, porque avisó por whatsapp a su jefe y éste le contestó: «Ok» . «Estoy con lumbago, me tuve que volver el mismo domingo ... del viaje porque me pegó nada más llegar. Estuve el lunes en el fisio, mañana por la mañana vuelvo a trabajar», recoge la conversación entre el empleado y su jefe. Así, al día siguiente, le reclamó el parte de baja, pero el trabajador no lo había pedido porque su intención era reincorporarse en breve. En su lugar, le propuso al empresario que le descontara los tres días que faltó, a lo que el propietario respondió: «Estupendo».
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Tras su reincorporación, el empleado recibió la carta de despido, que ahora el Tribunal Superior de Justicia de Valladolid ha estimado improcedente.
Inicialmente, el juez sancionó a la empresa con la readmisión del trabajador o el abono de una indemnización de 3.336,49 euros. Decisión contra la que presentó recurso de suplicación.
Sin embargo, el tribunal reconoce que hubo una falta al puesto de trabajo, pero también pone de relieve que cuando el jefe se interesó por el empleado no se opuso a que se ausentara por la lumbalgia que le había comunicado, al contrario, contestó: «Ok». Según el tribunal, esa respuesta tolerante llevó al trabajador a tener la confianza para faltar a su actividad laboral.
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