El dueño de una casa rural tendrá que indemnizar con más de 4.000 euros a un cliente por un corte que sufrió en la piscina

En sus alegaciones, el propietario expuso que no había pruebas de que el accidente se produjera mientras se bañaba

Martes, 11 de febrero 2025, 00:25

Reservó una casa rural para pasar unos días con varios amigos. Pero lo que prometía ser una escapada veraniega tranquila se complicó por el accidente que sufrió cuando se bañaba en la piscina. Al impulsarse mientras buceaba se cortó en un pie «por el mal estado de la escalerilla de la piscina», lo que requirió asistencia médica y varios puntos de sutura. «Según pericial médica, dieron lugar a 15 días de perjuicio personal particular moderado (cuantificados en 855,60 euros según baremo), 11 días de perjuicio personal básico (362,01 euros) y 3 puntos de perjuicio estético (valorados en 2.969,41 euros), sin haber sufrido secuelas».

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Así se recoge en la sentencia consultada por este periódico en la que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Tomelloso ha estimado la demanda del arrendatario lesionado y condena al propietario de la casa rural a indemnizarle con 4.187,02 euros por el accidente que sufrió en la piscina.

En sus alegaciones, expuso que no hay prueba de que la causa de las lesiones sufridas ni que el accidente se produjera en la piscina. Tampoco que se avisara al responsable del establecimiento de las lesiones y, además, aseguró que no se ha acreditado que el suceso tuviera conexión con «actuación culposa de los demandados».

El juez señala que de la prueba practicada en el juicio resulta suficientemente acreditada la dinámica del accidente en los términos expuestos en la demanda gracias a las declaraciones de los testigos: «El hecho de que se trate de amigos de éste no priva de valor al testimonio ofrecido en juicio bajo promesa o juramento de decir verdad. Ambos testigos expusieron con seguridad y claridad cómo se desarrolló el accidente -expresa el juzgador- conociendo detalles del hecho que tuvo lugar en la piscina, estando solo el demandante en su interior y sin que éste estuviera haciendo un mal uso de la piscina».

Y añade: «También coincidieron en otros detalles periféricos que corroboran la veracidad de su testimonio, como en el hecho de que un tercer amigo ayudó a salir al demandante de la piscina, o que comprobaron al día siguiente el estado de la escalerilla, apreciando que los peldaños eran cortantes».

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