Las Bolsas se paralizan a la espera de Jackson Hole

Ambos llegan a la cita con el lastre que suponen las muestras de fatiga de la economía global, quizá demasiado presionada por un escenario de tipos altos durante más tiempo de lo esperado. Así que sus palabras serán medidas al milímetro por el mercado.

De momento, el Ibex-35 cerró el miércoles prácticamente plano en los 9.315 puntos. Aunque el selectivo llegó a tocar en los mejores momentos de la sesión los 9.400 puntos, su potencial se desinfló tras conocerse unos datos de PMI mucho peor de lo esperado y que desataron el temor a una contracción económica en la zona euro ya en este tercer trimestre.

Esta perspectiva ha provocado mayores compras en los mercados de deuda (considerados como más seguros), elevando el precio de los bonos y presionando a la baja su rentabilidad (que se mueve de manera inversa). En concreto, el interés del bono alemán a diez años –la principal referencia en Europa– ha llegado a caer un 4% hasta el 2,57%.

Esa caída en los tipos de interés que tanto perjudica a los bancos provocó que el miércoles fuese el sector más castigado en Bolsa. Sabadell lideró las caídas del Ibex con un descenso del 1,4%, seguido de Bankinter, Santander y CaixaBank, que se dejaron también más de un 1% al cierre.

Otros grandes valores como Repsol presionaron a la baja (-1,40%), en una sesión en la que el precio del petróleo cayó de forma notable, con el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizando en torno a los 82 dólares, mientras que el West Texas estadounidense sigue por debajo de los 75 dólares.

Por otro lado, el euro sigue perdiendo valor frente al dólar y ya se mueve en 1,08 dólares, ante esa perspectiva de que el BCE pueda hacer una pausa en las subidas de tipos para evitar un daño mayor a la economía.