Las últimas previsiones realizadas por Analistas Económicos de Andalucía (AEA) apuntan a que este año el PIB andaluz podría crecer un 5,9%, en línea con lo estimado para el conjunto de España), 0,2 puntos porcentuales más de lo señalado en marzo, en un ... contexto «marcado por los avances en el proceso de vacunación y la mejora de la situación internacional». Este crecimiento podría ser inferior, del 4,3%, si se materializara un escenario más adverso, ya que «persisten elementos de incertidumbre, asociados principalmente a la evolución de la pandemia, el comportamiento del consumo o la demanda turística extranjera», según la entidad de estudios del Grupo Unicaja. Hace tres meses, el crecimiento contemplado para un entorno adverso era seis décimas más bajo, del 3,7%.
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AEA prevé que el número de ocupados aumente en Andalucía hasta los 3,07 millones en el promedio de 2021, lo que supondría un incremento anual del 1,6% (en torno a 47.000 ocupados más). Por su parte, la cifra de parados podría subir un 4,6% por efecto del aumento de población activa, ascendiendo la tasa de desempleo hasta el 22,8% en el promedio del año (en torno a 0,5 puntos más que en 2020). Esta tasa podría ser superior en un escenario más adverso (23,5%), estimándose, en este caso, un aumento del empleo del 0,9%.
En lo que respecta a las perspectivas de crecimiento económico para 2022, AEA apunta a que Andalucía podría situarse entre el 5%, en una situación menos favorable, y el 6,2%, en el escenario base. Por su parte, el número de ocupados crecería entre el 2,1% y el 2,7%, situándose la tasa de paro entre el 22% en el escenario base y en el 22,6% en la peor situación.
Analistas Económicos de Andalucía refleja en su último informe cómo la actividad económica «viene mostrando un fortalecimiento gradual a escala mundial, lo que se ha traducido en una revisión al alza de las previsiones de crecimiento para 2021 y 2022 publicadas por los principales organismos internacionales».
Así, según el último informe publicado por la OCDE, las perspectivas de la economía mundial han mejorado, lo que se ha traducido en una revisión al alza de las previsiones de crecimiento para las principales economías. Para este año, se estima un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial del 5,8%, en tanto que para 2022 se prevé un aumento del 4,4%. No obstante, el ritmo de recuperación variará entre países. Las estrategias de salud pública, el ritmo de los procesos de vacunación, las medidas de política económica adoptadas y el comportamiento de sectores especialmente afectados, como el turismo, explicarían, en gran medida, los diferenciales entre países.
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La economía española será una de las que más crezca en 2021 y 2022, según las proyecciones de la Comisión Europea. En esta línea, el Banco de España prevé para este año un crecimiento del PIB del 6,2%, en su escenario central, 0,2 puntos porcentuales más respecto al estimado en marzo, justificado por los avances en el proceso de vacunación, la recuperación de los mercados de exportación y el continuado apoyo de las políticas económicas, incluido el programa de fondos europeos Next Generation (NGEU, por sus siglas en inglés). En 2022 el PIB registraría un crecimiento del 5,8%, 0,5 p.p. más de lo previsto anteriormente, por el mayor impacto estimado de los fondos NGEU, alcanzando en el último tramo de 2022 el nivel previo a la pandemia.
Respecto a los primeros datos del año, el INE refleja que en el primer trimestre de 2021 el PIB ha disminuido un 0,4%, en línea con el conjunto de la Zona Euro (-0,3%). Esta caída de la producción vendría explicada principalmente por la incidencia de la tercera ola de la pandemia y la reintroducción de restricciones para contenerla, así como por el impacto negativo de la borrasca Filomena.
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Según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), en el primer trimestre de 2021 el PIB regional disminuyó un 0,6% (0,3% de crecimiento en el trimestre anterior). Esta trayectoria ha venido condicionada, principalmente, por el empeoramiento de la situación sanitaria (tercera ola) y la reintroducción de restricciones para contener los rebrotes. En términos interanuales, se registró un descenso del 4,2%.
La aportación de la demanda interna ha sido de -2,4 puntos porcentuales, frente a los -6,9 del trimestre previo, debido al menor retroceso del gasto en consumo y la inversión. En términos interanuales, únicamente se ha incrementado el gasto en consumo de las administraciones públicas (4,2%), disminuyendo el consumo privado un 3,6% y la inversión un 7,7%. La contribución del sector exterior también fue negativa (-1,8 puntos), registrándose un mayor descenso de las exportaciones de bienes y servicios (-19%) que de las importaciones (-12,7%).
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Desde la perspectiva de la oferta, el descenso ha sido generalizado, exceptuando el aumento en el sector servicios (0,1%), debido sobre todo a la mejora registrada por el comercio, el transporte y la hostelería. En términos interanuales, el valor añadido continúa siendo inferior al del primer trimestre de 2020, exceptuando el sector agrario (3,4%) y, dentro del sector servicios, las actividades financieras y de seguros (6,4%) y los servicios de no mercado (4,4%). Los descensos más acusados se registran en las ramas de comercio, transporte y hostelería (-12,5%), actividades profesionales (-10,4%) y actividades artísticas y recreativas (-24,6%).
En relación con el mercado de trabajo, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y las cifras de afiliación a la Seguridad Social reflejan una recuperación parcial del empleo, aunque en el primer trimestre del año las variaciones interanuales han continuado siendo negativas. A finales de mayo, 70.665 trabajadores se encontraban en situación de ERTE en Andalucía.
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Según la EPA, en el primer trimestre de 2021, el número de ocupados en Andalucía descendió en casi 31.000 personas, situándose en 3.052.300. Hay que recordar que esta cifra incluye a los afectados por ERTE. En términos interanuales, el empleo disminuyó un 1,8% (-2,4% en España), debido principalmente a la reducción en el sector servicios (especialmente en comercio, transporte y hostelería, con 110.000 ocupados menos) y, en menor medida, en la industria (19.900 ocupados menos). Asimismo, el número de parados creció un 6,1% y la tasa de paro aumentó 1,3 p.p., hasta situarse en el 22,5%.
Por su parte, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social se situó en mayo en 3.161.085, superando la cifra registrada en febrero de 2020 (antes del inicio de la pandemia). En el acumulado enero-mayo, el número de trabajadores ha crecido un 1,7% en términos interanuales.
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