¿El fin del teletrabajo se acerca? Amazon siembra la inquietud entre los empleados del sector 'tech'

La orden no ha sentado exactamente bien en la plantilla de Amazon, donde se habla de «traición». En las redes sociales abundan los testimonios de empleados que se enfrentan a situaciones complicadas: en su día aprovecharon la libertad que les brindó el teletrabajo para mudarse lejos de la gran ciudad –incluso a otro país– y ahora se ven en el dilema de perder su trabajo o volver a mudarse, con todo lo que eso implica. Se augura una nueva oleada de salidas y precisamente eso es lo que algunos creen que busca la multinacional: reducir personal sin pagar indemnizaciones. De hecho, el anuncio del fin del trabajo remoto ha ido acompañado de otro: Andy Jassy ha dicho que sobran cargos intermedios y, aunque no habla explícitamente de despidos, dice que aumentará el ratio de empleados y directivos para «reducir la burocracia interna y agilizar la toma de decisiones».

«Amazon infló mucho su plantilla durante la pandemia y ahora quiere quitarse grasa. Pero corre un riesgo: que se vayan los mejores», opina Braulio Díez, informático de larga trayectoria en Málaga y 'technical lead' de la escuela de programación Lemoncode y la consultora Basefactor.

Más allá de si la medida de Amazon busca realmente recuperar esa «cultura del liderazgo» perdida por culpa del teletrabajo o más bien adelgazar su plantilla, la realidad es que hay una tendencia entre las empresas tecnológicas a recuperar el trabajo en oficina. Hay algunas, como Dell o Tesla, que también exigen ya presencialidad total. La mayoría –Meta, Apple, Accenture, Google– están instaladas en el modelo híbrido, oscilando entre los dos y tres días de oficina a la semana, pero hay una clara voluntad de que la presencialidad vaya a más. La pregunta es: ¿intentarán conseguirlo por las malas, como Amazon?

«Es una muy buena pregunta», considera Díez, que opina que es posible que, aprovechando que ahora el mercado laboral IT está «un poco más flojo», puede haber un 'efecto Spotify' y que muchas más empresas exijan también volver al trabajo presencial.

[Inciso: ¿qué es es el efecto Spotify?: «Hace unos años Spotify difundió una forma de trabajar q se conoce como 'Squads', algo así como dividir un equipo grande en equipos de guerrilla independientes. Muchas empresas fueron detrás a imitarlos porque era guay, sin plantearse si ese modelo era el adecuado para ellas. Años después, la propio Spotify abandonó ese modelo porque fue un fracaso», explica Braulio Díez].

La cuestión es que si bien es cierto que las empresas desean volver a un modelo más presencial, también lo es que los profesionales tecnológicos están convencidos de que el teletrabajo ha llegado para quedarse y no van a renunciar a él. «La gente de mediana edad es más flexible, pero los jóvenes sólo quieren trabajar en remoto. Ya no sólo ocurre en el sector IT sino que ocurre también en la abogacía o la asesoría», apunta Miguel Ángel Romero, socio de la consultora de recursos humanos HRCS Group.

¿Cuál es la fotografía ahora mismo en Málaga? El director general de Málaga TechPark, Felipe Romera, explica que de los 25.000 empleados adscritos a empresas del recinto, acuden físicamente a trabajar la mitad. «En la mayoría de los casos la norma es ir a la oficina dos días a la semana, pero es cierto que muchas empresas están intentando que en vez de dos sean tres», explica. «Se han dado cuenta –continúa– de que los trabajadores que sólo trabajan en remoto tienen menos apego por la empresa y tienden a cambiar de 'camiseta' más fácilmente».

Por eso se intenta fomentar la vuelta a la oficina, eso sí, de momento con zanahorias y no con palos. «Les ofrecen comida gratis, gimnasio, 'afterworks'... hasta masajes y clubes de lectura veo últimamente», afirma Romera, que no cree que el trabajo remoto vaya a desaparecer por completo, no sólo por la resistencia de los trabajadores, sino porque ya no hay espacio para todos en las oficinas: «Las empresas han reducido espacio a raíz de la pandemia», explica.

Saliendo del Parque Tecnológico, seguimos con el sondeo por el sector 'tech' malagueño. En el extremo más presentista estaría Ebury. «Somos conscientes de cómo está el mercado laboral y parte de nuestros empleados están teletrabajando, pero nuestra política es fomentar el trabajo en oficina porque pensamos que es mejor para la productividad y para la cultura de la compañía», explicaba el co-CEO de Ebury, Juan Lobato, hace unos meses en la inauguración de sus nuevas oficinas en el Centro de Málaga, en las que han hecho una potente inversión.

En el otro lado estaría Uptodown, que opera 100% en remoto y ha cerrado su oficina «para replantear los espacios, porque estaba diseñada para asistir y queremos probar otras dinámicas», apunta su cofundador y co-CEO, Luis Hernández. «No creo que haya vuelta atrás en el sector», añade. En general, el modelo remoto o 100% flexible encaja bien en 'startups' o pequeñas empresas con equipos muy compenetrados que no se resienten por la falta de convivencia física.

La mayor tecnológica malagueña, Freepik, apuesta por «seguir igual que hasta ahora: total flexibilidad según las necesidades de cada equipo». «Las personas que residen en Málaga suelen venir dos días a la oficina y las que viven fuera, dos o tres días cada dos o cuatro meses, depende del equipo», apunta Marta Sisí, responsable de recursos humanos. En gener

En Google la mayoría de empleados sigue un modelo híbrido y «se espera de ellos que trabajen desde su oficina asignada al menos tres días a la semana», según el último comunicado al respecto que hizo la compañía el pasado mes de julio. «Nos encanta tener a la gran mayoría de 'googlers' viniendo regularmente a trabajar a la oficina, donde todos pueden beneficiarse de estar juntos en persona», añade dicho memorando. No obstante, en GSEC Málaga la norma es flexibilidad total y hay ingenieros que no pisan la oficina.

El fin del trabajo remoto parece, pues, todavía lejano, aunque la realidad puede cambiar mucho en función de cómo evolucione el mercado laboral IT: si se produce un pinchazo y las grandes empresas empiezan a reducir plantilla, los empleados dejarían de tener la sartén por el mango y las compañías podrían empezar a imponer sus condiciones.

¿Preocupa estos vientos de cambio en una ciudad como Málaga, que se ha convertido en destino de primer orden para nómadas digitales? Responde la concejala de Innovación, Digitalización y Captación de Inversiones del Ayuntamiento de Málaga, Alicia Izquierdo: «Desde el Ayuntamiento entendemos que no tiene por qué incidir en lo que conocemos como nómadas digitales, ya que por definición este colectivo trabaja de forma 100% remota y flexible. Y en el caso de la vuelta a la oficina anunciada por Amazon son empleados que teletrabajaron a raíz del Covid. En cuanto a profesionales de grandes multinacionales, hemos contactado con algunas de ellas que se encuentran en Málaga y nos indican que no hay cambio de formato. No obstante, desde el Ayuntamiento continuaremos con nuestras líneas de acción que se centran, por un lado, en potenciar y retener el talento local y, por otro, en captar inversiones y a compañías internacionales para que se instalen en Málaga, ya que ello conlleva seguir consolidando Málaga como centro de referencia mundial en tecnología y genera numerosos puestos de trabajo para los malagueños».