Fin a la rebaja del IVA: la pasta o el aceite son más caros desde hoy

Tal y como estaba estipulado, el tipo que se aplicará al aceite de oliva y otros productos básicos como la leche, la fruta, las hortalizas, los huevos o el pan pasará del 0% al 2% desde hoy. Del mismo modo, el de la pasta y los aceites de semillas –como el de girasol– subirá del 5% al 7,5%. Cabe recordar que antes de que el Ejecutivo pusiese en marcha la medida allá por enero de 2023, los tipos superreducidos aplicados a los alimentos básicos eran del 4%. Y el aceite, con un IVA del 10% por entonces, no se incluía en la cesta de 'básicos', algo que sí sucede ahora y que se mantendrá cuando en enero de 2025 el gravamen recupere los niveles previos a la crisis inflacionista.

En todo caso, la evolución de los precios justifica, y debería minimizar, el impacto de esta vuelta a la normalidad del IVA. Según las estadísticas del INE, los alimentos han pasado de registrar subidas que superaban el 15% a finales de 2022 –justo antes de que el Gobierno aprobase el incentivo– a encarecerse a un ritmo mucho menor, del 2,5%, este agosto, gracias sobre todo a la bajada que ya experimentan los aceites, legumbres y hortalizas en términos interanuales, donde hay que tener en cuenta el efecto base que se produce al comparar los datos actuales con subidas mucho mayores en el mismo mes de 2023.

De hecho, si la comparativa se realiza mes a mes, los precios de los productos básicos a los que se han aplicado el nuevo IVA han bajado un 3,27%, según datos recopilados por Asufin. «Atendiendo al detalle, dos son los productos que mayor efecto arrastre a la baja provocan en la cesta de la compra: los plátanos, con precios que descienden casi un 20%, y las patatas, casi un 15%», indican desde la asociación. La leche entera también baja, pero menor proporción; y el resto de productos se mantiene estable, sin grandes subidas, a excepción de las manzanas y las espinacas, que suben alrededor de un 3%.

Uno de los casos más extremos en los últimos tiempos ha sido el del aceite de oliva, con subidas que superaron el 54% en 2023 y que este año se han moderado, en términos interanuales y hasta el cierre de agosto, al 1,9%. El oro líquido acumula, de hecho, cuatro meses consecutivos con tasas negativas. Pero, tal y como denuncian desde algunas asociaciones de consumidores, su evolución en los próximos meses dependerá de si los supermercados aprovechan para subir precios por encima de lo que marca el repunte del IVA.

En los últimos meses, de hecho, ha existido una fuerte polémica en torno a si las grandes cadenas estaban aplicando realmente la medida adoptada por el Gobierno que, además, ha supuesto una merma para los ingresos de las arcas públicas de más de 2.500 millones de euros hasta junio. Según un reciente estudio elaborado por PwC para Aecoc, la asociación empresarial de las distribuidoras, de no haberse aplicado, el IPC de los alimentos habría subido 1,4 puntos porcentuales más respecto a los niveles actuales.

Pero los altos precios que aún se registran en los lineales hacen dudar a los consumidores. Sobre todo porque el plan del Gobierno tampoco ha tenido excesivo éxito en otro de sus objetivos:beneficiar a las familias más vulnerables ante esta crisis.

El propio Banco de España ha advertido que, al ser un impuesto que repercute por igual sobre todos los consumidores –sea cual sea su poder adquisitivo– al final acaba beneficiando sobre todo a las rentas altas, que son las que más consumen. Los datos del INE corroboran la teoría. Siguiendo con el ejemplo del aceite, el 10% de los hogares con mayores recursos elevaron de 119 a 217 euros su gasto en este producto entre 2021 y 2023, manteniendo el consumo. Por contra, en los más vulnerables el aumento del gasto apenas supera los 20 euros por familia, con un notable descenso del consumo.