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La guerra comercial desatada en todo el mundo por Donald Trump empeoró este lunes al redoblar el presidente americano sus amenazas a China, dispuesta a ... replicar las subidas de aranceles que le han impuesto, y a la espera de la actitud final de UE, que por un lado busca negociar gravámenes aL 0% para los bienes industriales y por otro prepara impuestos adicionales del 25% para algunos productos norteamericanos por si fuera necesario entrar en la batalla.
En concreto, y respecto a China, Trump redobló su desafío comercial al amenazarle con una nueva tanda de aranceles adicionales del 50% el 9 de abril -que se sumarían al 54% ya previsto y alcanzarían el 104%-, si para el martes Pekín no ha retirado sus tarifas de represalia del 34%.
«Todas las conversaciones de China solicitadas con nosotros serán rechazadas», declaró Trump en una publicación en su plataforma Truth Social. En la tercera jornada de hundimiento global de los mercados financieros, con los inversores, empresarios y consumidores estresados ante los nuevos latigazos a la economía, Trump defendió sus aranceles comerciales, señalando que el déficit comercial de 1,9 billones de EE UU «no es sostenible» y que los trabajadores «tendrán que aguantar».
En defensa de sus tarifas en su plataforma social, Trump se arrogó el mérito de la caída de los mercados de China y del precio del petróleo, de que los tipos de interés van a bajar y, además aseguró, falsamente, que los precios de los alimentos y la inflación están descendiendo. También presumió de del incremento «en millones de dólares a la semana» en nuevos ingresos en el país.
«No podemos mantener el déficit (comercial), ni tampoco gastar tanto dinero en la OTAN para proteger a los países europeos, a los que cubrimos con fuerzas militares y con los que perdemos dinero en el comercio», dijo a los periodistas que viajaban con él en Air Force One cuando regresó de Florida a Washington el domingo por la noche.
La Unión Europea, mientras, prefirió tender la mano a Estados Unidos. Prueba de ello es la propuesta de aranceles «cero» en todos los bienes industriales que lanzó Bruselas y que ayer dio a conocer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Según confirman fuentes oficiales del Ejecutivo comunitario, la oferta se presentó a Washington como parte de las negociaciones con la Administración Trump, pero la Casa Blanca no aceptó la oferta.
«Hemos ofrecido a EE UU aranceles cero por cero en todos los bienes industriales. Es lo que hemos hecho con éxito con muchos otros socios comerciales porque Europa siempre está dispuesta a llegar a un buen acuerdo. Así que lo mantenemos sobre la mesa», aseguró Von der Leyen, un trato en el que se incluyen productos tan importantes para el mercado europeo como los vehículos.
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, encargado de representar al bloque comunitario en las negociaciones con Washington, detalló poco después que esta oferta ya se lanzó «el 19 de febrero», fecha en la que se produjo la primera reunión entre ambas partes. A pesar de que desde entonces los contactos entre ambas partes han sido constantes «no ha habido una respuesta adecuada por parte de EE UU», lamentó Sefcovic, quien añadió que el comercio entre ambas potencias «podría beneficiarse de un impulso en áreas estratégicas» como los bienes industriales y los automóviles.
En las diferentes rondas de negociaciones, Sefcovic ha lamentado la poca predisposición de la Administración Trump para alcanzar un acuerdo. Y la semana pasada, el presidente republicano aumentó la presión con el anuncio de aranceles «recíprocos» del 20% a todos los productos europeos. «Nos están estafando con aranceles del 39% es patético», dijo Donald Trump en su discurso por el Día de la Liberación, refiriéndose a la UE. Antes ya había impuesto un 25% de gravámenes al acero y aluminio europeos.
Es por ello que Europa prepara ya su respuesta a los aranceles estadounidenses y los ministros de los Veintisiete mostraron un apoyo mayoritario al calendario establecido por la Comisión Europea, según el cual las primeras medidas a EE UU se votarán este miércoles y se empezarán a aplicar a partir del 15 de abril.
Según las primeras filtraciones, esa respuesta sería la imposición de unos aranceles del 25% a algunos productos americanos. De ellos se excluiría al bourbon, en un intento de que EE UU no conteste con nuevos impuestos al vino y al champán europeos.
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