El garbanzo blanco lechoso de Escacena casi dobla en grosor al castellano. Su ternura, cremosidad y calibre lo encumbran en la élite de las legumbres. Hace ya cinco años que la Comisión Europea protegió este producto extra con un sello de calidad, la Indicación Geográfica ... Protegida (IGP) 'Garbanzo de Escacena', que ha sido un «gran revulsivo» para el sector productor, según destaca el presidente de la cooperativa Campo de Tejada, José Ortega Cabello. Esta sociedad tiene su sede en el corazón de la comarca garbancera, el municipio de Escacena del Campo, fronterizo con la provincia de Sevilla. El mapa de la IGP abarca nueve localidades, seis onubenses y cinco sevillanas, desde El Condado hasta el Aljarafe, que comparten suelos arcillosos ricos en potasa y la influencia marina por su proximidad al litoral y al Coto de Doñana. Es el ecosistema que da esas cualidades especiales al garbanzo que se cultiva en la zona desde los romanos.
La cooperativa Campo de Tejada se propone ahora realzar aún más esta reputada legumbre e introducirla en las tiendas gourmet. «Queremos sacar mayor rendimiento y que se valore más el producto», señala José Ortega Cabello.
La producción de Campo de Tejada va más allá de los límites de la IPG. Con un millar de socios de 30 municipios, su cosecha anual de garbanzo ronda 1,2 millones de toneladas. Además de la legumbre, destacan sus divisiones de girasol y trigo. De mano de Cocereales –donde Campo de Tejada está integrada y actualmente ostenta la presidencia– ha retomado las exportaciones de trigo a Italia con un pedido de cinco millones de toneladas. Pastas Gallo, Vilafranquina o Migasa son clientes suyos.
Con una facturación anual que ronda los 20 millones de euros, la gran apuesta de la cooperativa onubense es el garbanzo, de gran reputación en las grandes cadenas comerciales. Carrefour, El Corte Inglés, El Jamón ola Salmantina son distribuidores de sus marcas 'Escacena' y 'Campo de Tejada'. En esta línea, la sociedad está invirtiendo 360.000 euros en unas instalaciones exclusivas para la legumbre, dotadas de envasadora, clasificadora y almacén.
Un negocio complementario es la sección de crédito para sus agricultores y también para otros socios colaboradores. «Funciona como un banco administrado por nosotros», explica el presidente de la cooperativa, que ofrece, además, otros servicios internos como supermercado, tecnología móvil y una gasolinera a precios competitivos.