Un agricultor vuela un dron en su finca de olivares. SUR

La tecnología se instala en el campo malagueño

Drones, riego por goteo y otros dispositivos se extienden en un sector que mira a los nuevos sistemas como una solución para el futuro

Lunes, 18 de marzo 2024, 01:00

Los dispositivos electrónicos se han convertido en la extensión de muchas personas que, a diario, necesitan utilizar las tecnologías para cosas tan cotidianas como hacer ... la lista de la compra. La digitalización se ha impuesto en muchos sectores y uno de ellos es la agricultura, donde está claro que llegó para hacerla más eficiente, rentable y sostenible. La lista de soluciones tecnológicas e innovadoras para ahorrar agua en el campo es interminable, tanto que cada día son más los agricultores de Málaga a los que no les queda otra que acostumbrarse a utilizar los nuevos sistemas de gestión y riego para aprovechar el poco agua del que disponen para mantener sus cultivos. La situación de extrema sequía que atraviesa la provincia se ha convertido en otro de los alicientes para que la tecnología se instale en el campo, ya que es necesario encontrar soluciones para hacer un uso eficiente del agua, siendo este un bien escaso en pleno siglo XXI. Expertos en el sector como el presidente de la Asociación Provincial de Regantes de la Provincia de Málaga (Aprema), Francisco Díaz; el responsable de la oficina de Vélez-Málaga de de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Benjamín Faulí, y el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Málaga, Francisco Moscoso, entre otros, comparten cuáles son algunas de estas soluciones implementadas en los últimos años.

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La gestión digital del campo ha llegado para quedarse. Cada día se habla más de la agricultura de precisión, que se refiere a aquella que mide las cualidades de los cultivos, del suelo y los factores climáticos para estudiar cuál es el mejor tratamiento en el clima y lugar exacto. Para ello, se realizan seguimientos por satélites, supervisiones a través de móviles, tablets, tractores con GPS o drones, lo que compone una nueva disciplina agrícola que se suma a la maquinaria tradicional.

Citricultura de precisión con sensores terrestres

El responsable de la oficina de Vélez-Málaga de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Benjamín Faulí, asegura que desde la entidad están inmersos en un grupo operativo para el desarrollo de una citricultura de precisión mediante la implantación de una gestión eficiente del agua y de la fertilización, basada en la situación real de la planta. Esto incluye la adopción de la utilización de una plataforma de gestión citrícola que incorpora la situación real del cultivo, a partir de la utilización de RPAS y de sensores terrestres; así como la adopción de las nuevos conocimientos y técnicas de diseño agronómico.

«Con nuevos sistemas como sensores, drones o previsiones climatológicas podemos saber en tiempo real cómo es el estado hídrico del suelo y de las plantas, de forma que nos sirve para tomar decisiones en el momento sobre cómo y cuánto regar; esto es una revolución de cara al futuro, asegura el científico de La Estación Experimental IHSM La Mayora, Iñaki Hormaza. Mientras que en algunas comarcas como la Axarquía, algunos agricultores ya utilizan drones para optimizar al máximo la información de los cultivos, en otras zonas como el Valle del Guadalhorce aún no se están utilizando estos sistemas, ya que las fincas «son de menor tamaño», según explica Díaz.

«Es importante mejorar la gestión disponible del agua y los sistemas de riego», apunta Hormaza

En lo que coinciden todos los agricultores y especialistas del sector del campo es que los sistemas de riego son la evidencia de todas aquellas soluciones que se han creado para ahorrar agua en la agricultura. Díaz explica que el sistema por goteo ya se ha instalado en casi toda la zona regable del Guadalhorce, lo que les ayuda a ahorrar mientras mantienen la esperanza por que llueva. «Con sistemas de goteo de bajo caudal se consume menos agua porque aportas poca agua en tiempo real pero durante más tiempo», explica Hormaza. La aplicación de medidas como este nuevo sistema de riego que deja atrás los tradicionales sistemas de inundación o microaspersión ya arroja datos de ahorro de hasta un 30% de agua, según detalla Faulí.

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Cada vez son más los agricultores que realizan estos sistemas bajo tierra. «Se ha avanzado mucho en los últimos 30 años, pero es importante mejorar la gestión disponible del agua y los sistemas de riego; de hecho, también se está estudiando la posibilidad de riego subterráneo para otros cultivos como ocurre con el olivar, pero hay que tener mucho cuidado con que no se pierda la disponibilidad del agua superficial», añade el científico de La Mayora. Además de estos sistemas, existen otros como el que utilizan en la Cooperativa Virgen de la Oliva de Mollina para el cuidado de sus olivares. «Antes los riegos estaban diseñados para que el agua cayera a unos tres metros de distancia del tronco del árbol, ahora para ahorrar consumo y que sea más directo, la echamos justo en el pie del tronco», explica su presidente, Manuel Cebrián.

Por otro lado, existen otras soluciones como las que ha implementado el secretario de la UPA, quien también es agricultor. «Las tecnologías que estamos usando ahora en la sierra que tienen más de un 20% dependiente consisten en hacerle unas pozas en la cabecera del olivo para que recoja el agua que llueve porque normalmente las aguas que caen ahora son en tromba y si el olivo no tiene algo para retener el agua, no lo hace. Por ello, también les tengo puestos unos filtros de carbono que mantiene la humedad para cuando no llueve», detalla.

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