Sistema antidrones: desde vigilar la casa hasta un rodaje o estadio

Así fue cómo nació la idea de Scuud, la 'startup' malagueña que diseña sistemas antidrones por la detección, rastreo e inhibición de amenazas a la privacidad y a la seguridad. «En cuanto terminamos con el rodaje empecé a indagar si merecía la pena este proyecto y hablé con mi amigo Paco Espinosa y nos convencimos los dos de que teníamos que seguir trabajando en esto», recuerda Jiménez sobre cómo fundaron Scuud él y Espinosa.

Lo primero que hicieron, buscar profesionales cualificados y tomaron a muchos de los ingenieros de sus empresas del sector (Jiménez Business, G-Nomo, Technoshop): «Tenemos asesoramiento de uno de los mejores hackers del mundo, uno de los mayores expertos en inteligencia artificial y matemática, gente con mucha experiencia que nos están dando muy buenas pautas», detalla Kisco Jiménez. Son siete personas en el equipo más los colaboradores, aunque admite que los nombres de ellos no puede desvelarlos: «La imagen visible sólo somos Paco Espinosa y yo, sino sería poner en peligro a los trabajadores».

En estos momentos se encuentran con la base de prueba que terminaron de desarrollar el año pasado: «Es un prototipo que tenía que funcionar a 150 metros con Wifi y llega hasta un kilómetro; tenía que ser funcional en 100 metros de visión computerizada y ha llegado a los 600; teníamos que llegar en radiofrecuencia a 500 metros y hemos llegado a los 2,5 kilómetros... Eso sólo con la base de prueba y con medios económicos muy reducidos», concreta el CEO de Scuud. Ahora han lanzado una ronda de inversión para que les permita «multiplicar por mucho ese rango de acción» y así conseguir la mejora de cámaras, antenas y módulos de potencia. Y es que asegura que este producto es mucho más barato y accesible de los que pueden encontrarse en mercado: «Llegan a costar hasta ocho millones de euros y además son muy grandes, tardan como unos 8 o 10 años en hacerlos. Sabíamos que se necesitaba un producto más barato para que los sistemas antidrones pudieran llegar a muchos más sitios», resalta el CEO.

Calculan que en un año y medio saldrán a mercado, pero las sensaciones hasta ahora aseguran que son buenas: «Esto no me ha pasado con ninguna de las otras empresas que tengo. Todavía nos falta tiempo de desarrollo para ir a mercado y desde hace aproximadamente un año tenemos varias cartas de intenciones para comprar el producto en países como Dubai para utilizarlo en pozos petrolíferos, en el departamento de defensa de Arabia Saudi, Argentina, Chile o incluso el Gobierno de España», confiesa Jiménez.

Además, en cuanto desarrollen este sistema antidrones y lo lancen al mercado, tienen ya en mente otros proyectos de seguridad para fincas y campos o incluso para festivales o discotecas. «Es que no es sólo para ataques terroristas, esto es para ataques a la privacidad personal o para la seguridad en festivales y grandes eventos en estadios», asegura Kisco Jiménez.

Una idea que ya destacó hace unos meses en la última edición de Outstandings, que organiza Málaga TechPark con la colaboración de SUR, donde Scuud ganó el premio del público.