Hijo y nieto de agricultores, Salvador Gallego, de 33 años, estudió la diplomatura de Relaciones Laborales y tiene un máster de Recursos Humanos por la Universidad de Málaga. En 2020, con el confinamiento, decidió darle forma a una idea que le venía rondando la cabeza ... desde años atrás: crear una página web para poder vender directamente las cosechas de aguacates y mangos de la finca familiar, de cuatro hectáreas, situada en Vélez-Málaga, sin intermediarios, del campo a la mesa.
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De ahí surgió, a finales de 2020 Ribera Verde, una firma con la que ha conseguido distribuir a clientes, tanto particulares como negocios de hostelería, de toda España y Francia, alrededor del 25% de las producciones de mangos y aguacates que tienen plantados en la parcela, situada en el término municipal veleño, próxima al límite con La Viñuela, en el cauce medio del río Guaro.
A pesar de la pertinaz sequía, que está poniendo en grave riesgo la viabilidad de numerosas fincas, especialmente las que no tienen recursos alternativos al agua de la presa viñolera, cuyo suministro para la agricultura está suspendido desde el pasado 1 de octubre, Gallego asegura que pueden llorar con un ojo. No en vano, aunque hasta su explotación agrícola, situada dentro de la cota de 140 metros de altitud sobre el nivel del mar, no llegan los recursos alternativos puestos en marcha por la Junta de Andalucía con las aguas regeneradas, sí disponen de un pozo propio, con concesión administrativa.
«Por ahora no nos ha dado problemas, al final del pasado verano sí bajó algo el nivel, pero luego, aunque ha llovido poco todavía, se ha recuperado», comenta Gallego.
Eso sí, como los otros miles de agricultores de la Axarquía, el joven y su familia viven «con la vista puesta en el cielo», a la espera de que regresen las ansiadas lluvias, como lo hicieron el pasado diciembre. «Esperemos que en abril se cumpla el refrán y lleguen aguas mil», dice con evidente preocupación sobre la viabilidad de numerosas explotaciones, especialmente de aguacates, si persiste la sequía.
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A pesar de las dificultades, la última campaña de mango la cerraron con una producción de unos 25.000 kilos, la más alta hasta la fecha desde que plantaron las alrededor de dos hectáreas de las variedades Osteen y Keitt. Sin embargo, en el caso del aguacate, están teniendo la cosecha más baja de la historia de la finca, que suma más de 30 años.
Así, a falta de recolectar algunos árboles, que han mantenido con fruta para los pedidos de los meses de marzo y abril, Gallego estima que apenas alcanzarán los 8.000 kilos de fruta de las variedades Hass, Fuerte y Bacon, frente a los hasta 27.000 que tuvieron en campañas pasadas cuando disponían de más recursos hídricos.
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Además de 'packs' de fruta de distintos tamaños, desde dos hasta seis kilos, ofrecen lotes con otros productos como vino moscatel y aceite de oliva, además de tablas de madera de olivo. «Son 'packs' ideales para regalar», apostilla el joven emprendedor residente en Caleta de Vélez.
«Nuestra filosofía es intentar mejorar día a día, cuidar los detalles, amar lo natural y trasmitir nuestra pasión, respetando el medio ambiente», explica Gallego, para quien Ribera Verde «tiene los valores de la tradición, respeto, amor y conocimiento».
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Para tratar de captar nuevos clientes, la empresa se está apoyando en la promoción que realizan algunos de ellos que son 'influencers' en las redes sociales, con miles de seguidores. Así, entre sus colaboradoras más habituales destacan Lola Bernabé e Irene Viajes y Cocina Sana.
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