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A pesar de que el sector vive un momento dorado, como en cualquier otro, existen puntos flacos y reivindicaciones de mejora. Para el gerente ... de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID), Alberto García, uno de los grandes problemas o retos a los que se enfrenta el sector es que el 50 por ciento de la población sigue siendo sedentaria. «Los que ya practicamos deporte, cada vez lo practicamos más, pero sigue resultando difícil enganchar al que no lo practica».
Además, García señala que «practicar una vez a la semana no es hacer deporte. Son necesarios, como mínimo, 150 minutos a la semana de práctica deportiva, para que realmente se te considere una persona activa y puedas tener los beneficios de una vida deportiva».
En concreto, desde la patronal señalan que aún existe «mucho sedentarismo en los colegios». Por todo ello, desde la federación de empresarios señalan dos principales reivindicaciones: concienciar y legislar.
Por un lado, que exista más educación y se trabaje desde edades tempranas en la cultura del deporte y sus beneficios. Y por otro, «llevamos tiempo reclamando a la Junta de Andalucía que siga la línea que han seguido otras comunidades autónomas de España, como puede ser La Rioja, y que aplique un incentivo fiscal por la práctica del deporte». En concreto, según señala el gerente, en el caso de La Rioja, las personas que son clientes de algún tipo de servicio deportivo pueden deducirse un 30 por ciento en la renta.
«Estamos trasladando al Gobierno andaluz que si invierte en deporte, eso repercutirá en un menor gasto sanitario», señala García, quien también señala al Gobierno central para reivindicar un IVA reducido. «Hay evidencias científicas de que la práctica deportiva repercute directamente en la salud, no entendemos porque se nos trata como si fuéramos un bien de lujo y se nos aplica un IVA del 21 por ciento», afirma y reclama por tanto una bajada al 10 por ciento.
Otro problema, sobre todo dentro del sector de los entrenadores personales, es el intrusismo laboral. Jesús López, de Benaltrainer, hace hincapié en este punto. «Hay gente que no tiene la titulación necesaria para ejercer esta profesión, que simplemente se entrenaba a sí mismo y ahora ha pasado a entrenar a otras personas. Es algo que está ocurriendo con mucha frecuencia y es un peligro porque nosotros trabajamos con la salud de las personas», apunta.
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