Borrar
Antonio Gómez-Gillamón, en la sede Aertec Solutions . Fernando González
Antonio Gómez-Gillamón, el pionero que puso alas de multinacional a la ingeniería en Málaga

Antonio Gómez-Gillamón, el pionero que puso alas de multinacional a la ingeniería en Málaga

Vidas con Huella ·

La física permite volar a los aviones, pero la buena química entre dos ingenieros, y primos, ha sido clave en la ruta de Aertec, la consultoría que hizo real hace 20 años el sueño profesional de Gómez-Guillamón y Vicente Padilla

Domingo, 19 de noviembre 2017, 01:21

Primero fue volar de niño sobre unas rodillas. Las del abuelo Félix, un entusiasta de la aviación, ingeniero militar, aerostero, inventor, editor, aventurero, geógrafo, sismólogo y empresario. También un divulgador pionero de aquella pasión por volar que dio alas a los felices y locos años ... de principios del XX, y alguien que marcaría mucho después el futuro de varios de sus nietos. El primer piloto de la familia no sólo voló los cacharros de alas entalladas y hélice de madera sino también los frágiles globos de helio, «las aventuras que más nos impresionaban», recuerda Antonio Gómez-Guillamón delante de las fotografías que inmortalizan en la sede de Aertec hazañas como la Copa Gordon Bennett de 1923, en la que moriría el compañero de vuelo al prender un rayo la estructura del globo y desatar un violento descenso que le partiría las dos piernas al abuelo. El polifacético militar también promocionó por escrito durante cinco años los balbuceos de la aeronáutica con una revista técnica –‘Motoavión’– que creó junto a Luis Maestre, y con la asociación ‘El Aeropopular’, que ofrecía gratis bautismos de aire entre los madrileños –y madrileñas– más lanzados del momento. Los vuelos de Don Félix, cuando se jubiló, fueron sólo a ras de jardín y reservados para su legión de nietos en aquella casa de Pedregalejo, un lugar mágico para toda la familia, recuerda el cofundador de Aertec Solutions. Además de la pasión aeronáutica del patriarca, recuerda que en aquel chalet se respiraba el aire de montones de legajos técnicos, de libros y revistas, todo un material contagioso para levantar vocaciones. Fue su caso, el de su primo Vicente Padilla Gómez-Guillamón –los dos cosecha del 66– y también el de Luis, cinco años mayor que ellos, coronel del Ejército del Aire y expiloto de F18.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Antonio Gómez-Gillamón, el pionero que puso alas de multinacional a la ingeniería en Málaga