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Pocos saben que los fundadores de Aertec Solutions son nietos de un pionero de la aeronáutica en España: el general Félix Gómez-Guillamón, que llegó a ser condecorado por el rey Alfonso XIII por sus logros en competiciones de vuelo y, además, fundó la primera ... revista aeronáutica que se publicó en España, 'Motoavión'. El abuelo Félix transmitió la pasión por volar a varios de los nietos que correteaban por el jardín de su casa en Pedregalejo. Es el caso de Antonio Gómez-Guillamón y su primo Vicente Padilla, que cuando llegó el momento de elegir carrera, no dudaron: Ingeniería Aeronáutica.
Ya graduados, sus caminos se separaron: Vicente se fue a Estados Unidos a trabajar en Boeing y Antonio se quedó en España. El gusanillo de emprender nació en las cartas que se intercambiaban con el Atlántico de por medio. Una inquietud que creció y tomó forma cuando Vicente volvió a España y coincidió con Antonio en la misma compañía, Gamesa Aeronáutica. «Queríamos crear una empresa y teníamos claro que sería en Málaga, pero no teníamos un modelo de negocio definido: empezamos prestando apoyo a una ingeniería de control de calidad que necesitaba contar con un ingeniero aeronáutico para algunos proyectos», recuerda Antonio.
Montar una ingeniería aeronáutica en Málaga cuando la industria estaba tan concentrada en Madrid fue una verdadera «marcianada», reconocen los fundadores de Aertec, que fue Aerotec los primeros meses, hasta que se dieron cuenta de que ya había una empresa con ese nombre... Tenían excusa: en 1997 no había Google. Y aunque ellos sostienen que más que visionarios, fueron «unos insensatos», tienen el mérito de haber sido de los primeros valientes en apostar por el PTA: «Tuvimos una entrevista con Felipe Romera y nos gustó la imagen que daba el Parque, aunque entonces no había casi empresas. Los demás elementos que después han atraído a tantas empresas tecnológicas hacia Málaga, como el aeropuerto y la Universidad, ya estaban ahí», reflexiona.
Para Padilla, aquella falta de modelo de negocio inicial acabó jugando a su favor. «El primer año estuvimos explorando el mercado y decidimos poner el foco en ingeniería aeroportuaria. Nos dimos cuenta de que los aeropuertos periféricos estaban desatendidos precisamente porque todas las ingenierías estaba en Madrid», explica Gómez-Guillamón. «Una cosa que hemos hecho bien es leer el mercado y adaptarnos a él», añade Padilla.
Fue el aeropuerto de Fuerteventura el que les dio la primera oportunidad de desarrollar un proyecto de ámbito nacional en el año 2000. Tan sólo un año más tarde llegó el primer contrato internacional con Luton, en Reino Unido. Aquel año fue clave: Aertec también consiguió el primer encargo de Airbus, que dio pie a la creación de la división aeroespacial. «La decisión de ensamblar el A400M (el avión militar europeo) en Sevilla fue una gran oportunidad», considera Gómez-Guillamón. La firma se convirtió en proveedor estratégico del gigante aeronáutico.
Y así, Aertec despegó. Contrato a contrato, aeropuerto a aeropuerto, la compañía malagueña voló con rapidez en los 2000, pero mantuvo la cabeza fría. Ninguna crisis la ha afectado lo suficiente como para comprometer su viabilidad u obligarla a hacer virajes bruscos.
El 25 aniversario pilla a Aertec recuperándose con vigor de las turbulencias provocadas por la pandemia en su sector, Con proyectos en 40 países, este año está creciendo al 33% y prevé situarse muy cerca de la facturación de 2019 (33,5 millones). Para 2023, el presupuesto prevé superar los 35 millones. «Pensamos que podemos seguir creciendo un 10% anual», apuntan sus fundadores.
La Aertec de hoy está diversificada y tiene un marcado carácter tecnológico: a las clásicas divisiones aeroportuaria y aeronáutica se suma la de drones y aeronaves no tripuladas (la compañía diseña y fabrica sus propios aparatos) y la de sistemas aeroespaciales y de defensa.
La plantilla también crece, aunque no al ritmo deseado. Ya son 650 personas las que trabajan para Aertec Solutions, repartidas entre sus oficinas de España (la principal sigue en Málaga), Reino Unido, Alemania, Colombia, Estados Unidos y Abu Dhabi, «Podríamos estar facturando más si consiguiéramos cubrir ciertas vacantes. No me gusta llamarlo problema, pero sí diría que nuestro mayor reto actual es el de incorporar ingenieros suficientes», reconoce Gómez-Guillamón, que señala que éste es un problema «global y no sólo de Málaga»
¿Y el futuro? «Queremos ser referentes en la industria aeroespacial y los aeropuertos. Pero también hay muchas oportunidades en sectores emergentes como la aviación sostenible o la 'urban emobility': hablamos de movilidad aérea urbana; vuelos de muy corto radio con multirrotores», desgrana Gómez-Guillamón, que coincide con su primo y socio en que, por más que la tecnología lo impregne todo, «el éxito de Aertec es su gente». «Lo que mejor hemos hecho es rodearnos de un equipo que se ha enamorado del proyecto y lo ha hecho suyo. Somos una empresa del conocimiento y el conocimiento está en las personas», afirman.
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