Un cheque para alimentos de, al menos, 200 euros ayudará a las familias con la cesta de la compra

La escalada de precios en los últimos meses se ha dejado sentir especialmente en la cesta de la compra, donde productos básicos de alimentación van camino de convertirse en artículos de lujo. Para amortiguar ese encarecimiento y su impacto en los bolsillos de las familias más vulnerables, el Gobierno baraja aprobar antes de que finalice el año un cheque de alimentos, similar al de calefacción de 90 euros del pasado año o de 200 euros que se concedió durante el verano para mitigar la espiral inflacionista.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya anunció este mes que estaba negociando con el PSOE nuevas medidas para contrarrestar la inflacción, en el marco de la prórroga del decreto anticrisis que expira a final de año. Aunque sin concretar aún el paquete de medidas, una de las propuestas que plantea Unidas Podemos es un cheque alimentario para familias necesitadas, cuyo importe oscilaría entre 200 y 300 euros y del que se beneficiarían entre siete y ocho millones de familias, según avanzó en Radio Euskadi, Pablo Iglesias. No obstante, han llegado a plantear en las negociaciones los 500 euros, algo que está sobre la mesa y que se enmarca en el nuevo real decreto ley frente a la crisis derivada de la guerra de Ucrania.

Además de este cheque de alimentos, que se concedería en un pago único a familias con ingresos inferiores a mil euros, también está sobre la mesa la aprobación de un impuesto extraordinario a las grandes distribuidoras y comercializadoras de la alimentación para financiar los nuevos paquetes de ayudas (en tramitación ya están los gravámenes a las energética y a los bancos).

A todo ello habría que sumar también otras propuestas anticrisis, que pasan por la congelación de los alquileres (ya se hizo en pandemia) y de las hipotecas de tipo variable.