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El mes que llevan cerrados los restaurantes, las tiendas y la inmensa mayoría de negocios junto a la ralentización e incluso parálisis del resto de actividades ha provocado un notable descenso del consumo eléctrico en la provincia, aunque en términos absolutos la caída se está ... viendo suavizada a costa del incremento registrado en los hogares como consecuencia del confinamiento. El resultado de este contraste entre distintos consumidores es que la próxima factura de la luz que llegue a las viviendas traerá subidas de entre el 10 y el 15% a lo sumo. Y se pueden dar por satisfechos, porque el pellizco sería más grande si no fuera porque el precio de la electricidad volvió a bajar en el mes de marzo un 9% hasta situarse en 0,08 euros el kilovatio por hora y sigue dando síntomas de desplome en abril debido al parón de la actividad.
Un mal menor para el bolsillo de las familias porque el teletrabajo, las clases 'on line', comer y cenar diariamente en casa, tener más luces encendidas durante más horas, el mayor consumo de ocio tecnológico (películas, series, televisión o videoconsolas) o incluso la creciente afición a la repostería o a hacer pan con el horno a tope traerán consigo un aumento del consumo. ¿Cuánto? Dependerá del tipo de hogar, del número de inquilinos, de si se está teletrabajando y, en el caso del recibo, también de otros factores como la tarifa contratada.
Teniendo en cuenta que la factura media ronda los 56 euros mensuales, la diferencia puede ser de unos 10 euros según las distintas variables. En este sentido, cabe remarcar que el Gobierno y las eléctricas han adoptado medidas para intentar paliar el impacto del coronavirus, destacando el hecho de que no habrá cortes de luz por impago de la factura.
Desde la Unión de Consumidores de Andalucía consideran que el incremento del consumo doméstico rondará el 15%, mientras en Endesa prevén que el impacto en la factura será mínimo para la mayoría de clientes. «La caída del precio registrada en marzo está teniendo continuidad este mes, así que todo indica que el mayor consumo en los hogares se verá compensado en el recibo con ese abaratamiento del precio en origen», explica el director comercial de Endesa en Andalucía, Julio Moratalla, quien incide en el compromiso de la distribuidora de no aplicar cortes de luz en casos de impago en ningún domicilio.
En este sentido, la compañía también aplica medidas de apoyo a pymes y autónomos, a los que les ofrece la posibilidad de aplazar el abono de las facturas durante el estado de alarma. Por su parte, Iberdrola permitirá tanto a hogares como a pymes y autónomos la flexibilización de los pagos, mediante el fraccionamiento de las facturas hasta en 12 meses y sin coste, a todos los clientes con dificultades que lo soliciten.
Pese al notable incremento del consumo en los hogares, lo cierto es que en cómputos generales la cuarentena ha traído consigo una caída de la demanda eléctrica. A modo de referencia, el pico más alto durante el pasado mes de marzo se produjo el martes 17, cuando se alcanzaron los 954 megavatios (MW), muy lejos de los 1.360 registrados que marcaron la punta máxima en marzo de 2019 (día 5), lo que se traduce en un descenso del 30%.
Según los datos aportados por Endesa correspondientes a la segunda quincena de marzo (las dos primeras semanas de estado de alarma), cada día se han dejado de consumir una media de cien megavatios, en torno a un 15% menos respecto al mismo periodo del pasado 2019. Una reducción que empezó a notarse desde el primer día, el lunes 16, cuando se produjo una punta de consumo de 833 megavatios frente los 934 del año anterior (lunes 18 de marzo). El comportamiento ha sido similar durante la cuarentena., destacando como caídas más significativas las del miércoles 18 (de 861 a 993) y las del jueves 26 (de 842 a 975).
1. Luz natural. Aprovechar al máximo la luz natural de la vivienda y plantear las actividades para las que se necesite mayor luminosidad para las horas del día donde entre más claridad en casa.
2. Temperatura. Si se emplea calefacción o aire acondicionado, marcar una temperatura razonable y apagarlo cuando ya no sea necesario.
3. Frigorífico. Regular la temperatura del frigorífico a 5º C y la del congelador a -18º C.
4. Lavavajillas, lavadora y secadora. Cuando se utilicen el lavavajillas y la lavadora, mejor hacerlo cuando estén llenos y a baja temperatura. En el caso de la secadora, también es recomendable aprovechar cuando haga buen tiempo para tender la ropa.
5. Cocina. Usar siempre que sea posible el microondas en lugar del horno convencional, y la olla a presión. Además, se recomienda tapar el recipiente al cocinar para que los alimentos se hagan antes y se emplee menos energía.
6. Ordenador. Activar el modo ahorro de energía al usar el portátil.
7. Cargadores. Desenchufarlos cuando acabe de cargarse cualquier dispositivo.
8. Electrodomésticos. Apagarlos cuando no se vayan a usar, no dejarlos en 'stand by'. Para ello es recomendable una regleta de conexión para apagarlos todos de una vez.
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