Unicaja comunica a la plantilla que abonará los incentivos de 2023

La comunicación que han recibido los empleados del banco también recoge como argumento para la retribución de lo que restaba de abonar del pago variable del ejercicio pasado el interés de la entidad por mantener el buen clima laboral y el reconocimiento del esfuerzo de la plantilla, siempre de acuerdo con fuentes sindicales.

Unicaja, de esta manera, ha renunciado a su derecho al recurso de casación que podría haber ejercido hasta el pasado 22 de octubre ante el Tribunal Supremo. El grupo financiero ha optado por cerrar de manera inmediata, rápida, la situación, zanjando la judicialización de las relaciones laborales, la interlocución entre la empresa y los trabajadores.

En la comunicación remitida por el banco a sus empleados se precisa que el abono de los incentivos pendientes se efectuará con la nómina correspondiente al mes de diciembre.

La demanda contra Unicaja para reclamar el cobro total de los incentivos de 2023 la interpuso Comisiones Obreras y a la acción de este sindicato se sumaron otros: Cesica, UGT, CSI, CSIF y Suma-T. La Audiencia Nacional condenaba la semana pasada al banco en su sentencia a pagar el incentivo completo del año pasado a los trabajadores que hubieran cumplido, en la proporción correspondiente, sus objetivos fijados.

El pasado mes de abril, Unicaja trasladó a la plantilla su decisión de no abonar la retribución variable de 2023 porque no se habían logrado los objetivos generales, tras lo que los trabajadores emprendieron movilizaciones para cobrar el 100% del incentivo. El sindicato Suma+t llegó incluso a llamar a la plantilla a la huelga a principios del mes de mayo.

Unicaja no llegó a remitir en el ejercicio 2023 una circular de incentivos y se amparó en la existencia de una política general que establece restricciones generales a los pagos variables en función del contraste entre el resultado presupuestado y el obtenido, así como con el registrado por bancos comparables, por lo que la decisión de restringir el pago de los incentivos se justificó en que el beneficio de 2023 fue más bajo que el de 2022, inferior al previsto y también al registrado por otras entidades. De hecho, Unicaja ganó 267 millones de euros en 2023, un 4% menos que un año antes, frente a la subida de las ganancias de hasta un 40% que registró la competencia. En ese ejercicio, Unicaja realizó saneamientos por valor de 546 millones de euros que, de acuerdo con la nota de prensa que emitió para explicar las cuentas de ese año fiscal, permitirían «continuar con la reducción acelerada de los activos improductivos y la mejora sustancial de la rentabilidad estructural». Ese esfuerzo implicaba el reconocimiento de la valoración a precios de mercado de activos adjudicados y créditos que proceden en su mayoría de las entidades absorbidas por la antigua Unicaja en los últimos años. Como resultado, en el ejercicio actual, en el primer semestre, Unicaja obtenía un beneficio de 294 millones de euros, una cifra que prácticamente duplica el contabilizado en el mismo periodo de 2023.

Pero la Audiencia Nacional rechazó estos argumentos del banco porque a sus ojos la política general de incentivos no recoge los parámetros que el banco había utilizado para suprimir el cobro. En virtud de la sentencia, sólo le habrían exonerado de la retribución variable argumentos relativos a la solvencia, especialmente el cumplimiento de requerimientos de capital o requisitos de los supervisores.

Unicaja tiene la próxima semana una nueva cita con los mercados: según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hace unos días, el miércoles, 30 de octubre, hará públicas sus cuentas del tercer trimestre del año. Por otro lado, hace prácticamente un mes la entidad completaba su programa de recompra de acciones por valor de 100 millones de euros y anunciaba el inicio de otro por algo más de medio millón de euros, que habría terminado el 11 de octubre.