Unicaja afronta 24 horas decisivas para su futuro

Estas son las claves para entender una jornada histórica en Unicaja:

El Patronato extraordinario exigido por el Gobierno decidirá qué ocurre con Medel. O así debería ocurrir si la Fundación, inmersa en una crisis reputacional y de gobernanza sin precedentes, sigue las instrucciones del Ministerio de Asuntos Económicos, responsable del Protectorado de las fundaciones bancarias. La reunión se celebrará a mediodía en Antequera. Varios patronos han advertido de que el orden del día no refleja la literalidad de las exigencias del Gobierno y recuerdan que Medel tiene que inhibirse. Según el reglamento, no puede participar en las deliberaciones ni acceder a la información de un asunto que le afecta de manera directa. Representantes de la Fundación se reúnen hoy en Madrid con el Ministerio, una última bala que trata de salvar a Medel buscando algún resquicio que evite encargar el informe de idoneidad solicitado por el Protectorado.

Tras varios bandazos y reuniones secretas, el PSOE de Andalucía y Málaga, hasta ahora paradójicamente más tibio que el propio Gobierno de Pedro Sánchez, cuyo cuestionamiento de la gestión de Medel en la Fundación resultó demoledor, ha movido ficha. El secretario general de los socialistas en Málaga, Dani Pérez, ha registrado este miércoles una moción para exigir a Medel que se aparte de la Fundación hasta que se resuelva el proceso de evaluación de su idoneidad, que debe ser encargado a una entidad «de primer nivel». Esta entidad, según los requerimientos del Protectorado de las fundaciones bancarias, tiene que emitir un informe externo e independiente que se pronuncie de manera expresa sobre la idoneidad de Medel.

El documento será trasladado al Patronato para que adopte «las medidas adecuadas». Pérez solicita que la presidencia de la Fundación recaiga en otro patrono. También el secretario general del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, ha recordado que Medel ha de «inhibirse en sus funciones ejecutivas» durante este proceso de evaluación. Esta posición, más rotunda que la del PP, pone en un serio compromiso a patronos vinculados al PSOE como Carmen Espín y Pedro Vílchez.

Tres patronos (Patricia Cid, Pedro Fernández y José Antonio Fernández, a falta de saber qué hace Vílchez) acudirán con un notario al Patronato, temerosos de que Medel vuelva a utilizar la secretaría de la Fundación y la propia reunión para defender su imagen, en lugar de someterse a las exigencias del Ministerio de Asuntos Económicos. Estos patronos recuerdan que Medel no debería participar en el debate ni la votación por el evidente conflicto de interés en el que incurriría. La normativa, en efecto, determina que los patronos afectados por asuntos a tratar «se ausentarán durante las deliberaciones y votaciones de los respectivos acuerdos que a ellos se refieran», además de no poder acceder «a cualquier información» relativa «a dicho conflicto».

Braulio Medel, quien fuera uno de los hombres más poderosos de Andalucía, está más cuestionado que nunca. ¿Pero por qué? Pilotó Unicaja Banco y la Fundación Unicaja hasta 2016, cuando agotó el plazo que la ley ofrecía para simultanear la presidencia de ambas instituciones. Entonces pasó a presidir la Fundación Unicaja, aunque con el plan de no perder del todo el control sobre Unicaja Banco, de la que la Fundación era y sigue siendo máxima accionista. Dos inspecciones del Banco de España pusieron la lupa sobre las remuneraciones que recibía por su participación en consejo de administraciones de otras empresas, cobros que según los inspectores podrían haber incumplido la ley de cajas de ahorro de Andalucía. Estas inspecciones no salieron a la luz hasta hace algunos meses, después de permanecer en los cajones de la Junta durante una década.

El intento de venta de Unicaja a Banco Santander terminó de hacer saltar las alarmas. Ocurrió en 2017, cuando el presidente de la Fundación negoció en secreto con Ana Botín la absorción del banco malagueño, operación que no beneficiaba a Unicaja porque suponía su desaparición pero que incluía un sillón en el consejo de administración del Santander. Hasta hubo una propuesta de canje sobre la mesa. Así consta en un documento al que tuvo acceso este periódico, dirigido a la atención de Medel y fechado a comienzos de 2017. La filtración pública de la operación, la cascada de protestas e incluso dimisiones de patronos y el anuncio de la salida de Unicaja a Bolsa, que revalorizaba el banco, frustraron la venta.

La historia se repite, aunque con matices, tras la fusión de Unicaja y Liberbank. La entidad asturiana ha quedado absorbida por el banco andaluz. Así figura en el canje acordado, con casi un 60 por ciento para Unicaja y el resto para Liberbank. Por eso el nuevo banco resultante de la operación mantiene el nombre de Unicaja y la sede social en Málaga. Pero la alianza de Medel con el número dos de la entidad, Manuel Menéndez, exCEO de Liberbank, se ha traducido en un apoyo inquebrantable de los representantes de la Fundación en el consejo de administración del banco (los consejeros dominicales Juan Fraile, Teresa Sáez, Petra Mateos-Aparicio y Manuel Muela) al bloque asturiano, de modo que en la práctica Liberbank tiene más peso en el consejo que la antigua Unicaja.

Medel llegó a reunirse en secreto con Menéndez en varias ocasiones durante el proceso de fusión, desoyendo las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que reclama que sean los consejos de administración los que lideren estas negociaciones y no los accionistas. A esta situación se suman las denuncias interpuestas por la plataforma Salvemos Unicaja, dirigida por el profesor de Derecho y exconcejal de Izquierda Unida Pedro Moreno Brenes, expatrono de la Fundación, y de la Central Intersindical de Crédito (CIC) por presuntos delitos de estafa, apropiación indebida, administración fraudulenta y contra la Hacienda Pública. La Fiscalía ya ha abierto diligencias penales de investigación.

La situación salpica ya a Unicaja Banco, arrastrado a una crisis insólita. Tres consejeros independientes (Manuel Conthe, Ana Bolado y Manuel González Cid, este último alegando su «desacuerdo con el desarrollo de la gobernanza» de la entidad) presentaron su dimisión en apenas un mes. Sus salidas dirigieron la lupa de todos los supervisores financieros hacia el banco malagueño, hasta el punto de que el Banco Central Europeo (BCE) convocó a los tres consejeros salientes para conocer las razones de sus dimisiones.

Conthe dimitió en pleno debate sobre quién debía salir del consejo para que entrara Mayoral, empresa que a través de una sociedad controla casi el ocho por ciento del capital. Sobre la mesa se pusieron dos posibilidades: que renunciara el inversor mexicano Ernesto Tinajero, con menos de un tres por ciento del capital del banco y que ya era accionista de Liberbank antes de la fusión, o que lo hiciera un independiente. Finalmente dimitió Conthe, aunque disconforme con la decisión acordada. Fue una reunión tensa en la que incluso se vio en peligro la presidencia de Manuel Azuaga. La renuncia de Bolado se produjo días después. Cuando la crisis parecía cerrada en falso, se anunció la salida de González Cid, exdirectivo de BBVA y que en los últimos meses ha ejercido como coordinador de los consejeros no ejecutivos, haciendo de contrapeso de los ejecutivos.

Hay que recordar que Conthe y Bolado eran responsables de las comisiones de Auditoría y Nombramientos, de las que dependen la evaluación de Manuel Menéndez, procedente de Liberbank, para su posible elección como primer ejecutivo del banco el próximo año, cuando está prevista la salida del presidente actual, Manuel Azuaga. Conthe será sustituido por Rafael Domínguez de la Maza, de Mayoral, y el sillón de Bolado será ocupado por Carolina Martínez-Caro, exdirectiva de Julius Baer y Merrill Lynch. Este último caso también está rodeado de polémica porque, pese a ser una independiente, su candidatura fue propuesta por dos de los consejeros dominicales afines a Medel.

A menos de 24 horas de la junta general de accionistas, algunos minoritarios ya se han rebelado. Comisiones Obreras, que tiene delegado el voto de varios accionistas, ya ha adelantado que votará en contra de la reelección de los consejeros dominicales que representan a la Fundación. También Norges Bank Investmen Management (NBIM), el mayor fondo soberano del mundo, votará en contra de la aprobación de la gestión del consejo y de la ratificación de cinco consejeros (los dominicales afines a Medel y Domínguez de la Maza). Como adelanta Expansión, se trata de un voto de protesta (más simbólico que otra cosa porque los principales accionistas son Fundación Unicaja y Fundación Cajastur) al que se han sumado otros inversores extranjeros después de que ISS, asesora de varios fondos, aconsejara la oposición a estos puntos, en su caso extendido al presidente Manuel Azuaga, a quien sin embargo sí apoyará NBIM. Por si fuera poco, Tomás Olivo (con un cinco por ciento) y Mayoral (con un ocho por ciento) han pedido explicaciones sobre el canje acordado en la fusión y sobre la crisis abierta por la Fundación Unicaja, según adelanta El Confidencial.

En medio de este ambiente enrarecido, inédito en una entidad caracterizada por su histórica paz social, la principal accionista del banco, la Fundación Unicaja, se juega su futuro en un Patronato de consecuencias imprevisibles. Al mismo tiempo se estarán votando las cuentas y ratificando a los consejeros de Unicaja Banco.