Los medios asturianos destacan la pérdida de control de Manuel Menéndez sobre Unicaja

Fin a la escalada de poder de Liberbank en Unicaja. La junta de accionistas de Unicaja Banco dio un giro de timón este jueves y reorientó el control de la entidad hacia el bloque malagueño. La ratificación de los cuatro consejeros dominicales propuestos por la Fundación Unicaja, que sustituyen a otros cuatro nombrados bajo el mandato de Braulio Medel, y el rechazo de los dos consejeros independientes afines a Manuel Menéndez, antiguo CEO de Liberbank y actual consejero delegado del banco (número dos, sólo por detrás del presidente, Manuel Azuaga) resultan clave para entender este cambio en la correlación de fuerzas.

Que Menéndez ha sido el gran derrotado de esta última junta de accionistas no es una lectura que sólo haga el ecosistema malagueño. En los medios de comunicación asturianos, donde lo conocen bien, la interpretación es idéntica. «Menéndez pierde el control del consejo de Unicaja», publica el diario El Comercio. Por su parte, La Nueva España se centra en el golpe en la mesa dado por la Fundación Unicaja, principal accionista del banco con más del 30 por ciento del capital: «La Fundación Unicaja se hace fuerte en el banco ante Menéndez tras tumbar a dos consejeros».

Fuentes del sector financiero coinciden en destacar «lo inimaginable» que hasta hace unos días resultaba que Menéndez perdiera peso en la estructura de la entidad. «Estaba llamado a liderar el banco tras la fusión con Liberbank. Aquí ha sido el hombre más poderoso de la esfera bancaria», explican estas fuentes. Su alianza con Braulio Medel, expresidente de la Fundación, dio frutos durante meses, pero la pérdida de poder del banquero sevillano sobre el Patronato ha terminado por arrastrar a Menéndez, que ya no tiene el control del consejo de administración de Unicaja.

En realidad se trata del reparto de fuerzas acordado en la fusión hace dos años, cuando se pactó casi un 60 por ciento del capital para la antigua Unicaja (y por eso el nuevo banco resultante de la fusión conserva su nombre y la sede en Málaga) y el porcentaje restante para la antigua Liberbank, que quedaba absorbida. Ese reparto no se había respetado hasta ahora, una noticia que en Málaga, donde la amenaza de perder el vínculo territorial con una pieza clave de su engranaje no sólo financiero sino también empresarial, se ha recibido con los brazos abiertos.

El alcalde, Francisco de la Torre, publicó este viernes un tuit donde mostraba su satisfacción por las decisiones adoptadas por la junta de accionistas: «Son decisiones muy acertadas que refuerzan la vinculación de Unicaja con su tierra malagueña sin perder la proyección nacional. Enhorabuena a todos, muy especialmente a Manuel Azuaga y a José Manuel Domínguez». El primer edil tenía así un guiño con los presidentes de Unicaja Banco y de la Fundación Unicaja, dos de los artífices que han hecho posible este cambio junto a otros accionistas como Tomás Olivo y Rafael Domínguez de la Maza (Mayoral), políticos como el propio De la Torre, Nadia Calviño, Juanma Moreno, Noelia Losada y Pedro Moreno Brenes y otros representantes como Sergio Corral, director de la Fundación.

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