Juan Ignacio Zafra (Jaén, 1963) puede presumir de conocer bien CaixaBank (lleva casi 25 años trabajando allí) y también Andalucía: como director territorial recorre decenas ... de miles de kilómetros al año para llegar hasta el último pueblo donde su entidad está presente. Esta entrevista transcurre en su despacho de Málaga, que confiesa pisar poco, como el de Sevilla: prefiere estar en la calle, con los clientes.
–¿Qué balance hace del ejercicio 2024 para CaixaBank en Andalucía?
–CaixaBank en 2024 ha consolidado su liderazgo en Andalucía. Tenemos 3.115.000 clientes y eso supone que casi un 37% de los andaluces que tienen una relación bancaria tienen cuenta en CaixaBank. Nuestra cuota de mercado en nóminas está cercana al 40%, al igual que en los TPV. Hay una clave importantísima, que es la red: mantenemos 739 oficinas en Andalucía, más del doble que la siguiente entidad. Siempre digo que hemos sido 110 años caja de ahorros y 10 años un banco. No hemos perdido ese espíritu de caja de ahorros, que tiene tres componentes básicos: velar por la inclusión financiera, un claro compromiso con el territorio y un componente de responsabilidad social, medioambiental y de gobernanza. Esos tres factores nos han hecho mantener casi un 51% de oficinas en red rural. Tenemos 2.000 cajeros automáticos y 5.100 personas trabajando en Andalucía. Y estamos en un momento de negocio extraordinario. En volumen de negocio estamos en unos 94.000 millones de euros. Es la primera vez en la historia del sistema financiero que el primer banco español es el primer banco en Andalucía, y creo que eso es muy bueno porque nos jugamos mucho aquí y por tanto nuestro interés es el progreso de Andalucía. ¿Y cómo crecemos? Pues en Andalucía el último año hemos crecido a doble dígito, lo cual quiere decir que estamos capturando mercado. En términos de clientes, hemos sumado 70.000.
–¿Qué es lo que está impulsando ese crecimiento?
–Estamos en un momento en la economía andaluza muy interesante. Hemos crecido mucho en ahorro, pero si tengo que destacar algo del último año es el crecimiento del crédito. En préstamos a particulares movimos el año pasado 3.200 millones de euros: 2.100 en hipotecas y 1.200 en consumo. La concesión de hipotecas creció un 50% y el crédito al consumo, un 30%. Y si me voy a empresas, hemos concedido 2.000 millones en créditos: es un aumento anual del 30%. En Microbank hicimos el año pasado 353 millones en Andalucía, con más de un 40% de incremento; y en el sector agro concedimos 7.500 millones de euros, que es un 32% más. En el sector turístico y hostelero hemos crecido también una barbaridad. Este dinamismo del crédito me genera una ilusión enorme, porque quiere decir que Andalucía marcha.
–En Málaga, ¿la tendencia es la misma?
–Si crecemos en Andalucía, en Málaga crecemos prácticamente el doble. Llevamos diez años creciendo a doble dígito año tras año. Tenemos una cuota de mercado muy grande en empresas y en banca privada somos un referente. Y tenemos un negocio extraordinario, el mejor de Andalucía y de los mejores de España, en extranjeros no residentes, con nuestra marca Holabank. Que por cierto, hay por ahí alguna amenaza fiscal que se ha anunciado sobre este negocio y me parece que hay que tener mucho cuidado. Ponerle un impuesto a los extracomunitarios, en mi opinión, no tiene nada que ver con el problema de la vivienda de los jóvenes. Este es un negocio magnífico que está creando una marca extraordinaria de turismo residencial de primerísimo nivel mundial. Y hay que tener cuidado porque si se percibe un clima hostil a la inversión, a lo mejor no dejan sólo de comprar vivienda los extracomunitarios.
Vivienda
«La solución viene de poner más oferta en el mercado: se puede hacer y en eso deberíamos centrarnos todos»
–Le pregunto lo mismo que respecto a Andalucía: ¿en qué se fundamenta esa bonanza del negocio?
–En la pujanza de Málaga, está claro. Pero también tengo que decir que nosotros hicimos una apuesta enorme de red por esta provincia. De hecho cuando hicimos la integración de Bankia, en Málaga prácticamente no integramos oficina: siguen abiertas casi todas, porque yo considero que aquí tenemos que hacer un esfuerzo. Incluso hay sitios donde hemos abierto oficinas y lo seguiremos haciendo donde sea necesario Tenemos la red de Hola Bank, los dos centros de banca privada, y nuestra marca para el mundo de las startups y la innovación, DayOne, tiene su sede para Andalucía en Málaga. Málaga Tech es un polo absolutamente prioritario para Málaga y para Andalucía. Y luego no olvidemos el turismo... Cuando intento explicar lo que ha pasado en Málaga, yo siempre digo que la base de todo es el turismo. El gran cambio de Málaga es que el turismo se ha extendido y se ha desestacionalizado.. Yo creo que habría sido imposible ser atractivos para el sector tecnológico si no fuéramos una provincia absolutamente turística, con una oferta enorme cultural gastronómica, deportiva, de ocio...
–Acabamos de celebrar el Día de Andalucía. ¿Por qué gran proyecto o infraestructura cree que habría que apostar para impulsar el futuro de esta región?
–La infraestructura más importante que podría hacer Andalucía y que más beneficio le acarrearía es la conexión que había prevista para unir Málaga y Sevilla por tren en 55 minutos. Es difícil encontrar dos niveles de población en Europa, no ya en España, que sumen casi cuatro millones de habitantes, con una fortaleza económica y un nexo común de unión, que es el turismo. Esa conexión nos acercaría a lo que para mí es necesario, que es que Málaga y Sevilla se complementen sean el eje tractor del resto de provincias. Generaría unas sinergias económicas enormes: en turismo, en actividad portuaria y aeroportuaria... E incluso desde el punto de vista sociológico, creo que sería buenísimo. Haría, en mi opinión, una Andalucía más fuerte. En CaixaBank hemos apostado por esta vertebración entre Málaga y Sevilla. Tenemos que interiorizar eso desde el mundo empresarial y también desde el mundo de la cultura, las universidades, la política... Todo el mundo debería empujar para que esa conexión crezca.
-En la última década ha habido un cierre masivo de sucursales por parte de todos los bancos. En el caso de CaixaBank, ¿qué evolución prevén para su red comercial en Andalucía?
-Estamos súper satisfechos con la estructura que tenemos en Andalucía: con nuestras 739 oficinas, nuestros 26 centros de empresas, nuestros 11 centros de banca privada; con nuestro equipo directivo y las 5.200 personas que tenemos trabajando en Andalucía. Yo no tengo ninguna previsión de menguar eso. E incluso si en un momento determinado, por necesidades de movimiento geográfico de la población, tengo que abrir oficina en algún sitio, lo tengo previsto. Y como el negocio crece, pues seguramente tendremos que hacer crecer las personas. El año pasado contratamos 100 personas y este año contrataremos otras 100. Cambian los perfiles, claro. CaixaBank Tech, que es la división tecnológica, hasta hace un par de años solo tenía gente en Madrid y Barcelona. Pero ahora ya tenemos en Sevilla unas 60 personas y la previsión es que lleguen a 200 a corto plazo. De los 3.000 empleados que CaixaBank tiene previsto contratar en los tres próximos tres años, 1.000 van a ser en CaixaBank Tech.
-¿Cómo va a transformar la IA el negocio de la banca? ¿Y cómo se combina el objetivo de ser punteros en tecnología con el de la inclusión financiera de colectivos como el de los mayores?
-En Andalucía, el 51% de los pensionistas tienen la pensión con nosotros. Nosotros somos conscientes de lo que somos. Pero por otro lado, CaixaBank siempre ha sido una entidad punterísima tecnológicamente. El concepto global que lo une todo tiene que ver con la calidad. Nosotros lo que queremos es que cuando tú te decidas a tener relación con CaixaBank, decidas cómo lo quieres hacer, pero que la experiencia sea siempre impecable. Tenemos que conseguir que las plataformas sean las adecuadas para que eso ocurra, pero también tenemos claro que eso convive con una red muy fuerte de asesoramiento, con gente muy preparada que está dispuesta a dar el mejor servicio al cliente. Creemos en esa convivencia y creemos muchísimo en la omnicanalidad. El data y la IA nos pueden ayudar: es un elemento de eficiencia y de dar mejor servicio. De hecho, nosotros venimos trabajando el data desde hace 30 años para la actividad comercial con los clientes. Así que yo lo tomaría con normalidad. Revoluciones tecnológicas van acompañándonos siempre. Yo diría que la palabra clave a futuro de la banca es la confianza. Esto no ha cambiado sino que va a más. La gente tiene más información, el público se ha convertido en más exigente, y, por tanto, los buenos van a coger más mercado.
Modelo de ciudad
«No olvidemos que la base de todo lo que ha pasado en Málaga, incluido el auge tecnológico, es el turismo»
–¿Qué previsiones económicas maneja para la región?
–Prevemos incrementos del PIB del 2,3% en España y del 2,8% en Andalucía. Andalucía va a liderar el crecimiento este año en España. Yo soy muy optimista, quizás más de lo que son las previsiones. Creo que hay una posición muy interesante en la región de estabilidad institucional y de crecimiento empresarial. Se están superando esos retos endémicos que teníamos. Y creo que es importante que se está visibilizando que la empresa es un tractor real de lo que está pasando en la sociedad andaluza. Me agrada mucho que pasen cosas como que al presidente de la CEA se le dé una Medalla de Andalucía o que se haya instaurado el Día de la Empresa Andaluza. Confluye que Andalucía tiene los mejores empresarios y directivos de su historia. Y eso de cara a una de las debilidades más grandes que tiene nuestra economía, que es el tamaño de las empresas, es una oportunidad enorme. Y no olvidemos lo que somos: somos un sitio de acogimiento, donde no nos importa mezclar culturas. Se trata de aprovechar las oportunidades para trabajar en ese gran problema estructural de Andalucía, que es el desempleo.
–¿Y cuál es el camino?
–Ese reto tiene que ver mucho con la FP dual, con la apertura de canales industriales distintos, con el reto de prestigiar determinados empleos y que haya relevo generacional en sectores como el agroalimentario, el hostelero, la construcción… Y tenemos un momento extraordinario en una economía en la que yo creo mucho, que es la del conocimiento. Andalucía es rica en conocimiento y lo que hay que hacer es dar ese paso hacia economías de valor añadido, que se puede hacer desde las economías tradicionales.
–Todo el sector financiero está pendiente de la posible fusión entre BBVA y Sabadell. ¿Qué impacto tendría para CaixaBank?
–Nosotros a los competidores los respetamos y eso será una cuestión de sus accionistas y de los reguladores. Lo que sí le digo es lo mismo que dijo mi consejero delegado: hay una estadística publicada por un reconocido operador que habla de la concentración bancaria en los países europeos. Y España está en el puesto 17. No es un país superconcentrado; lo que sí es un país muy competitivo. De hecho, tenemos las hipotecas más baratas. Lo importante es eso, que haya competencia y que haya un beneficio para el cliente.
Juan Ignacio Zafra, en el transcurso de la entrevista.
Salvador Salas
«Muchos lugares querrían tener el problema que tiene Málaga»
–¿Hay que repensar el modelo turístico de Málaga?
–Yo creo que todo en la vida se puede y se debe mejorar. Málaga evidentemente tiene un ejercicio pendiente de extender el turismo, de intentar no concentrar. Pero también hay que tener claro de qué vivimos y en qué somos buenos. A veces cuando se habla de transformar la economía andaluza yo digo que sí, pero lo que no puedes abandonar es en lo que tú eres bueno. Si en Andalucía somos muy fuertes en turismo y en agroalimentario, yo mejoraría sobre eso. Lo que no haría es decir: esto ya no, ahora yo voy a hacer solo microchips. Hay muchas industrias vinculadas donde podemos hacernos fuertes y crecer. A mí me preocupa, por ejemplo, que entre los principales actores del sector hotelero no tengamos más empresas andaluzas. Además, confundimos el exceso de turismo con el problema de la vivienda y creo que hay que acotar las cosas. Lo he dicho en más de una ocasión: muchos sitios querrían tener el problema de Málaga. Somos la tercera provincia en creación de empresas y la primera provincia en crecimiento relativo de la población durante los últimos diez años.
–Pero ese éxito hay que saber gestionarlo, ¿no? ¿En qué debe trabajar Málaga cara al futuro para que este crecimiento sea sostenible y no cree problemas?
–Esa es una buena definición: yo no hablaría del problema de morir de éxito, sino de la gestión del éxito. Yo creo que Málaga tiene varias cosas que trabajar. Primero, el agua. Es un componente del que no debemos dejar de hablar, de invertir, de hacer. Segundo, la movilidad: esa Gran Málaga, que a mí me encanta el concepto, hay que vertebrarla y hay que hacer que la movilidad sea razonable. Y hay cosas que a lo mejor son más grandiosas en cuanto a inversión y hay cosas que lo son menos. Por ejemplo, parece que llevar el metro al PTA sería razonable y desde el punto de vista de la infraestructura, no debería ser muy difícil. Hacer una conexión para que la gente entre por el Rincón de una forma más simple hasta que se haga otra gran infraestructura también parece razonable. O la conexión por tren hasta Marbella. Y un tema que me parece vital es que hay que empezar a plantear la ampliación del aeropuerto. En tercer lugar, Málaga tiene un gran eje que trabajar con la vivienda, sobre todo enfocada a los jóvenes.
–¿Cuál cree que es la receta para solucionar el gran problema de la vivienda en esta ciudad?
–No es un problema fácil, pero hay cosas relativamente fáciles de hacer. El problema de la vivienda en Málaga es un problema puro de oferta. O sea, la demanda ha sobrepasado por muchísimo la oferta y por eso los precios reaccionan a la alza. Uno: ¿se puede poner oferta en el mercado? Claro que se puede y es en lo que deberíamos centrarnos. Todo es cuestión de cambiar los reglamentos o leyes que tengas que cambiar. Y dos: ¿se pueden tomar medidas desde el punto de vista fiscal para ayudar a la gente joven a acceder a la compra de vivienda? Claro que se puede hacer, ya se ha hecho en el pasado. Yo reclamo la recuperación de temas como la cuenta de ahorro vivienda. Porque lo que es una realidad es que el número de jóvenes que son propietarios se ha partido por la mitad.
–¿Cuál está siendo la contribución de CaixaBank para resolver el problema?
–Estamos apoyando y vamos a apoyar muchísimo la vivienda asequible porque forma parte de ese espíritu nuestro de caja de ahorros. Nos hemos adherido a todas las fórmulas que hay para apoyar a los jóvenes, por ejemplo lo hemos hecho con los avales de la Junta. Pero repito, la resolución del problema de la vivienda, que va a llevar su tiempo, viene básicamente de la oferta.
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