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Alberto Gómez
Martes, 22 de marzo 2022
Comienza la cuenta atrás para que Unicaja Banco celebre su junta general de accionistas, a punto de ratificar un consejo de administración escorado hacia el bloque asturiano con la complicidad del Partido Popular y el Partido Socialista. La Fundación Unicaja, principal accionista del banco con ... un treinta por ciento de su capital, confirmó ayer la renovación de sus representantes en el consejo: Juan Fraile, Petra Mateos-Aparicio, Manuel Muela y Teresa Sáez. Desde la fusión con Liberbank, estos cuatro consejeros dominicales, afines al presidente de la Fundación, Braulio Medel, han apoyado las estrategias del bloque asturiano. Esta anomalía ha revertido en la práctica la ecuación de canje acordada sobre el papel, que fijaba un reparto del 59,5 por ciento del capital del nuevo banco para Unicaja, entidad absorbente y que mantiene su nombre y la sede social en Málaga, y un 40,5 para Liberbank, que en teoría quedaba absorbida.
Medel siempre ha ejercido un control incontestable sobre el Patronato de la Fundación, encargado entre otras cuestiones de elegir a los consejeros dominicales del banco. Ese dominio se resquebrajó por primera vez en diciembre, cuando cuatro patronos (Patricia Cid, Pedro Fernández, José Antonio Fernández y Pedro Vílchez) desafiaron a su presidente en un pulso insólito e impugnaron el acuerdo de renovación de los dominicales. Alegaron que la urgencia de la reunión, en pleno día de Navidad, con el país paralizado, no estaba justificada y que no había información ni tiempo suficiente para evaluar la idoneidad de los consejeros renovados. También denunciaron la imposibilidad de presentar candidaturas alternativas y el incumplimiento de la ley y la normativa que regula el funcionamiento de las fundaciones bancarias. Incluso llegaron a solicitar amparo al Ministerio de Asuntos Económicos, responsable del Protectorado de estas fundaciones.
Ahora Vílchez se descuelga de estas acciones. En el Patronato celebrado ayer, el representante de la Diputación de Jaén, presidida por el PSOE, votó a favor de la renovación de los consejeros dominicales, el mismo acuerdo que impugnó hace apenas tres meses. También votó a favor el representante de la Diputación de Cádiz, igualmente presidida por el PSOE. Fuentes consultadas por este periódico confirman que Vílchez recibió «instrucciones» para cambiar de opinión y apoyar la estrategia de Medel días después de que éste se reuniera con el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, y su responsable de Transformación Económica, Gaspar Llanes. Este último prefiere «ni confirmar ni desmentir» que se haya reunido con Medel y con el número dos de la actual Unicaja, Manuel Menéndez, CEO de Liberbank y posible primer ejecutivo de la entidad tras la jubilación de Manuel Azuaga el proximo año.
La posibilidad de que, tan a corto plazo, el primer ejecutivo de Unicaja proceda de Liberbank constituye el mayor ejemplo de la escalada de poder del bloque asturiano en la entidad. Esta situación, como llevan meses advirtiendo algunos medios y sindicatos, pone en riesgo el arraigo andaluz del banco y su sede en Málaga. Pero para allanar ese camino ha hecho falta mucho más que el cambio de voto de Vílchez. En el Patronato también está representada la Junta de Andalucía en la figura de Antonio Jesús López Nieto, durante años mano derecha del consejero de Presidencia, Elías Bendodo, y que igualmente ha votado a favor de la estrategia trazada por Medel, quien lo catapultó como presidente del Unicaja de baloncesto con un sueldo de 90.000 euros anuales.
Ni el PSOE, en los casos de Vilchez y otros patronos de su entorno como Carmen Espín, ni el PP, en cuya órbita figuran representantes como López Nieto, han censurado públicamente el respaldo de la Fundación Unicaja al bloque asturiano, que el 30 de marzo, salvo un último giro cada vez menos esperado, completará su asalto al consejo de administración del banco. Esta situación ha generado una crisis sin precedentes hasta ahora saldada con las dimisiones de tres consejeros independientes: Manuel Conthe, Ana Bolado y Manuel González Cid, este último aireando de manera oficial su «desacuerdo con el desarrollo de la gobernanza» de la entidad. Son salidas significativas: González Cid era representante de los independientes y Conthe y Bolado eran responsables de las comisiones de Auditoría y Nombramientos, de las que dependen la evaluación de Menéndez para su posible elección como primer ejecutivo del banco.
La espantada de Vílchez deja solos a Patricia Cid, Pedro Fernández y José Antonio Fernández en su desafío a Medel. Han sido los únicos patronos que se han opuesto a la renovación de los dominicales. También se han abstenido en la votación de los consejeros que sustituirán a Conthe y Bolado alegando que sus nombramientos aún deben ser aprobados por los supervisores. Sus vacantes serán ocupadas por Rafael Domínguez de la Maza, de Mayoral, empresa que a través de una sociedad controla casi el ocho por ciento del capital, y Carolina Martínez-Caro, exdirectiva de Julius Baer y Merrill Lynch.
La crisis por la que atraviesa Unicaja ha encendido las alarmas en el Banco de España (BdE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Ministerio de Asuntos Económicos. La propia ministra Nadia Calviño reconoció estar «muy preocupada por la deriva en la gobernanza de la Fundación Unicaja», además de asegurar tener constancia de que el BdE y el BCE estaban igualmente «muy preocupados por la deriva en la gobernanza de Unicaja Banco». La vicepresidenta del Gobierno afirmó que su Ministerio estaba «analizando cuáles son las medidas más eficaces y los instrumentos más oportunos para encarrilar una situación tan preocupante», aunque de momento no ha tomado ninguna decisión al respecto. Desde su entorno sugieren que está valorando una posible reforma de la ley sobre fundaciones bancarias, herederas de las antiguas cajas de ahorro.
Medel pilotó Unicaja cuando era una caja de ahorros primero y un banco después, desde 1991 hasta 2016, cuando agotó el plazo que la ley ofrecía para simultanear la presidencia de la Fundación (antigua caja) y el banco. Entonces pasó a presidir únicamente la Fundación, aunque con el plan de no perder del todo el control sobre Unicaja Banco, de la que la Fundación era y sigue siendo máxima accionista. Sus veinticinco años al frente de la entidad financiera más poderosa de Andalucía, con una desmesurada influencia de la política sobre sus consejos de administración, explican el silencio de los principales partidos. Representantes de todas las siglas admiten en privado que el tiempo de Medel «ha acabado», aunque pocos han hecho públicas las críticas a su gestión, con excepciones como las de Noelia Losada (Ciudadanos), que arrancó un acuerdo plenario para solicitar información que la Fundación aún no ha facilitado; Macarena Olona (Vox), que ha solicitado a Calviño que comparezca para dar explicaciones sobre el asunto, y Toni Valero (Unidas Podemos), que la semana pasada reclamó que se declare la falta de idoneidad de Medel para continuar en la presidencia de la Fundación.
El precio a la disidencia en la Fundación supone «un profundo desgaste personal», como apuntan diversas fuentes. Así, con las voces más críticas relegadas a «quejas testimoniales» y bajo el silencio permisivo del PP y el PSOE, sobre todo desde Sevilla —«En Málaga han intentado romper ese silencio y frenar la operación pero sin éxito», explican—, el riesgo de que la sede de Unicaja en Málaga acabe siendo simbólica e incluso trasladada a otra provincia comienza a tomar forma. Desde la Fundación siempre han desmentido esta posibilidad, aunque lo cierto es que Medel intentó vender Unicaja en 2017, en aquella ocasión al Banco Santander, movimiento frustrado por las protestas de varios patronos y la salida de la entidad a Bolsa, y desde hace tiempo mantiene una relación de total cercanía con Menéndez, con quien llegó a reunirse durante el proceso de fusión pese a las advertencias de supervisores como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre las posibles intromisiones de los accionistas en operaciones que deben ser lideradas por los bancos y sus consejos de administración.
La Fundación Unicaja envió ayer, a última hora de la tarde, un comunicado para defender a los consejeros dominicales renovados por el Patronato. En su comunicado, la institución que preside Medel incluye frases como «Concurre en todos ellos la honorabilidad comercial y profesional, honestidad e integridad requeridas para desempeñar una gestión sana y prudente de la sociedad», «Poseen todos ellos los conocimientos y la experiencia adecuados, así como las competencias necesarias para el desempeño del puesto de consejero», «Están en disposición todos ellos de ejercer un buen gobierno de la sociedad y tienen capacidad de actuar con criterio independiente» y «Se ha valorado especialmente la calidad del trabajo y la dedicación al cargo durante el mandato precedente».
Fuentes consultadas por este periódico aseguran que estas frases en ningún momento fueron pronunciadas durante el Patronato y explican que pertenecen a la documentación facilitada por el banco pese a haber sido entrecomilladas «para que parezca que han sido dichas durante la reunión». La nota, además, «no ha sido acordada por el Patronato», al que tampoco se informó sobre su publicación: «Es otro ejemplo del uso de la Fundación por parte de Medel para su propio beneficio personal».
Conscientes de las críticas que han generado sus últimos movimientos, desde la institución que preside Medel también sostienen que «el principal lazo que, hoy por hoy, permite mantener el vínculo de Unicaja Banco con Málaga y Andalucía es, precisamente, la condición de la Fundación como principal accionista del mismo».
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