La Fundación Bancaria Unicaja ha dado un giro copernicano en la hoja de ruta que trazó con su salida a Bolsa en 2017. A escasas fechas de la presentación de los resultados de 2019, el principal accionista abandona la vía de una reducción paulatina de su peso en el banco, donde posee casi el 50 % del capital. El objetivo ahora es mantener la mayoría de control y activar por tanto la vía legal que abrió la Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias de 2013 para que estas últimas pudieran continuar como principales accionistas, lo que como contrapartida les obliga a dotar un fondo de reserva. Las cajas vascas (Kutxabank) fueron las únicas entidades de ahorro que en su día eligieron el camino que ahora emprende la Fundación Unicaja. Ese fondo de reserva tiene por objeto afrontar con recursos propios situaciones que no puedan cubrirse mediante otros recursos y que a juicio del Banco de España pudieran poner en peligro el cumplimiento de las obligaciones de la entidad en materia de solvencia. Como mínimo, ese fondo debe representar el 0,6% de los activos ponderados por riesgo durante cinco ejercicios, y está sujeto a diversas variables y también a una posible prórroga de un año.
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La Fundación que preside Braulio Medel se adelanta así un año con la vía iniciada respecto a lo previsto en la ley de fundaciones bancarias, que estableció que estas últimas entidades debían elegir, antes de diciembre de este año, entre perder el control de la entidad bancaria de referencia o constituir un fondo de reserva si querían mantenerlo. El Banco de España ya ha dado el visto bueno al Protocolo de Gestión que acordó presentarle la Fundación el pasado 28 de noviembre. Se trata de un primer paso al que debe seguir la elaboración de un plan financiero en el que se fijen las cantidades y los plazos –inicialmente hasta 2023– para la dotación de dicho fondo de reserva, que asimismo deberá tener el visto bueno del Banco de España. El fondo de reserva constituido deberá invertirse en instrumentos financieros de elevada liquidez y calidad crediticia, de manera que puedan estar en todo momento disponibles para su uso por la Fundación.
En el Protocolo de Gestión aprobado por el Banco de España, que está disponible en la web corporativa de la Fundación, a la constitución y mantenimiento de ese fondo deberá destinarse al menos un 30 por ciento de los dividendos que recibe como accionista y que suponen, en el caso de la Fundación, la mitad del total que se distribuya dado su 49,7%. El pasado ejercicio, el reparto llegó al nivel récord de 61 millones sobre un total de beneficios de 153 millones.
En el Protocolo, la Fundación desarrolla, entre otros aspectos, sus planteamientos generales de continuidad sobre el modelo de negocio bancario que aplicará como accionista de control y también las normas que regirán sus relaciones con Unicaja Banco, incluidos los nombramientos en el consejo de administración. En el documento, sostiene que «el mantenimiento del control de la Fundación sobre Unicaja Banco no supone riesgo alguno para la gestión sana y prudente de dicha entidad y la aplicación de los mejores estándares de buen gobierno». Respecto al reparto de dividendos, un objetivo creciente comprometido con los inversores por el Banco antes de su salida a Bolsa, la norma establece que los acuerdos deberán adoptarse por una mayoría de al menos dos tercios del capital de la junta de accionistas del banco. En cualquier caso, la Fundación expone en el Protocolo que como accionista «coadyuvará a un reparto de dividendo satisfactorio, como criterio general, sobre los beneficios obtenidos en el ejercicio y después de quedar suficientemente dotados los distintos riesgos y contingencias que pudieran existir»
La Fundación espera con los criterios expuestos en el Protocolo «contribuir a la generación de retornos para los propietarios de Unicaja Banco, y a que, desde el punto de vista de la Fundación Bancaria Unicaja, posibilite la adecuada atención de la Obra Social que ha venido desplegando desde su origen histórico». Actualmente, su presupuesto supera los 50 millones y tiene en los dividendos del banco su principal fuente de ingresos. En el Protocolo aprobado por el Banco de España recientemente asegura que «promoverá el mantenimiento y desarrollo de su obra social marcada por la vocación social y procurará que la actividad financiera del banco se adapte, esencialmente, al tradicional modelo de banca comercial cercano a las familias y a las pequeñas y medianas empresas»
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La Fundación sostiene que «considerando los altos niveles de solvencia de Unicaja Banco que entiende que la sitúan como una de las entidades más capitalizadas del sector bancario, procurará la obtención de rentabilidades adecuadas para el accionista».
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