La Fundación Bancaria Unicaja tiene hasta 2024 para dotar una reserva de al menos 150 millones

Una vez tomada y comunicada la decisión de mantener su participación de control sobre Unicaja Banco (del 49,7%), la Fundación Bancaria Unicaja tiene una misión que cumplir: constituir un fondo de reserva para «hacer frente a posibles necesidades de recursos propios» de la entidad que no puedan «ser cubiertas con otros recursos y que pudieran poner en peligro, a juicio del Banco de España, el cumplimiento de sus obligaciones en materia de solvencia». La creación de este fondo es un requisito obligado por ley (de ahí el entrecomillado) que la institución presidida por Braulio Medel debe cumplir antes del 31 de diciembre de 2023 si quiere seguir siendo el primer accionista del banco. Eso quiere decir que tiene cuatro años por delante (contando éste que ya ha empezado) para reunir el dinero necesario.

¿Y cuánto dinero es ése? Según el real decreto que regula dicho fondo de reserva, su importe objetivo «no podrá ser inferior al 0,6% de los activos ponderados por riesgo» de la entidad participada». Dicho porcentaje aplicado a Unicaja Banco equivaldría a un mínimo de 150 millones de euros. No obstante, la misma norma establece una salvedad importante: el Banco de España, en atención a «las circunstancias individuales de la fundación bancaria», podrá fijar un importe inferior.

Si se divide ese importe mínimo de 150 millones de euros entre los cuatro años de plazo, sale una media de 37,5 millones de euros que la Fundación Bancaria Unicaja debería destinar en cada ejercicio a la constitución del el fondo de reserva. La ley marca un requisito añadido para dotar ese fondo: en cada uno de estos cuatro años, la institución tiene que destinar como mínimo el 30% del dividendo anual que reciba del banco.

El principal reto que tiene la fundación en este nuevo escenario no es otro que mantener su nivel de actividad teniendo a la vez que renunciar a una parte importante de sus ingresos anuales, que irán destinados a la constitución de ese fondo de reserva. El año pasado, la institución recibió 30 millones de euros en concepto de dividendo por su participación en Unicaja Banco y, a su vez, destinó un presupuesto de 51,7 millones de euros al desarrollo de sus actividades, que incluyen la tradicional Obra Social que ha heredado de su etapa como caja de ahorros.

Ante esta tesitura, a nadie puede sorprender que los consejeros que representan a la Fundación Bancaria Unicaja en el órgano de gobierno del banco pidan maximizar el dividendo con ocasión de la próxima publicación de los resultados de 2019. En la actualización del 'Protocolo de gestión de la participación financiera de la Fundación Bancaria Unicaja en Unicaja Banco' que la institución presidida por Medel ha publicado, se anuncia expresamente: «Tras varios ejercicios en los que se ha acometido un importante esfuerzo en materia de coberturas (que sitúan a Unicaja Banco como una de las entidades más capitalizadas del sector bancario), en los ejercicios venideros, se procurará que el reparto de dividendos, en las variadas formas admitidas en la práctica (pago en efectivo, distribución de acciones total o parcialmente liberadas, etcétera), se asiente en la adecuada generación recurrente de beneficios para los accionistas».

En este sentido, la fundación recuerda además en dicho documento que el Folleto aprobado por la CNMV con motivo de la Salida a Bolsa de Unicaja Banco en 2017 «incluía el compromiso de la entidad de aumentar la distribución de dividendos en efectivo en los próximos ejercicios». Ya el año pasado el banco prácticamente duplicó su dividendo respecto a 2017, adelantando en dos años el objetivo que se marcó en su salto al parqué.