La subida de precios en el actual entorno inflacionista ha obligado a muchas familias a recomponer sus finanzas del día a día para hacer frente al encarecimiento de la cesta de la compra, la factura del gas o la cuota hipotecaria.
Publicidad
Sin embargo, en la ... temporada estival y al no disponer de ahorro suficiente, muchos hogares han preferido endeudarse antes que seguir ajustándose el cinturón, optando por contratar crédito fácil y rápido como último recurso para pagar las vacaciones y hacer frente a la cuesta de septiembre con la vuelta al cole más cara de la historia.
Las estadísticas del Banco de España reflejan cómo las familias han vuelto a recurrir con fuerza a productos como las tarjetas 'revolving' que tantos quebraderos de cabeza judiciales han dado en los últimos años por unos intereses considerados en muchos casos abusivos.
En concreto, el uso de este tipo de plásticos se ha incrementado más de un 2% en lo que va de año, hasta rozar los 11.700 millones de euros. Se trata de niveles máximos desde diciembre de 2019, antes del estallido de la pandemia. Y también supera los 11.395 millones que este tipo de préstamos suponían en febrero de 2020, justo antes de la sentencia del Tribunal Supremo que calificó de usurarios los intereses 'revolving' que fuesen «notablemente superiores al interés normal del dinero».
Publicidad
Es cierto que las entidades han ido moderando el tipo aplicado desde entonces y tras una larga batalla judicial que a día de hoy sigue vigente para muchos afectados por la enorme bola de deuda que en ocasiones genera su uso. Pero los intereses medios se mantienen por encima del 18,07%, máximos del año y subiendo desde el 17,99% de principios de ejercicio, según el Banco de España.
La evolución es similar en los préstamos al consumo de más corto plazo. A menos de un año –con solicitudes más compulsivas y que suelen destinarse a fines como viajes– acumulaban un saldo vivo de 35.612 millones en julio, un 7% más que en el mismo mes de 2022. Y eso que se pagan al 4,63%, desde el 3,40% de principios de año y del 3,79% hace doce meses.
Publicidad
Pero el encarecimiento se ha dado en todos los plazos. De hecho, el tipo medio ponderado de todo el crédito al consumo supera ya el 8%, cifra que tampoco ha frenado el saldo vivo, que bate ya los 97.000 millones de euros, casi 2.500 millones más que a principios de año.
«La importante subida de tipos de interés debería llevar aparejada un descenso en las peticiones y a posponer las decisiones de financiación;pero el porcentaje de consumidores que manifiestan tener intención de pedir un préstamo en los próximos seis meses se sitúa en máximos del 32,3%, un 3% más que en 2022», apuntan los expertos de Asufin en su último Barómetro sobre el crédito al consumo.
Publicidad
Además, no hay que olvidar que los propios bancos también han encontrado en este producto todo un filón comercial frente a la dura contracción que sufren las hipotecas, donde la restricción general es más evidente con unos requisitos cada vez más exigentes por parte de las entidades y unos consumidores que no están dispuestos a asumir precios más altos al calor del reciente repunte del euríbor.
Con este telón de fondo, y ante las señales de ralentización en el crecimiento económico tras el tirón del turismo en verano– todo apunta a que la evolución al alza del crédito al consumo se mantendrá en los próximos meses. Sin ir más lejos, y según un reciente informe de la firma Intrum, el 83% de los progenitores españoles reconoce haber pedido dinero prestado o haber superado el límite de su tarjeta para comprar artículos para sus hijos, mientras que en Europa la media ronda el 77%.
Publicidad
Las 'revolving' son un tipo de tarjeta en la que el usuario dispone de un límite de crédito determinado, que puede devolverse a plazos, a través de cuotas periódicas. Según informan desde el Portal del Cliente Bancario del Banco de España, estas cuotas pueden establecerse bien como un porcentaje de la deuda existente, o bien como una cuota fija. Pagos periódicos que el cliente puede elegir y cambiar dentro de unos mínimos establecidos por la entidad.
Su peculiaridad reside en que la deuda derivada del crédito se 'renueva' mensualmente. Es decir, disminuye con los abonos que se hacen a través del pago de las cuotas, pero aumenta mediante el uso de la tarjeta (pagos, reintegros en cajero, etc), así como con los intereses, las comisiones y otros gastos generados que se financian conjuntamente.
Esta característica tiene sus consecuencias. Por una parte, si se paga una cuota mensual baja respecto al importe de la deuda, la amortización del principal se realizará a un plazo muy largo, lo que puede derivar en que se tengan que pagar muchos intereses que van engordando como una auténtica bola de nieve en el tiempo.
El problema es que esos intereses que se aplican son, de base, mucho más elevados que los de los créditos personales habituales, pudiendo generar deudas finales imposibles de pagar por los consumidores.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.