El traslado de servicios a otras provincias amenaza con desmantelar la sede de Unicaja en Málaga

La progresiva pérdida de control del bloque malagueño en Unicaja ya tiene consecuencias sobre muchos de los servicios centrales del banco, desmantelados o trasladados a otras provincias. Ese «vaciado de contenido» al que se refiere Juanma Moreno se traduce en diversas actuaciones ya concluidas o en marcha de las que este periódico ha tenido conocimiento por fuentes cercanas a los supervisores financieros. La más llamativa es la asignación del departamento de Estrategia al consejero delegado, Manuel Menéndez, número dos de la actual Unicaja y antiguo CEO de Liberbank. El proyecto de fusión acordaba que esta función correspondía al presidente, Manuel Azuaga, cabeza visible del bloque malagueño, pero los votos de los consejeros afines a Medel (Juan Fraile, Petra Mateos-Aparicio, Manuel Muela y Teresa Sáez) permitieron que el departamento fuera trasladado a Madrid, donde vive Menéndez. El plan estratégico de la entidad se elabora ya entre la capital española y Oviedo.

Los procesos de compra también se han trasladado desde Málaga a Oviedo. Como ejemplo, las mascarillas ya son adquiridas a empresas asturianas, como ocurre con otros suministros habituales. La situación ha provocado que se cancelen o no se renueven contratos con varias compañías andaluzas. Además, las funciones de negocio han sido copadas por directivos procedentes de Liberbank, con equipos localizados en Madrid y Oviedo que a menudo crean estructuras paralelas que, siempre según las fuentes consultadas, tienen como objetivo la sustitución de los equipos malagueños. Esta circunstancia explica la desbandada de altos y medios cargos de la antigua Unicaja, que han visto en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) una oportunidad para abandonar la entidad.

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Las funciones de la dirección general de Finanzas, ostentada por un directivo de Liberbank, han sido igualmente desplazadas. De los contratos relacionados con la emisión de bonos, el envío de información al mercado o la relación con accionistas ya no se ocupan despachos o notarías de Málaga tras su adjudicación a empresas ubicadas en Madrid. Otros departamentos, como Marketing, siguen bajo control de la antigua Unicaja pero han sido desprovistos de su capacidad presupuestaria, ahora manejada por áreas como Negocio Digital, pilotadas por directivos de Liberbank. Esto ha provocado que agencias e imprentas locales pierdan contratos históricos.

El vaciado de funciones ha impactado especialmente en Unigest, la gestora de fondos de inversión de Unicaja, con sede en calle Bolsa. El bloque asturiano prevé potenciar acuerdos con otras gestoras como la estadounidense J. P. Morgan, que tiene un acuerdo con Liberbank. También se proyecta el traslado a la sociedad FK2 de la dirección de Operaciones, todavía situada en Málaga, donde cuenta con medio centenar de trabajadores. FK2 es una factoría creada por Liberbank con sede en Toledo y que previsiblemente también asumirá las funciones de oficina técnica y gestión de inmuebles, que suman otra treintena de empleados.

Ya ha comenzado el trasvase desde Málaga a Madrid y Oviedo de otros departamentos, como la asesoría jurídica, la gestión de activos y el Centro de Proceso de Datos de Ronda. Unicaja mantiene el poder en algunas líneas de Control, como el riesgo de crédito y la contabilidad, pero Liberbank ya domina muchas de las operaciones centrales de una entidad cada vez menos malagueña.