Francisco de la Torre, Braulio Medel y Manuel Menéndez, en imágenes de archivo. SUR

El alcalde de Málaga reclama «que no se produzca una alianza antinatura de la Fundación Unicaja y Liberbank»

De la Torre atiende las protestas sindicales que advierten de que Liberbank gana peso en Unicaja con el apoyo de Medel

Martes, 23 de noviembre 2021, 00:33

Hace meses que los sindicatos advierten de que el canje establecido en la fusión de Unicaja Banco con Liberbank (un 59,5 por ciento de la nueva entidad para Unicaja y un 40,5 por ciento para Liberbank) no se cumple y por momentos llega ... incluso a invertirse. Pero ayer este riesgo, que a largo plazo puede comprometer la continuidad de Málaga como sede social, trascendió las protestas sindicales para llegar al salón de plenos del Ayuntamiento de Málaga. Allí, durante la celebración del consejo social de la ciudad, el alcalde Francisco de la Torre reclamó que «no se produzca una alianza antinatura de la Fundación Unicaja y de Liberbank».

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Hay que distinguir entre Unicaja Banco, presidida por Manuel Azuaga, y la Fundación Unicaja, pilotada por Braulio Medel y principal accionista de la primera. Organizaciones como Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) llevan meses alertando de que los votos de los representantes de la Fundación Unicaja (consejeros dominicales) sirven para conceder una mayor cuota de poder de la acordada a la entidad asturiana en perjuicio del banco malagueño. Un representante de UGT trasladó esta inquietud al consejo social durante el turno de ruegos y preguntas, además de mostrar su preocupación por los recortes planteados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) propuesto por Unicaja, que contempla el despido de más de 1.500 trabajadores y el cierre de cerca de 400 oficinas. Cuando el alcalde aseguró que pondría a Azuaga al tanto de estas protestas, el representante sindical contestó: «El problema no es Manuel Azuaga, que está defendiendo la posición de Málaga, sino otros directivos que están aliándose con Liberbank».

De la Torre, consciente de las polémicas que arrastra la Fundación, acusada de apoyar las estrategias de Liberbank en los consejos de administración de Unicaja, preguntó: «¿Directivos o consejeros?». El representante de UGT respondió: «Uno de ellos es Braulio Medel». El alcalde explicó entonces que Medel «no es directivo de Unicaja sino presidente de la Fundación» y recordó que, segundos antes, él mismo había «aludido indirectamente» al banquero sevillano al pedir que no se produjera, e insistió en la expresión, «una alianza antinatura».

La exigencia de De la Torre evidencia que la tensión en la Fundación Unicaja ha llegado hasta la política, que hasta ahora había asistido desde la barrera a sus últimas polémicas, como las remuneraciones de Medel —cuestionadas por el Banco de España—, su acercamiento a Manuel Menéndez (consejero delegado de Liberbank y número dos de la nueva Unicaja tras Azuaga) o la retirada de la subvención al club de baloncesto que lleva su nombre. La rotundidad del alcalde contrasta con el silencio de la Junta de Andalucía. Pese a las preguntas de este periódico a su gabinete, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, no hizo declaraciones aunque el Gobierno autonómico está representado en el Patronato de la Fundación por su mano derecha, el actual presidente del Unicaja de baloncesto, Antonio Jesús López Nieto. Los sindicatos ya han señalado esta «inacción» de la Junta.

«Sede simbólica»

Sobre la negociación del ERE siempre ha planeado la posibilidad de que a medio y largo plazo Málaga acabe siendo «una sede simbólica» del banco y no la columna vertebral sobre la que descansa toda su estructura, como hasta ahora. Es una opción contra la que ya se han posicionado agentes del sector, organizaciones sindicales e incluso algunos políticos como Noelia Losada, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento. «Unicaja y Málaga tienen que estar indisolublemente ligados. Los malagueños debemos tener la sede social de un banco en nuestra tierra», escribió en Twitter tras asistir a la primera concentración de la plantilla como protesta por el ERE. Los sindicatos reclaman además que la política de personal de Unicaja Banco, con sueldos más bajos pero una histórica paz social apenas alterada y basada en acuerdos, prevalezca sobre la gestión de recursos humanos de Manuel Menéndez, consejero delegado en Liberbank y número dos de la nueva Unicaja tras Azuaga. Esta gestión, explican las mismas fuentes, está judicializada y marcada por un alto nivel de conflictividad.

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Unas declaraciones que rompen el silencio histórico de PP, PSOE e IU

Hay pocos lugares más confortables para ejercer el poder que las fundaciones bancarias. Nacidas de las antiguas cajas de ahorros, a la sombra amable de las obras sociales que deben desarrollar por ley, estas instituciones apenas quiebran el segundo plano para el que parecen haberse creado. Por eso sorprende el momento de convulsión que atraviesa la Fundación Unicaja, principal accionista de Unicaja Banco. Pero las declaraciones ayer del alcalde rompen el silencio histórico que los partidos políticos más longevos (PP, PSOE e IU) han mantenido en torno a la gestión de Medel y el papel de la Fundación que preside.

La gestión de Medel en Unicaja, entidad que dirigió hasta 2016, cuando agotó el plazo que la ley ofrecía para simultanear la presidencia de la Fundación y el banco, estuvo marcada por un conservadurismo que la crisis del ladrillo demostró inteligente, aunque también por una desmesurada influencia de la política sobre sus consejos de administración, integrados por miembros que a menudo carecían de conocimientos del sector financiero y cuyo único mérito aparente era la pertenencia, casi siempre bastante prolongada en el tiempo, a un partido. Y de cualquier sigla posible, porque Medel supo atraer a todas las fuerzas representadas en la Junta hasta convertir los principales órganos de Unicaja en un espejo del Parlamento: mayoría socialista con concesiones al PP, IU y el PA. Muchos políticos de estas formaciones llegaron a tener préstamos con Unicaja, que incluso perdonó un crédito millonario a IU, partido que tampoco se ha pronunciado hasta ahora. Sólo Ciudadanos y Podemos (Adelante Andalucía en el Parlamento regional) y ahora el alcalde se han atrevido a resquebrajar este mutismo.

Las últimas informaciones publicadas por 'El Confidencial' sugieren que la Fundación, que tiene la llave del consejo de administración del banco, desoyó las advertencias internas y externas que revelaban un posible agujero y problemas de gobernanza en Liberbank antes de que se cerrase la fusión. La balanza volvió a decantarse del lado del banco asturiano este verano, cuando el voto de los representantes de la Fundación (los consejeros dominicales Juan Fraile, Petra Mateos-Aparicio, Manuel Muela y Teresa Sáez) permitió que el número dos de la nueva Unicaja, Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, asumiera el área de Planificación Estratégica y Presupuestación. El banco asturiano asume así más poder del acordado.

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