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Manuel Azuaga, nuevo presidente de Unicaja Banco.
La agenda del presidente de Unicaja Banco

La agenda del presidente de Unicaja Banco

Se abre nueva etapa en la que Manuel Azuaga pasa de tener un papel técnico a ser quien marca el rumbo. Lo hace en un momento crucial para la entidad. Culminar la reestructuración de la cúpula y pilotar la salida a Bolsa son sus primeros retos

Nuria Triguero

Domingo, 3 de julio 2016, 00:48

¿Cómo habrá sido el cambio de despachos en la sede de Unicaja? Debe de ser una sensación extraña la de ocupar el despacho que durante décadas fue el de tu jefe, sobre todo cuando tu jefe es alguien como Braulio Medel. El nuevo presidente de Unicaja Banco no es ni mucho menos un recién llegado. De hecho, ha estado en la entidad desde su creación, ya que provenía de una de las cajas fundadoras (la de Antequera). Así pues, Manuel Azuaga no necesita un periodo de adaptación. Pero sí tendrá que acostumbrarse a ser él quien marque el rumbo de la entidad y encontrar su propio estilo de liderazgo después de la era Medel. Como consejero delegado ha tenido poder, claro está, pero desde un plano más técnico y centrado en la operativa diaria, en el negocio. A partir de ahora es diferente: debe marcar el rumbo de la entidad y saber alinear a la vasta organización que preside para que camine en la misma dirección.

Si Manuel Azuaga es de esas personas que no saben vivir sin su agenda, es probable que se haya hecho con una nueva para empezar con buen pie esta etapa. Y en ella seguramente habrá un reto subrayado en rojo: pilotar la salida a Bolsa de Unicaja Banco. Y es que este paso va a ser, con seguridad, desencadenante de la mayor transformación que vivirá la institución financiera malagueña en su historia. De enfocarlo con inteligencia dependerá en buena medida la pervivencia futura de Unicaja como entidad independiente en el futuro.

Lo cierto es que Azuaga no tiene demasiado tiempo para decidir cuál es el mejor momento para el estreno bursátil. Quedan menos de cinco meses para que acabe el plazo que la misma Unicaja se marcó para cumplir este hito. Ante los bonistas de Banco CEISS, y con el Banco de España y la Comisión Europea como testigos, la entidad se comprometió en noviembre de 2013 a sacar parte de su capital a Bolsa antes de 2017 con el fin de que tengan una ventana de liquidez. Precisamente el pasado viernes se produjo la conversión en acciones de los bonos que Unicaja dio a los antiguos preferentistas de Caja España-Duero a cambio de sus títulos de CEISS. Y esos alrededor de 15.000 pequeños ahorradores no tienen otra opción para recuperar el dinero que invirtieron que vender sus acciones cuando Unicaja empiece a cotizar en el mercado continuo.

Sigue sin haber fecha para ello, sin embargo. El mensaje desde la entidad es el mismo desde hace meses: se esperará al momento adecuado. Pero eso no significa que Unicaja no esté haciendo los deberes. Paso a paso está reestructurando su organigrama para satisfacer todas las exigencias de las sociedades cotizadas. En este propósito se encuadra el nombramiento de una consejera coordinadora, anunciada al mismo tiempo que el relevo de Medel. Este cargo es obligatorio para las sociedades cotizadas y su función es ejercer de contrapeso al poder del presidente cuando éste ejerce además de consejero delegado. Éste es el caso de Azuaga, aunque no por mucho tiempo. En poco tiempo podrían ser dos meses, cuando se designe a un consejero delegado, él pasará a ser presidente no ejecutivo. Éste es el modelo de gobierno que exigen los inversores y el que también están adoptando otros bancos de cajas, como CaixaBank. Azuaga pasará entonces a ejercer un papel más institucional para dejar en manos del futuro consejero delegado la gestión del día a día. En el sector se espera que para este cargo se elija a un profesional joven compensando así el perfil veterano del presidente y con experiencia en los mercados bursátiles, dado el reto al que se enfrenta Unicaja Banco de forma inminente.

Es probable que en poco tiempo se produzcan algunos cambios más en la cúpula de la entidad, por ejemplo la incorporación de más consejeros independientes para satisfacer los estándares de las entidades cotizadas. Tampoco sería descartable que Manuel Azuaga hiciera algún movimiento en el organigrama directivo para formar un equipo de su entera confianza. En sus próximas decisiones se empezará a percibir cuál es el nuevo estilo de liderazgo que imprime el nuevo presidente de la mayor entidad financiera andaluza.

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