Los retos de la empresa malagueña

Con un horizonte incierto de disponibilidad de vacunas, hemos de presagiar en 2021 varios meses de dificultades empresariales. Sin embargo, ello no nos puede reprimir para llevar a cabo políticas de mejoras de eficiencia que no pasen solo por minimizar costes, sino por llevar a cabo inversiones necesarias de transformación interna acompañadas de tecnología y análisis de información que nos ayuden a tomar decisiones para mejorar nuestro actual modelo de negocio.

El mayor riesgo que podemos asumir en este nuevo entorno económico es estar actuando con una metodología obsoleta que puede no estar respondiendo a una realidad inmediata. «El cambio es la nueva realidad». Vamos a vivir un mundo muy distinto al que hemos conocido y hemos de abordarlo con una lógica muy distinta. Nuestro modelo empresarial no podrá sobrevivir en el futuro inmediato sin una importante transformación en la que la tecnología adquiere todo el protagonismo. Si antes era importante digitalizarse, ahora es importante y urgente, y el grado de intensidad digital marcará la diferencia sea cual sea el sector.

Todavía nos quedan meses de tránsito hasta llegar a vencer la pandemia y despejar el horizonte económico. Mientras tanto, hemos de vigilar los mapas de riesgos que acompañan constantemente al mundo empresarial. Seguro que con optimismo llegaremos a esa realidad muy distinta para nuestras empresas y nuestras vidas.